Capitulo 4

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Así que ahí estaba yo, caminando sin ningún rumbo y sin las ganas de ir a mi casa, darle la noticia que mandé a la mierda el trabajo a mi madre iba ser complicado, así que preferí caminar hasta que se haga de tarde o yo que se.

Llegué a un parque y me senté en una banca, saqué mi móvil y vi la hora, eran las 11:00 AM, re temprano para mí, pensé que mi día iba ser más largo.

Guarde mi móvil y cerré por un momento mis ojos, mientras me recostaba en el respaldar de la banca y sentía la suave brisa de primavera golpear mi rostro, me sentía relajado, mi omega estaba relajado, por fin ambos estábamos descansando del estrés que sentíamos por los olores y la egosentricidad de cada persona en esa empresa.

Espero no volver jamás a ese lugar.

Escuché un derrapado de coche así de la nada, abrí mis ojos y voltee a ver hacia el lado de la calle, era un Lamborghini de color blanco y de full Tunit, me quedé sorprendido ya que era la primera vez que veía un auto muy bonito y de mucha clase, normalmente en estas calles casi no se ven estos tipos de cosas, que este lugar es humilde, no un lugar donde la gente tiene tanta plata.

La bocina empezó a sonar, era como si estaba llamando a alguien pero nadie se acercaba, nuevamente la volvió a sonar pero aún nada. Hasta ya cansado, abrió la ventanilla del conductor y juro por todo lo que existe en este mundo, que todos los colores de mi rostro se fueron a la muy concha de la vieja de mi vecino.

Era el puto presidente de Tu Imagen y exactamente me estaba mirando a mi, con una cara del orto y con un enojo claramente notorio, maldije a lo bajo, tome mi bolsón y me largue, lejos de él y en tratar de perderlo.

Llevaba 3 cuadras caminando hasta que cuando iba pasar hasta el otro extremo de la calle, el puto auto del pelotudo del presidente se detuvo a casi de atropellarme, sacándome un susto de muerte.

—¡La re puta madre!— Grite en voz alta— Flaco, ¿Qué mierda pasa contigo? Por poco me matas— Nuevamente bajo la ventanilla del auto y ¡Mierda! Un fuerte olor a Menta llegó a mis fosas nasales, era un olor asquerosamente horroroso, tanto así, que mi omega estaba a nada de vomitar— ¿Y que onda con tus putas feromonas? Estás apestando toda la calle.

—Tu pelotudez me tiene así, te había dado la indicación que te quedarás con mi socio mientras arreglaba lo de tu puesto, sos un gil que no capta las indicaciones y más de un alfa— Su olor provenía por su enojo, y lo peor es que lo ocacacione yo. Suspiró para calmarse y me miro— Sube al auto, vamos a la empresa.

—No quiero...— Dije con seriedad, había dicho que no iba volver a ese lugar de mierda y así lo iba hacer.

—Señor Tomás, entra al puto auto...— Otra vez se estaba volviendo a molestar— Hablaremos sobre tu puesto, entra.

—Ya dije que no, no volveré a una empresa donde lo que más importa es el ego y en hacer mierda a las personas como yo, así que no.

Nuevamente el suspiró y con una expresión ya de cansado...

Entra al maldito auto, ahora— ¡Mierda! Su puta voz de alfa, sentí como mis piernas iban a colapsar y como mi omega se ponía de rodilla, por suerte no iba hacer eso, no soy tan pelotudo como para hacerlo.

Pero como por mi naturaleza tengo que ser un sumiso y más cuando un alfa utiliza esa voz, pues no tuve de otra que entrar al auto. ¡Maldito alfa! Joder.

Me senté en el asiento del copiloto y baje la mirada, me sentía tan humillado por acceder de esa forma, ahora que pensará de mi este pibe...

—Muy bien, que te costaba— Ahora ya lo sentía más tranquilo, me abrochó mi cinturón y encendió el auto— Ahora vamos a la empresa, que te tengo buenas noticias— Y empezó a conducir, hacía el lugar donde los olores me daban náuseas y los egos eran re enormes.

Un torpe, Un delicioso olor~♡ (PedritoVM × Robleis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora