CAPITULO 12

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El reloj marcaba pasado de media noche, las calles de Yokohama estaban casi completamente vacías.

Cerca del puerto de la cuidad permanecía una figura oscura que pasaba un tanto desapercibida.
La luna que iluminaba mayormente el lugar, permitía observar el rostro de Dazai.

Pero no estaba solo, junto con él, yacía un pequeño cuerpo, un niño.

El infante estaba amordazado para evitar que sus gritos de miedo o ayuda fueran escuchados, además de estar sus extremidades atadas.

De manera brusca, Dazai tomó al infante y lo condujo hasta una parte más alejada del puerto.

Entró en un almacén que parecía estar abandonado y allí observó a la banda entera que llevaban meses dándole dolores de cabeza a su antiguo subordinado.

— En verdad es una sorpresa que hayas accedido a esto, Dazai Osamu — habló uno de los sujetos mientras observó fijamente el cuerpo del infante que estaba junto a él — Después de todo, perteneces a la Agencia Armada de detectives.

— Y por eso mismo debo de eliminar a cualquier posible amenaza — habló como si nada dejando al niño frente al grupo criminal — hagan lo que sea con él.

El asunto aquí es simple, Rin al ser hijo de Akutagawa, existía una posibilidad que pudiera tener una habilidad, aunque fuera baja, existía.
Por eso, Dazai estaba haciendo entrega de Rin al grupo criminal, después de todo estos solo buscan una venganza contra Akutagawa (aunque se la pueda devolver).

Aunque también existían posibilidades como que fuera vendido (poseyendo una habilidad sobrenatural o no), sobreexplotado (suponiendo que tuviera algún poder), entre otras opciones que no eran favorables para el pequeño azabache.

Uno de los hombres allí presentes, se acercó al niño y antes que pudiera tocarlo, se desvaneció.
La figura de Dazai también hizo lo mismo y cuando menos se lo esperaba, en el lugar caía nieve de un tono verdoso muy singular.

— ¡¿Pero que ra- ?! — antes que el tipo pudiera terminar su frase, su pecho fue atravesado por una extraña figura negra que era bien conocida, Rashoumon.

Akutagawa se hizo presente en la escena,usando a su monstruosa habilidad.

Algunos de los criminales intentaron escapar pero fueron detenidos por una espada o más bien una espadachina.

Yasha Shirayuki, no dejes que escapen — Apareció en escena Kyouka, dando órdenes a Shirayuki desde su celular.

— ¡Contacten al grupo exterior! — gritó uno de ellos mientras el resto sacaban armas de fuego para por lo menos intentar retrasar a Akutagawa y Kyouka.

— ¡Lo intentamos pero no responden! — respondió otro de los malhechores.

(...)

— ¡Perfecto Atsushi-kun! — Habló Yosano llendo en dirección a Atsushi.

— ¿Eh? ¡Oh, eh s-si! — apenas respondió el albino, pues andaba un poco sacado de situación con el corto enfrentamiento que tuvieron hace un momento.

Lo hicieron excelente — habló Ranpo desde un radio — Les dije que poseían un grupo de refuerzo externo.
— Gracias por las indicaciones Ranpo — Contestó Yosano — ¿Los niños?
Naomi y Higuchi los están teniendo, no se preocupen por eso — Respondió mientras de fondo se escuchaban algunas risas de los niños.
— Entendido — volteó a ver a Atsushi — vamos, ya terminamos aquí, debemos ir a respaldar al resto.

Atsushi solo asintió y siguió a la pelinegra.

Antes de acercarse al almacén donde estaban Akutagawa y Kyouka, Yosano se detuvo abruptamente, tomando de sorpresa a Atsushi.

— Yosano-san ¿ocurre al-? — se detiene a mitad de su oración al notar el cuerpo de Tanizaki, inconsciente  tirado en el piso.
— ¡Tanizaki!— Yosano se acerca corriendo al cuerpo del pelirrojo seguido por el albino.

Yosano le indica que vaya a ver al almacén, que ella se ocupará de sanar a Tanizaki.
Atsushi se apresura a llegar, pero al asomarse nota una escena desconcertante.

Los cuerpos del grupo criminal yacen sin vida en el lugar, lo que indicó que Rashoumon se encargó de todo o eso creía, pero lo que lo descoloca por completo es ver como Kyouka estaba tendida en el suelo con apenas moverse mientras Rashoumon merodea a su alrededor con claras intenciones de atacarla.

Casi por instinto, libera su transformación y corre para tomar a la Izumi en brazos a la vez que esquiva el ataque de Rashoumon.

— ¡Akutagawa! ¡¿Qué rayos te ocurre?! — grita molesto ya estando en una distancia prudente de Akutagawa.

El mencionado no responde y simplemente da un paso al frente.
Atsushi abre los ojos como platos al ver mejor a Akutagawa con la luz de la luna que se filtraba por el lugar.

El peli-negro tenía una expresión de dolor y enojo mezclados, pero lo más desconcertante eran unos hilos de color rojo, que iban desde sus muñecas y se perdían arriba entre la oscuridad.

— Vaya — habló una voz desde las sombras del almacén — No tenía en mente que vinieras tan rápido a salvar a tu pequeña espadachina, chico tigre — los hilos se movieron haciendo que Akutagawa retrocediera — aunque dudo que te pongas a luchar sabiendo en el estado que está — soltó una pequeña risa escalofriante.

Atsushi observó a Kyouka en sus brazos, con los ojos entre cerrados, una expresión de dolor en su rostro y varias heridas, algunas más profundas que las otras.
Apretó su mandíbula entrando en desesperación, no podía dejar a Kyouka en ese estado pero tampoco podía dejar a Akutagawa y huir.

— ¡¿Quién eres?! — gritó mientras acomodaba mejor a Kyouka en sus brazos.

— ¿Yo? Soy un simple titiritero — las cuerdas que tenían bajo control a Akutagawa se movieron nuevamente — Como sea...si quieres que ustedes tres salgan ilesos... — los hilos se movieron pero estaba vez liberando a Rashoumon — Tráeme al niño.

Rashoumon se abalanzó contra Atsushi, haciendo que este retrocediera y esquivara la mayor cantidad de ataques posibles.

El albino estaba entre la espada y la pared, tenía a Kyouka herida y casi inconsciente entre sus brazos mientras el peli-negro estaba siendo controlado por una habilidad que lo tenía a su merced.

De pronto, un disparo se escuchó en el lugar, haciendo que el movimiento de los hilos se detuvieran.

— Pero que tenemos aquí.... — Nuevas voces se escucharon en el lugar, alertando a Atsushi y Akutagawa.

En su campo de visión tomaron forma Kunikida y Dazai que esperaban alertas el próximo momento de ese maniático titiritero.

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Hey hey hey \(^^)/

¿Cómo están gente bonita? Espero que bien.

Aquí les traigo otro capítulo, el cual es el antepenúltimo de la historia.
Las cosas se pusieron tensas y veremos cómo se soluciona en el siguiente capítulo.

Gracias por leer y nos vemos la semana siguiente^^
Bye bye~

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