CAPÍTULO CUATRO

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-¿Muerte?-

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-¿Muerte?-

Y... Aquí estaba. En la soledad de mi habitación.

Una parte de mí se decepcionó un poco pues se supone que a esta edad la gente va a fiestas, socializa o tienen novio mientras que yo... Bien, con salud (espero).

Toda la decepción se evaporó a la velocidad de la luz y quedó sustituida por una gran curiosidad al recordar que a pocos pasos se encontraba la carta que habían dejado en mi casa hacía unas cuantas horas atrás.

Fui hasta la mesita de noche y del cajón saqué la carta que tenía (la primera nunca la encontré y la segunda desapareció misteriosamente).

Hmmm HMMM

Todavía no había tenido oportunidad de abrirla ya que la escondí para que papá no la viera pero el momento había llegado.

Detallé ahora más su envoltura, similar a las que había visto en días anteriores, negra y con letras rojas.

¿No querías conocerme?

Leí nuevamente lo que estaba por fuera y no pude evitar el escalofrío que sacudió mi cuerpo. Sin darle más vueltas, la abrí.

El papel tenía las mismas manchas de sangre que tenía la primera y sus palabras eran ilegibles para mí pero está vez decidí investigar más.

Me acerqué a mí escritorio con la carta entre las manos y un leve temblor en ellas. Me senté en la silla y abrí la laptop para buscar el idioma en el que fuera que estaba escrita la carta.

Empecé a copiar cada letra, coma, punto, apóstrofe y tilde que se cruzaba en ese texto, no era muy largo pero mi curiosidad e impaciencia no se llevaban muy bien.

Cuando le di al buscador me apareció que el idioma detectado era el.. ¿Ruso? Lo que menos me importó en ese momento fue el idioma, lo que yo quería saber era el significado y ahí estaba:

¿Te has preguntado alguna vez qué significa la muerte?

¿No? Te lo diré...
La muerte es algo inefable, eterno, etéreo e indeleble. Está claro que esto no la priva de su belleza y misterio. Pensé que alguna vez querrías conocerla.

09/04/89

SH.

¿Qué? ¿Eso era todo? Si antes no entendía nada, ahora menos. Lo único que logré rescatar fueron esos últimos números, parecía una fecha... La misma fecha de hoy solo que hace treinta y dos años.

Primero, ¿Alguien se metió a mi casa solo para dejar una carta que trata sobre la muerte? ¿En serio? Segundo, ¿Por qué estaba en ruso? ¿Por qué no simplemente escribir en español y ahorrar un poco de tiempo? Tercero, ¿Por qué hablar sobre muerte? Me parecía un tema deprimente, la verdad. Cuarto, ¿Por qué desaparecieron presisamente las cartas que llevaban el nombre de mis padres?

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