𝑩𝑬𝑻𝑾𝑬𝑬𝑵 𝑼𝑺 ─hyunin

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Chapter 5: texts.

Las voces que provenían desde los pasillos de las habitaciones, hicieron que HyunJin se despierte y sea imposible volver a dormirse.

Ya era lunes, y seguro YeJi estaba preparándose para ir al instituto, y a la vez chismoseaba con su madre, o hablaban de la graduación.

Tenía que ser alguna de las dos.

Se tomó una ducha rápida, necesitaba algo para despejarse rápidamente.

Y qué mejor que su energética hermana menor.

—¡HyunJin! Hola, ya tengo chófer, olvídalo mamá —dijo, haciendo reír a su madre. —ven siéntate.

Hizo caso, acompañando a YeJi en el desayuno.

—Quiero ver cómo todos hablarán de la fiesta hoy, fue increíble.

—Lo fue —mencionar la fiesta no ayudaba en eso de despejarse del problema llamado Yang JeongIn; pero era tan fuerte, que ya ni siquiera peleaba en contra de ello, debía aceptarlo.

—Ok, quiero llegar temprano, para ver algo, ¿Me llevas?

Asintió y ambos salieron hasta el auto, arrancando y comenzando el camino.

Se sentía un niño de cinco años que pensaba en el mismo héroe todo el tiempo, o en la misma caricatura; sólo que en vez de eso, en tener sexo con el mejor amigo de su hermana.

Y no sólo eso, sino que lo había disfrutado demasiado, y además, pudo haberle tratado mejor al otro día.

En fin, podría hablar con él luego, pero no estaba muy seguro de qué decirle, cómo mirarle a los ojos como si no se comieron entre sí, y no le folló con ganas.

—Detente, detente —indicó YeJi, ya frente al instituto. No entendía en verdad, y tampoco le importaba mucho. —¡Lo sabía, lo sabía! ¡Sí! Mira eso, Hyun.

Hizo caso, y no pensó que se le vendría el humor abajo.

JeongIn caminaba muy sonriente junto a Bang Chan.

¿Y qué podía tener de importante? El momento en el que JeongIn movió su mano para despedirse, Chan la tomó y lo besó como si nada.

Y no fue un beso común, el muy imbécil tomó la cintura del pelirrojo con ambas manos y lo atrajo a él, abriendo su boca.

JeongIn se limitó a mantener ambas manos en su pecho, y no rodearle la nuca.

«Como hizo conmigo. Seguro quería sentirme más que a ese» pensó serio, mientras su hermana se estaba muriendo por dentro de la emoción.

Pero en la manera que JeongIn limpió sus labios frente al australiano y lo dejó embobado, simplemente le hacía hervir la sangre.

—Ese es mí mejor amigo, ¡El mío! —YeJi salió del auto. —adiós, te amo.

—Y yo a ti —arrancó ni bien cerró la puerta, y salió de ahí.

—¡Eres un genio! —exclamó YeJi abrazando a JeongIn por los hombros, caminando con él ya dentro del lugar.

—No exageres, fue una noche.