Han pasado dos semanas desde que fuimos a la cabaña Mart y yo, en este tiempo la relación que tenemos va mejorando, tenemos citas sin serlo del todo puesto que salimos por el trabajo.
Bueno, aunque estos días son sumamente estresantes, pasado mañana iremos a la semana de la moda en Madrid, por lo cual tenemos que dejar los pendientes terminados, así que vamos de reunión en reunión.
- Sara ¿Mañana hay más reuniones?- pregunta Mart.
- Ninguna, hoy terminamos con las reuniones, mañana solo será firmar unos acuerdos y dejar las instrucciones para la próxima semana.
- Me alegra, ya estoy cansado de todo esto.
- Y luego será la semana de la moda.
- Ni que lo digas, creo que tomaremos vacaciones después de esto.
- Claro que no, aún no confío en que ni tú ni yo estemos en la empresa por una semana y tú quieres más días.
- Claro que se puede, estamos alistando todo, tranquila.
- Insisto en que debería quedarme.
- No, te necesito allá, eres la que me ayuda a que todo salga bien.
- Pero aquí puedo evitar que algo malo suceda.
- Si pasa algo te llamarán y podrás regresar, aunque confío en todos- se levanta y me da un abrazo y besa mi frente, me encanta que haga eso.
- Está bien, ahora continuemos porque aún falta mucho.
Así seguimos trabajando, no tenemos tiempo para nada, es la rutina de despertar, trabajar sin tiempo de salir a comer y llegar a dormir.
El día siguiente fue igual de complicado, aún peor, no hablamos con Mart más allá del trabajo, por más que quisiéramos no podíamos.
Por fin llegó la hora del viaje, bajé a tomar un taxi y así no tener que dejar el auto en un estacionamiento.
- Ya me voy mamá.
- Ten mucho cuidado, te voy a extrañar mucho.
- Yo también, por primera vez me iré una semana.
Siempre salgo a reuniones y viajes de trabajo, pero nunca me voy por más de dos días, así que esto será algo nuevo.
- Confío en que todo saldrá bien, me saludas a Mart, dile que él te tiene que traer de regreso y llévate sus panecillos favoritos para que coman en la espera- río ante su comentario, porque vaya que a ella le agrada Mart.
- Claro mamá, ahora me voy para no llegar tarde - nos despedimos y tomé el taxi.
Cuando avanza el auto empiezo a revisar que todo esté en completo orden y no haga falta nada.
Me interrumpe el sonido de mi celular, al tomarlo veo que me habla Melissa.
- ¡Amigaaaa!- grita del otro lado de la llamada.
- Me vas a dejar sorda- le digo.
- Lo siento, es que hoy te vas y no me pude despedir- me siento un poco culpable, ya que toda esta semana apenas y cruzamos palabra.
- Perdón por tenerte tan abandonada Melissa, es que este viaje me ha absorbido por completo, pero te prometo que al volver recuperaremos el tiempo.
- Está bien, muero por qué me cuentes que tal te va con el jefe - dice pícara.
- Es un viaje de negocios.
- Ajá, voy a decir fingir que te creo, ahora adiós porque mi amorcito llegó por mí- sin dejarme despedirme me cuelga.
Su relación es cada vez más fuerte, no han vuelto a discutir y su confianza ha aumentado mucho.
El taxista me avisa que llegamos, pago y me bajo para buscar a mi jefe que se encuentra en los asientos cercanos a nuestra sala de abordaje.
- Buenos días- le digo.
- Buen día para ti también- responde Mart.
- ¿Cuánto falta para abordar? - pregunto.
- En veinte minutos, tenemos tiempo de comer algo ¿Vamos?
- Está bien.
Fuimos a la cafetería del aeropuerto por comida, ya que el vuelo es a las doce y no comimos antes.
- Debo decir que ésta comida no es tan buena como la de tu mamá- me dice.
- Mamá estaría maravillada de escuchar eso, le agradas bastante.
- Me agrada saber eso, tu madre es encantadora, igual que tú - al escuchar eso último no puede evitar sonrojarme - Me encanta verte sonrojada.
- Ya se te está haciendo costumbre hacerlo, eres malo.
- Tengo que tomar las oportunidades de verte así, te ves muy tierna. Ahora vamos a tomar el avión.
Nos levantamos y en el camino seguimos hablando de mi mamá y lo bien que se llevan pues parece más mamá de él que mía.
Tomamos el avión y al despegar fue importante despegar la vista de la ventana, ver todo desde otra perspectiva es de las cosas más maravillosas que he visto.
- ¿Te gusta la vista?- pregunta él.
- Es sorprendente.
- La primera vez que viajé en avión quedé fascinado todo el viaje con la misma vista.
- Es mi primera vez viajando en avión- confesé.
- ¿De verdad?
- Lo juro.
- Me alegra ser parte de esta experiencia.
- También me alegra que estés aquí, me has ayudado a salir de mi zona de confort.
- Tú has logrado que deje los fantasmas de mi pasado.
- Creo que hemos aprendido uno del otro.
- Y aún nos falta mucho más, bueno, ya avanzamos bastante - dice con una sonrisa encantadora.
Estar aquí con él, pensando en todo lo que ha pasado en nuestras vidas desde que nos conocimos hace darme cuenta que esto es una verdadera locura.
Locura porque no es como que uno vaya por la vida odiando a alguien para luego ser tan unidos que ambos saben el desastre que es el otro. Vernos en nuestro peores momentos y a pesar de ello se arriesgan a intentar algo.
- Mart, ¿puedo preguntar algo?.
- Claro, adelante.
- ¿Qué te hizo cambiar tu comportamiento hacia conmigo?
Se queda pensando algunos momentos hasta que al parecer tiene respuesta.
- Como ya lo he dicho, me molestaba pensar que creías que jamás sería como mi papá y también que él te dejo allí para cuidar lo que hacía.
Entonces cuando ya llevaba tiempo Esteban me hizo notar que no tenía mucho sentido lo que pensé y el verte todos los días esforzándote a pesar de lo que hacía me hizo recapacitar.- Bueno, aceptas que eras un idiota- digo en broma.
- Vocabulario señorita.
- Es que no existe otra manera de expresarlo, a parte dentro de ti te gusta escuchar eso de mí.
- Bueno sí, me recuerda cuando nos conocimos.
Así pasamos el viaje entre bromas y recuerdos tanto buenos como malos, sobre lo pensó que fue el tirarle una taza de café o la vez que me enseñó a conducir.
Cuando menos lo pienso comienzo a quedarme dormida, me acomodo un poco y descanso.
_________________&&&________________Este capítulo es más de relleno que nada, pero tiene detalles lindos que me hizo dejarlo.
Espero les guste y esperen el próximo capítulo que es muy largo.
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Mi jefe es un idiota
RomanceSara Sanderson es una chica que tiene el trabajo de sus sueños, con el mejor jefe que puede existir. Todo cambia cuando su jefe decide dejarle la empresa a su hijo Mart Welker, un tipo arrogante que sacará la peor parte de Sara.