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Chapter 18: aftertaste.


YeJi cantaba alguna canción que no reconocían, arrastrando sus palabras, intentando caminar bien, mientras se apoyaba sobre Lia.

Los cuatro chicos, por el medio de la calle, a las 5:30 de la mañana y el sol de a poco intentando salir.

JeongIn había pasado algo de frío con su camisa en forma de top y su falda, junto a las medias tipo red; pero por supuesto, HyunJin tenía un abrigo, y se adueñó del mismo, llenándose de su perfume.

Mientras el contrario tenía unos botones desprendidos —JeongIn lo hizo, claro —, la camisa salida de sus pantalones y caminaba con una mano en su bolsillo, y la otra entrelazada con la de su novio.

—Joder, ¡HyunJin! Ya puedes enseñarme a manejar.

—Cuando puedas pararte derecha, hablamos.

Las risas no faltaban cuando ese cuarteto se juntaba.

Gracias a que HyunJin no había tomando realmente, en su auto llegaron hasta la casa de los Hwang, donde volvieron a ayudar a YeJi a caminar.

—¿Saben? No estoy tan ebria.

—Tu aliento no dice lo mismo —respondió Lia. —¿Vodka de frambuesa?

—Es dulce, no pueden culparme.

—Bien, Lia, ¿Podrás con ella? —un hermano mayor preocupado preguntó, y ante la respuesta afirmativa de la chica, se relajó. —En ese caso, llevaré a Innie a su casa.

—Adiós, Lia, ¡Adiós, YeJi!

—¡Adiós!

—Tus vecinos no deben escucharlo —regañó la menor, llevándola hasta el interior de la casa.

Al encontrarse bastante cerca, ambos chicos volvieron a entrelazar sus manos y caminaron por la calle desierta.

—Muy buena noche —habló JeongIn.

—Realmente lo fue. Ahora puedes decir en tu instituto que Yang JeongIn está ocupado.

Rió. —¿Eso crees que haré?

—No es novedad que muchos quieren ligarte, In, sería bueno que sepan.

—Oh, claro, tu ego interminable —corrió un mechón de su rostro. —Pero tranquilo, también me ocuparé de dejar en claro que me perteneces.

—Eso no me molesta en lo absoluto.

Siguieron caminando, y en poco tiempo ya se encontraban frente a la casa de JeongIn.

Por supuesto ninguno de los dos quería despedirse, luego de una noche tan especial. Realmente, cada que se veían, era muy difícil quitarse las manos de encima.

Puchereó. —La tradición es follar hiper fuerte luego de una fiesta así.

—JeongIn... ¿Mi auto, lo olvidas? —rió. —Te he hecho mi novio allí.

—Pues sí, pero...

—Pero nada —tomó sus mejillas y le dió un pequeño beso. —Ánimos, montaste como los mejores y te dejaste dominar, deberías estar contento.

—Contento estás tú, imbécil —aprovechó para robarle otro beso más y quedarse con su abrigo. —Quiero que sepas que le diré a JiSung.

—Ya tiene suficientes razones para matarme, una más no hará daño —permaneció en las escaleras, mientras JeongIn ingresaba. —Nos vemos pronto, novio.

—Adiós —sonrió coqueto y luego cerró, finalmente, la puerta de entrada.

Un largo suspiro salió entre sus labios, mientras estiraba su cuello, y hacía sus hombros hacia atrás.

𝑩𝑬𝑻𝑾𝑬𝑬𝑵 𝑼𝑺 ─hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora