CAPITULO 13

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La tensión que se mantenía en ese almacén era tenebroso.

Atsushi tras Kunikida y Dazai, con Kyouka en brazos que trataba de mantenerse consiente.

— ¿Cómo está Kyouka? — preguntó Kunikida, aún manteniéndose alerta.
— Estable — fue lo único que respondió, mientras acomodaba nuevamente a la Izumi en sus brazos.
— Ándate, Yosano no ha de estar lejos — habló esta vez Dazai — Probablemente Tanizaki siga inconsciente.

Dazai y Kunikida cuando llegaron a la escena, se toparon con Akiko y un adormitado Tanizaki. Le pidieron que se quedara allí para brindar apoyo externo, además de pedirle a Kenji, que también venía con ellos, quedarse junto a Yosano.

— Parece que a este paso tendré a toda la agencia de detectives armados encima — se escuchó en el lugar a la misteriosa voz — Chico tigre, ya te lo dije, ahórrate problemas y tráemelo — habló en un tono ligeramente molesto, tirando de los hilos, haciendo que Akutagawa se moviera.

— Atsushi-kun vete ahora — habló el castaño en un murmullo.
— Pero ustedes... — musitó Atsushi.

No terminó la frase ya que las cuerdas se tensaron y movieron, haciendo que Rashoumon atacara al grupo de detectives.

— ¡Que te vayas! — gritó Kunikida mientras esquivaban por poco el ataque.

Atsushi sin más se dirigió a la salida del lugar lo más rápido que pudo.

No muy lejos del almacén estaba Yosano, junto Kenji, quien estaba cargando a Tanizaki.

— ¡Yosano-san!
— ¡Atsushi! — la pelinegra se acercó e inmediatamente tomó a Kyouka en sus brazos, estaba quejándose de dolor.

(...)

— ¿Dónde se encontrarán? — habló risueña Naomi.
— Sabes perfectamente donde están — Naomi le dirigió una mirada molesta a Ranpo que estaba tranquilamente en su escritorio, pendiente de cualquier llamado de sus compañeros.

Además de Fukuzawa, quien también estaba velando por los demás agentes, habían tres niños quienes trataban de callar sus risas debajo de uno de los escritorios de la oficina.

La menor de los Tanizaki ignoró lo dicho por Ranpo y sigilosamente se acercó a los escritorios.

— ¿Dónde estarán? — se acercó lentamente al lugar de trabajo que le correspondía a Kunikida — ¿Acaso estarán... — rápido rodeó el escritorio y se agachó — ... aquí?!

Los tres niños soltaron un grito entre carcajadas, Naomi quien también reía los atrapó en un abrazo.

Fukuzawa veía la escena enternecido, la presencia de esos niños en la oficina daba un gran contrataste con la situación en la que se encontraban la madre de dos y el padre de uno.

— ¿Quieren seguir jugando? — Naomi se separó un poco de los infantes.

El par de mellizos intercambiaron miradas para luego centrarlas en Rin.

— Ne Rin ¡enséñale a Naomi-neesan lo que hiciste hace rato! — Dijo alegre Ritsu, el mayor de los mellizos.
Por su parte, Kei, el menor, solo asintió enérgicamente a lo que dijo su hermano.

— ¿Enseñarme? — Naomi miró a Rin, quien estaba indeciso si hacerle caso a Ritsu y Kei o no.

El final, el pequeño peli-negro se acercó un poco más a Naomi.

— Es como el de papá...solo que más pequeño — agachó su mirada centrandola en sus manos.
— ¿Eh? No entiendo Rin ¿de qué ha...— antes de poder terminar la oración, observó como las mangas del abrigo de Rin parecían tomar vida y forma.

— ¿... Dashoumon...? Creo que así es como papá lo llama — el niño frunció el ceño tratando de recordar.

Fukuzawa tenía los ojos como platos y Ranpo también en su sorpresa abrió sus ojos.

Higuchi al no poseer una habilidad sobrenatural y teniendo en cuenta que Akutagawa si, la probabilidad de que Rin también heredara una, más que un 50/50 era un 20/80.

La probabilidad era baja y aún así, el destino le brindó al pequeño azabache de mirada rojiza un poder.

Rin deshizo su habilidad después de un rato.

— Debemos decirle a Higuchi-san — habló Ranpo saliendo de su estado de shock.

— Eso haré — Naomi se levantó y dirigió a la habitación continua donde se encontraría Ichiyo. La rubia pidió un momento a solas para despejar su mente de toda la situación.

Eso estaba bastante lejos de la realidad...

— ¡Higuchi-san! Perdón por perturbar tu momento pero Rin... — La pelinegra cortó su frase al notar que la ya mencionada no estaba en la habitación.

La fue a buscar a la sala de reuniones, los baños, la oficina de Yosano pero no estaba.

— ¿Vieron a Ichiyo salir?
— ¿Eh? ¡¿No está?! — Naomi asintió — Pero...no tiene sentido, no la vimos irse ¿cómo podría siquiera...?
— Fukuzawa-san — le llamó Ranpo, quien observaba de reojo a los infantes en un rincón, jugando con algunos juguetes de los mellizos — Creo que a lo mejor y debería de avisarle a los demás sobre un "pequeño refuerzo" que les caerá.
— ¿No me digas que acaso Higuchi....?

(...)

— ¡Vamos! ¡¿Acaso no son lo suficientemente fuertes?! — aquella voz resonaba en el lugar junto con los disparos y el sonido que producía Rashoumon al realizar sus ataques.

Kunikida estaba agotado y algo herido y por su parte Dazai, aunque no estaba tan mal, tampoco había podido anular la habilidad de su misterio contrincante para poder liberar a Ryuunosuke.

— ¡¿Ah?! Pensé que me iban a detener aunque sea un poco, bueno, supongo ¡que tendré nuevos títeres!— las cuerdas hicieron unos movimientos un tanto extraños.

De pronto, Kunikida se veía envuelto en esos hilos y allí notó como funcionaba tan dichoso poder.

Sangre.

Las cuerdas que controlaban a Akutagawa en verdad eran la propia sangre del peli-negro, que seguramente su adversario consiguió cuando alguno de los ataques de la pandilla criminal lo llegó a lastimar.

Y ahora, Kunikida estaba tomando de ese papel de "marioneta" también.
Se dió cuenta muy tarde de como funciona esa habilidad.

El rubio intentó forcejear, pero sentía corrientes de dolor atravesar su cuerpo ante cada movimiento realizado a conciencia propia.

Dazai estaba a apunto de atacar cuando para sorpresa de los allí presentes.

Se escuchó un disparo

Y los hilos que estaban prendidos a las muñecas de Akutagawa y Kunikida cayeron al suelo...

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¡Hey hey hey! \:D/

¿Cómo les va gente bonita?

¡Lamento la tardanza para subir el capítulo! Mis deberes me mantuvieron ocupada entre otros asuntos.

¡Pero al final si pude subirlo esta semana! 🥳

Gracias por su paciencia

Cómo verán, Rin si logró desarrollar una habilidad parecida a Rashoumon, debo aclarar que aún no está tan desarrollada como la de Akutagawa.

Ya estamos prácticamente en la culminación de esta historia, así que esperen ansiosos el próximo capítulo y esta vez trataré de entregarlo puntual.

Gracias por leer y nos vemos la próxima semana

Bye bye~

Familia [AkuHigu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora