Capítulo 36

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Al dar la señal los soldados salieron a la batalla y los dragones despegaron, ambos ejércitos colisionaron en el campo de batalla, los soldados clavaban sus esposas en el cuerpo del enemigo, desde el cielo los dragones trataban de lanzar fuego hacía el ejército rival pero ambos ejércitos tenían dragones por lo que pronto empezó una batalla en los cielos.

Izuku desde su lugar podía ver como la sangre se derramaba en el verde pasto, los cuerpos inertes de los muertos caían derramando aún más de aquella sustancia roja, una imagen desconcertante para alguien que apenas y había visto sangre, ya que durante toda su vida Izuku había vivido inocente sin haber visto jamás como mataban a alguien, su familia se había encargado de que no viera eso nunca y Enji también lo había hecho manteniendo la inocencia del joven.

Tokoyami que estaba al lado de Izuku notó el estado de éste, así que acercó su caballo al de Izuku y le puso la mano en el hombro.

-Majestad se encuentra bien, esta algo pálido- preguntó preocupado el pelinegro.

- Es horrible jamás había visto algo tan espantoso- murmuró Izuku.

Tokoyami lo miró preocupado, él estaba al tanto de la vida que había llevado el omega todo ese tiempo por lo que sabía que eso era algo nuevo para él, se preocupó mucho por él, ya que le había prometido a su antiguo señor Enji que lo cuidaria pero también el había tomado cierto cariño al omega y sentía la necesidad de protegerlo.

- No es necesario que vea esto majestad, lo llevaré a un lugar seguro- propuso Tokoyami.

- No gracias- suspiró- debo ver como son las cosas en realidad ya no debo esconderme cuando estoy asustado, ahora soy el emperador- el pelinegro solo asintió.

En la batalla se podía ver a un rubio cenizo que cortaba las cabezas de sus enemigos con su espada, Katsuki era como todo un Bakugou al momento de la batalla salvaje, impredecible y sanguinario, pero no era el único que era muy bueno al pelear ha que Mirio de igual forma acavaba con sus enemigos rápidamente.

Los rugidos de los dragones se escuchaban en el cielo, algunos de ellos caían muertos al suelo aplastando a algunos soldados a su paso, todo era una caos total, unos ojos azules observaban aquella escena llena de sangre y muertos encantado, ya que ellos estaban ganado.

Izuku estaba que se comía las uñas, las cosas estaban llendo a favor de Dabi, tanto en la mucha que se daba en la tierra como la que libraban los dragones en el cielo, Izuku decidió hacer algo.

-¿A dónde va su mejeatad?- preguntó un preocupado Tokoyami mientras lo seguía.

-Subiré a un dragon- el pelinegro se alarmó.

- No lo haga majasted es peligroso, ellos también cuentan con dragones- trato de hacerlo razonar.

Izuku no le hizo caso una vez llegó cerca de uno de los tres únicos dragones aque no habían ido al campo de batalla ya que eran un medio de escape me caso que algo saliera mal.

-Majestad detengase- volvió partir Tokoyami.

-Tengo que hacer algo o perderemos y los mataran a ellos, debo ir no me detengas es una orden- le dijo Izuku decidido.

-Bien pero iré con usted- a Izuku no le quedó más que aceptar.

Se subió al dragon y detrás suyo se subió Tokoyami, alzó el vuelo y hizo que el dragon  votará fuego hacía uno de los dragones se Dabi lastimadolo y quemando al que lo montaba, los jinetes de los demás dragones miraron en su dirección y se sorprendieron al verlo, Izuku se dirigió a atacar a los soldados en el campo de batalla, los dragones enemigos al ver estos intentaron ir por el pero fueron detenidos por los dragones de Izuku, que lo cubrieron, en especial dos jóvenes un chico d cabellos azules añil y una chica de cabellos celeste, ambos haga o todo lo posible para que Izuku nos sea atacado.

El Emperador Omega (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora