- ¿Así que hace rato que me habías echado el ojo y lo disimulabas?
- Pues sí, pero date cuenta que no era honesto que me aprovechara de ti, por eso en los apuntes que me rompiste, no podía poner nada de esto.
- Uhm... ¿Me sigues reprochando que te los haya roto? Los podemos componer con la base de estos apuntes.
- No que va; y no te reprocho nada, si gracias a ti terminamos de esta manera, qué más puedo pedir.
- ¿No se? Quizá sacarte esas ganas que leí, que querías hacerme no sé qué, a mí también me da ganas de hacerte cosas y no sé cuáles son.
- Pues vamos a tener que averiguar entre las dos de que tenemos ganas.
-El baño estaba agradable, que me mirara con tanto descaro me empezó a gustar, pasaba las manos por mi cuerpo mostrándome voluptuosa, y la miraba con una sonrisa pícara. -Se levantó y vino hacia mí.
- Pues yo ahora tengo ganas de darte un beso y borrarte esa sonrisita de psicóloga creída, de paso te doy un masaje en los hombros, leí que es muy relajante. - diciendo eso me empezó a pasar las manos por los hombros, el cuello, más que masajes eran caricias.
- Eres tan hermosa; no sé lo que voy a hacer contigo..., de verdad no lo sé.
Mi cabecita pensaba, "pues mañana cuando volvamos de la fiesta te voy a enseñar lo que puedes hacer conmigo, y vas a saber lo que yo voy a hacer contigo" me tiró la cabeza para atrás y se prendió de mi boca con una pasión que me sofoco, sus labios comían los míos, y aunque yo estaba abajo era ella la que absorbía mi saliva. Me dejó con la cabeza reclinada en la bañera.
- Anda termina que voy a buscar una toalla de baño. - me dijo agitada
Me quedé recuperando el aliento, preguntándome cómo iba hacer para aguantar hasta mañana, cuando entra con la toalla en la mano.
- Eh, ¿Piensas quedarte en remojo todo el día?, anda párate que te seco.
La miré extrañada pero no dije nada, si me quería ver desnuda más tiempo, no me importaba; me paré y me envolvió en la toalla.
- Ven que te seco en la cama, tu solamente descansa que yo cuido de ti.
Metió las manos bajo mi culo y me levantó, abrace su cintura con mis piernas mientras me sostenía de su cuello, no sé qué idea tenía de lo que es descanso, me acostó en la cama con suavidad, y empezó a secarme el cuello, cuando pasó la toalla por mis senos estos estaban hinchados, mis pezones estaban firmes, paso por ellos, y no pude evitar soltar un gemido mudo.
- ¿Te hice daño, quieres que pare? - preguntó
- No, sigue por favor. - conteste mirándola a los ojos.
Separó la toalla y se quedó mirándome fascinada, no tengo las mejores tetas del mundo, pero pareciera que para ella si lo eran.
- Eres tan hermosa, no sé qué me pasa, ¿Ves? Me dan ganas de hacerte cosas, me gustaría ser una bebita y mamar de tus tetas, se ven tan hermosas; de verdad, no sé qué voy a hacer contigo.
- Se una bebita, mi bebita y mámame todo lo que quieras, son para ti. - no aguantaba más.
Me miró con lujuria, fue acercándose a mis labios, y los besó con ternura, siguió pasándolos por mi cara, su lengua en mi cuello le daba una temperatura volcánica a mi cuerpo, parece que la sintió, porque tomo entusiasmo, fue bajando hasta el comienzo de mis senos, me volvió a mirar cómo pidiendo permiso; empuje su cabeza hacía ellos, tome uno de la base y se lo aproxime a la boca, lo tomó con sus labios con delicadeza cómo si fuera un adorno caro que tenía que tratar con cuidado para que no se rompiera.
ESTÁS LEYENDO
La Crisis (SUPERCORP)
FanfictionComo la vida puede renacer en las circunstancias más difíciles La vida de Kara Danvers se DESTRUYE siendo muy pequeña y al ser internada en un hospital privado Neuropsiquiatrico se busca la posibilidad de salir de la oscuridad en la que se encuentr...