CAPITULO 6

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Se escuchaban alrededor las voces de los compradores y de algunos de los empleados dando indicaciones a los clientes o dialogando entre ellos.

Akutagawa no iba a negar que la atmósfera del lugar era muy desagradable para su gusto, pero debía de cumplir con su labor, por lo menos ese día.
Llevaba ya tres meses desde que Higuchi y Rin quedaron a su cuidado, el niño ya estaba consiente de quién era Akutagawa en su vida, después de una charla junto con su madre y tía lo pudo comprender...o por lo menos lo primordial, además de que se había acostumbrado a la presencia del mayor, pero aún así no podía evitar que en más de una ocasión le dieran miedo las expresiones de su padre.

En este transcurso, no ha aparecido ningún tipo de amenaza hacia Higuchi o Rin, lo cual más que calmarlo lo ponía más alerta.

Y si se preguntan en dónde se encuentra ahora...pues en el supermercado. Ichiyo le pidió que por hoy que fuera a realizar las compras de la semana, aceptó un poco a regañadientes pues el lugar no era mucho de su agrado como ya se mencionó.
Pero no estaba solo, lo estaba acompañando Rin que iba en el asiento para niños del carrito de compras.

—Mmmm...—llegaron a la sección de cereales y el mayor se puso a observar la estantería—¿Cuál te gustaría?— preguntó mientras volteaba a ver a su hijo.
El niño observó las diferentes cajas un momento y después de su pequeño análisis señaló una caja de hojuelas de chocolate; Akutagawa la tomó y la colocó en el carrito, no estaba mal consentir a su hijo de vez en cuando.

(...)

Después de su visita al supermercado ya estaban en el apartamento, Akutagawa estaba guardando los víveres y Rin había se había quedado en la sala.
Al terminar, fue a ver al pequeño y lo vió sosteniendo un libro de cuentos y ya sabía lo que significaba.

—Papá—se acercó al peli-negro mayor—¿Me lo lees?—preguntó, aunque entusiasmado, se escuchaba algo cansado también.

—¿Tienes sueño?—tomó al pequeño en brazos, el cual recostó su cabecita en su hombro dando un pequeño asentimiento de cabeza—Bien, te leeré el cuento mientras te duermes ¿te parece?—después de asentir se dirigieron a la habitación.

Desde ese día, Rin en cada una de sus visitas le pedía a Akutagawa que le leyera algún cuento,el pequeño tenía una fascinación por los libros de cuento y de alguna forma, el modo de narrar de Akutagawa le gustaba, a pesar de ser algo seco le gustaba escuchar su voz.

Le puso una ropa más cómoda y lo arropó ya en la cama, se sentó al borde de esta misma y comenzó con su narración. Ya era algo tarde, salieron de compras a último minuto así que no era extraño que Rin ya tuviera sueño, a decir verdad dormía bastante.

A mitad de su lectura notó que ya se había dormido, cerró el libro y lo fue a dejar en una de las estanterías de la habitación, se acercó a la puerta y murmuró un "descansa" antes de salir.

Miró el reloj de pared, ya casi era hora de una misión, Higuchi no iba a tardar en llegar. Tomó su abrigo y salió del apartamento y saliendo del edificio se topó con la rubia.

—Akutagawa—le sonrió—perdone la tardanza, tuve algunos clientes de más.
—No hay problema, salí algo antes— explicó—Rin quedó dormido, ir al supermercado terminó por cansarlo.
Higuchi soltó una ligera risa
—Ya veo, gracias como siempre y nos vemos mañana—hizo una reverencia y se adentró en el edificio.

Akutagawa la siguió con la mirada hasta perderse de su vista y tomó rumbo a su misión.

(...)

—Así que...¿cuidando de Higuchi y su hijo?

En las instalaciones de la Port Mafia, Kouyo se encontraba en medio de una charla con su líder, que le estaba contando la situación actual del portador de Rashoumon.

—Pues si—le sirvió un poco más de té a la pelirroja—Sinceramente me sorprendió un poco que me lo pidiera personalmente aunque no se a vuelto a escuchar sobre algún otro intento de secuestro.

—Mmmm ya veo—tomó un sorbo de la taza—¿No crees que esto podría hacer un poco "blando" a Akutagawa? Según me has contado se la pasa bastante con el niño y parece que se agradan mutuamente.

Mori observó unos segundos a la Ozaki para después dibujar una sonrisa ladida en su rostro.
—Puede ser, puede ser—realizó un ademán con su mano, restándole importancia—Pero lo dudo mucho.
—¿Por qué? Nada te lo asegura—preguntó mientras tomaba otro sorbo de su té.

A Kouyo le pareció algo extraño el hecho que le haya permitido al peli-negro quedar a cargo de la seguridad de Higuchi y Rin, entendía que el asunto estaba involucrado directamente con la Port Mafia pero aún así tal vez que Akutagawa estuviera tan apegado al niño lo podía volver algo vulnerable.

—Porque...—dejó su taza en la mesa frente a ellos—estoy seguro que terminará con el efecto contrario, la vez que vino a pedir mi autorización para cuidarlos lo noté, aunque fuera muy sutil, sentía una clara ira por el simple hecho que tocaran al niño o más bien por perturbar a Higuchi— sonrió mirando a su acompañante— más que volverlo "blando", solo alimenta su instinto asesino contra quienes se atrevan a tocarles un solo pelo a ambos.

Kouyo quedó un poco sorprendida, no lo había visto de esa manera, tiene sentido, Akutagawa quiera o no, va a terminar desarrollando sentimientos por ese niño y puede que florezcan los que guardaba por Higuchi...de ser así, pobre alma la que se atreva a hacerles algo.

—Mmm.... Mori-san.
—¿Mmm?
—¿ Yo.... podría conocer al pequeño Rin?

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¡Hey! Aquí de nuevo con otro capítulo.

Lamento haber tardado más en este, pero ahora estoy en clases y he estado algo ocupado.

Además de que creo que para la próxima me tomaré más tiempo, pues quiero escribir varios capítulos para al menos traerles una vez por semana un tiempo.

Gracias por leer y nos vemos en el próximo capítulo^^

Bye bye~

Familia [AkuHigu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora