Es sábado y me estoy preparando para la salida de hoy, tengo planeado irnos hoy a las 8 AM paga llegar a las 10 AM y regresar mañana a las 6 pm.
Tocan el timbre y escucho cómo mamá abre la puerta y luego escuchar pasos acercándose, se abre la puerta de mi cuarto y veo a Mart.
- Buenos días- me dice- tu mamá me dejó pasar y vengo a ayudar.
- Gracias, ya tengo todo listo, solo falta subir esto y algunos postres que están en la cocina.
- Okey, entonces yo bajo tus maletas y tú los postres ¿De acuerdo?
- Sí, conociéndote no llegarán todos los pastelillos - digo en broma, bueno no totalmente, ya que él realmente ama comer postres.
- Es tu culpa por hacerlos tan deliciosos-dice continuando la broma.
Bajamos las escaleras y él acomodó todo en su camioneta mientras yo me despedía de mamá.
- Cuídate hija y abrígate bien porque allá hace mucho frío.
- Sí mamá, te prometo que nada me pasará.
- Me marcas para saber cómo llegaron.
- Sí, bueno, me voy porque quiero llegar a la hora del almuerzo.
- Adiós- se despide de los dos y comenzamos el camino a la cabaña.
- Te va a encantar a dónde vamos - le digo.
- Lo que sea que tengas planeado será asombroso, será el mejor fin de semana en mi vida - dice sonriendo.
Continuamos el resto del camino conversando, entre ellas de la empresa, ya que no me pude resistir, así llegamos a la cabaña.
- ¡Llegamos!- digo bajando del auto.
- Es...¿Cómo decirlo?- se asombra y lo que pienso es que me equivoqué y no le gusta.
- ¿Qué?- pregunto.
- Es perfecta- responde y todas las dudas se van- Siempre quise ir a una así, pero mi familia prefiere la playa.
- Me alegra que te agrade, la verdad me sentía un poco insegura si era el lugar correcto- menciono.
- Pues hiciste lo correcto al traerme, es el lugar correcto para desestresarme y pasar el fin de semana.
- Muy bien, pues vamos adentro, la conoces y elijes la habitación.
Así entramos y él se sorprende más al verlo por dentro, parece niño pequeño en juguetería.
Hago el recorrido por la casa, solo son 3 cuartos, la cocina y la sala, así que terminamos rápido.
- Eso es todo, estará mejor el recorrido por el campo - cuento.
- Podemos ir después del almuerzo- propone.
- Sí, creo que podemos llevar comida para hacer un picnic allá.
- Me agrada la idea.
Limpio la mesa y Mart coloca las cosas para hacer sándwiches, comemos entre bromas y en cuanto terminamos vamos ansiosos al bosque.
Ya extrañaba estar aquí, solía venir con mi mamá y mi abuela en vacaciones, nadaba, jugaba con los animales y subía a los árboles, pero después de la muerte de mi abuela ya nada fue igual.
- Mira- Mart me saca de mis pensamientos para señalarme una ardilla.
- Verás muchas por aquí- le digo sonriendo y su emoción crece.
- Las últimas que vi fue cuando estaba en preparatoria e iba a un parque- comenzamos a caminar de nuevo.
- Yo no vengo aquí desde la muerte de mi abuela, venir aquí parecía estar mal e incluso pensamos mi mamá y yo vender la casa, pero ella la amaba.
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Mi jefe es un idiota
Roman d'amourSara Sanderson es una chica que tiene el trabajo de sus sueños, con el mejor jefe que puede existir. Todo cambia cuando su jefe decide dejarle la empresa a su hijo Mart Welker, un tipo arrogante que sacará la peor parte de Sara.