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-no- dijo Christian con firmeza.

Había llegado con su esposa hace varios minutos, echando humo por boca y nariz, entonces su ira subió un poco más al saber la decisión que su hija había tomado.

Por supuesto Alex había dicho que si a casarse con él griego, eso era lo que siempre quiso, por nada en el mundo diría que no.

-papá!!- se quejó Alex desde la cama.

-tu no hables, no debías moverte de tu habitación- le regaño su padre.

-no es mi culpa, solo baje por un vaso de agua- se defendió.

-pudiste haber llamado a alguien- le dijo. Alex sabía que diría eso.

-la casa parecía estar sola- se encogió de hombros- ustedes donde estaban?- preguntó, su padre esquivo sus ojos.

-conversando- contestó algo incómodo.

-yah- dijo Alex comprendiendo que clase de conversación era esa.

-aun así no debiste venir con él- regañó su padre.

-él fue quién me trajo!!- se defendió.

-no estamos llegando a ningún lado- dijo Ana- estás segura de la decisión que tomaste hija?- le preguntó sentándose a su lado en la cama

-muy segura- dijo feliz, Ana miró a su esposo. Christian dejó salir un suspiro derrotado, nunca iría en contra de la felicidad de alguno de sus hijos.

-esta bien les doy mi bendición- dijo Grey, Alex sonrió aún más- y hasta que se casen seguirás en nuestra casa, así que vamos- dijo tomando a su hija en brazos, sin darle tiempo a que él griego se opusiera

-puedo caminar, no estoy paralítica- se quejo Alex por el pasillo.

-estas muy delgada- dijo Christian ignorando su comentario- casi ni pesas- agregó saliendo de la casa donde los esperaban Taylor y Franc.

Ana subió con su hija en la parte de atrás y Christian de piloto, sus escoltas iban en otro auto, Alex solo se pudo despedir de su ahora prometido.

-cuando lleguemos a casa comerás algo y tomarás las medicinas- le dijo su madre, Alex asintió un poco distraída jugando con él anillo de compromiso que Bastián le había dado.

No podía estar más feliz.

[····]

-250, no más- dijo firme Alex.

Estaban preparando su boda y como ya era una tradición entre hermanos la boda se haría en un mes, el griego estuvo más que encantado con la decisión, de ser por él ya estuvieran casados.

-deberemos sacar a mucha gente entonces- dijo Elena. Ella se molesto mucho con su nieta por lo que hizo, tuvieron una gran discusión incluso, llegando al punto de Camill irse y no saber dónde estaba, pero no le preocupaba, sabía que volvería a pedirle dinero, su nieta no sabía hacer nada.

-a cuantos pretenden invitar?- preguntó Alex.

-unas 500- contestó Mia.

-son demasiadas- dijo Alex- 250 no más- dijo firme.

-ya lo arreglaremos- dijo Ana. En lo único que estuvieron de acuerdo rápido fue en que la boda fuera en su casa.

-bien, Ava tendrá el vestido listo junto con él de dama- dijo Elena- y la agencia de Mia de banquetes se encargará de la recepción- todas asintieron y minutos después se despidieron para dejar que Alex descanse.

No podían olvidar que debía hacerlo, aun con todos los preparativos que tenían por delante.

Cuando atardecía Bastián llegó a la mansión Grey mientras los padres de su prometida salían, estos irían a la casa de Ted, ellos cuidarán a su nieta esa noche y él griego se encargaría de cuidar a Alex.

El griego subió hasta la habitación donde estaba su prometida, encontrandola plácidamente dormida. Se acercó hasta su cama sentándose en la orilla donde acarició su mejilla con ternura haciéndola despertar.

-hola- dijo un poco adormilada.

-hola, lo siento, no quise despertarte- se disculpó.

-está bien- dijo sentándose en la cama tallándose lo ojos como una gatita.

-cómo te has sentido?- le preguntó.

-mucho mejor, pero aun no me dejan levantarme de la cama- contestó- y me la paso aburrida aquí en la cama- se quejó.

-bueno, puedo ayudarte a que esta noche no sea aburrida- dijo con picardía inclinándose para besarla de forma casta.

-eso me gustaría - susurro ella.

-si?-

-si, mucho- aseguró tomándolo del cuella de la camisa para pegarlo a su cuerpo.

Se dejó caer en la cama con él encima besándola con ardor. Las manos de él bajaron hasta su rodilla para subirla hasta su cintura, para volver a subir su mano hasta la cintura de ella, subiendo la fina bata en el proceso.

-te amo tanto- susurro él embriagado por aquel momento que compartían.

-yo a ti, te amo Bastias- correspondió mirandolo a los ojos, se sentía tan bien y liberador poder decírselo al fin.

Bastian sonrió fascinado con aquellas palabras, volviendola a besar con ardor y deseo. Los hizo girar en la cama haciendo que quedara sobre. Dejó su boca para poder respirar y empezar a saborear su piel, mientras bajaba las mangas de su bata, entonces algo hizo clic en la mente de Alex haciéndole recordar algo.

-NO- gritó deteniéndo lo en su tarea de desvestirla y cubriendo sus ojos.

-Alexia que pasa?, por que me cubres los ojos?- preguntó confundido intentando quitar la mano de esta de sus ojos.

-no quiero que me veas desnuda- dijo, él griego frunció el ceño.

-thea mou, no es la primera vez que te veo sin ropa- le recordó.

-no lo es, pero mi cuerpo no esta igual que antes- dijo. Para reanimarla tuvieron que usar el desfibrilador y las paletas le provocaron quemaduras en su cuerpo que tardarían en desaparecer, no quería que Bastian las viera.

-a qué te refieres exactamente?- preguntó confundido.

-que posiblemente ya no te guste como este- dijo bajando de sus piernas para darle la espalda.

-sea lo que sea, no cambiará mi convicción de que eres perfecta, en todos los sentidos- aseguró haciendo que lo mirara.

-no puedes estar tan seguro de eso- le dijo.

-entonces déjame ver para asegurarte lo- dijo, Alex negó- por favor mi diosa, déjame ver- le pidió.

-no quiero que eso cambie como me vez- dijo temerosa, nunca se había sentido insegura con su cuerpo, siempre le gusto, pero ahora esas marcas, la hacían ver horrible.

-no lo hará- le aseguro de nuevo- nada me hará cambiar de opinión, nunca dejaría de amarte Alexia


Alexia GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora