Capítulo 15

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Estoy preocupada, para que negarlo. No puedo quejarme de mi relación con Kara, tenemos gustos acordes, me es fácil querer lo que ella quiere, y lo que a ella le gusta me gusta a mí, o quizá sea al revés, pero las consecuencias son las mismas.

Sé que todo lo que hago, lo hago a gusto porque lo hago con ella, pero el problema es el sexo.

Hoy le voy a pedir consejo a Cat; podría pedírselo a Alex, pero es como una hermana con nosotras, va a analizarlo con el cariño que nos tiene, y no va a tener la misma frialdad que Cat

En un momento que nos cruzamos, le pido si podemos quedar en una cafetería que le quiero comentar algo que me está preocupando. Sabe que es algo que quiero que quede entre nosotras y no necesita comentarlo en nuestra reunión diaria.

Termina el horario, y marcho al bar donde quedamos en juntarnos. Estoy un poco confundida, no me gusta ocultarles nada a Alex y a Lana, pero sé que me van aconsejar con el corazón con todas las buenas intenciones, pero sin la lógica impersonal de una psicóloga sin lazos afectivos. Cat a pesar del cariño que nos tiene, es mayor, tiene más experiencia, y puede ver las cosas, más como si fuera desde afuera.

Por fin la veo entrar, mira las mesas hasta que me ubica, viene hacia mí y se sienta.

Uhm que tenemos que tanto misterio hay. Me dice luego de un saludo-

No es ningún misterio, pero quisiera que me aconsejaras por Kara, no es que sea un gran problema, pero quiero estar segura que no lo va a ser, o por lo menos buscarle remedio antes de que lo sea.

Bueno, yo como consejera no sé qué tal te va a ir, pero se hará lo que se pueda, aunque viéndolas no me las imagino teniendo problemas, pero a ver ¿De qué índole?

Es de índole sexual - largué con un suspiro.

¡Lena! dale tiempo, es una chica que a pesar de la edad que tiene entró con el sexo por la ventana, sin experiencia, te diría que antes de enamorarse de ti, no debe haber sentido nada por nadie, quizá no pueda satisfacer todos tus deseos, porque son deseos que nunca tuvo, y por ahí no sea tan fácil seguir tu tren.

Me quedé pasmada mirándola con la boca abierta.

Espera... espera, es que no comprendes, no soy yo a la que no es fácil seguirle el tren, es el tren de ella que no es fácil seguir, es ella la que no me deja descansar, la que me seduce, la que no hay día que no quiera su cuota de sexo.

Ahora la que se quedó pasmada fue ella.

¿Y a tu edad de qué coño te quejas?

Es que tengo miedo que termine siendo eso lo principal en nuestra relación, yo la quiero con sexo o sin él, pero ella siempre está llevándome al límite. No te voy a engañar diciéndote que no me gusta, pero tengo miedo que termine siendo eso lo más importante.

Pues si quieres que te diga, eso es casi lo más importante, ¿Y tú te quejas porque te sobra lo que otras se quejan porque le falta?

Si ya sé, yo también lo disfruto mucho, pero a veces me siento agobiada, si hasta se me da por pensar si no será ninfómana, fíjate que eso también puede ser por un problema físico de por ahí abajo, por eso quisiera una opinión para saber cómo tratarlo.

Pero a ver, ¿Te fijaste si se anda fijando en otras mujeres cuando salen por ahí?

¿Cómo va a salir conmigo y va ir fijándose en otras mujeres? - exclame indignada.

Y que, ¿Acaso si tú ves una chavala bien puesta no te fijas en ella, o no se te pasa por la cabeza llevarla un rato al huerto?

¿A mí...? ¿Con lo que tengo en casa te parece que me voy a andar fijando en alguien más? Mira que estoy como para llevar al huerto a nadie con la repasada que me dan todos los días; que si no fuera por la regla no me salvaba ninguno.

La Crisis (SUPERCORP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora