𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏

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El asesino seguía suelto. Llevaban casi tres semanas tras él y no tenían nada. Cada vez desaparecían más ciudadanos, los números aumentaban peligrosamente y en cierta parte aterraba tanto a los otros ciudadanos como a los agentes de policía.

Las noticias estaban a estallar con noticieros de gente fallecida por el asesino de payasos.

Decidieron asignarlo así puesto que todas sus víctimas terminaban con su rostro rajado como payasos. En más de una ocasión también les escribía con -naturalmente- una navaja en alguna parte del cuerpo un "clown".

Debido a ese caos los agentes a cargo de la investigación comenzaron a hacer jornadas nocturnas completas junto a sus compañeros. Eso por lo visto calmó un tanto al criminal, puesto que los asesinatos disminuyeron, por no decir que ahora eran nulos.

Ahora los cuatro agentes a cargo se encontraban en el despacho del rubio, discutiendo respecto al tema.

— Deberíamos de mantener todo el equipo alerta, no sabemos cuándo aparecerá la próxima víctima. —  Comentó el de capucha negra, quitándose esta para remover su suave cabello

— No debemos de exponernos tanto. ¿Y si su próxima víctima es el binomio de un Z? — Contradijo el Ruso

— Pero tampoco podemos dejar que maten a más ciudadanos. ¿Y si está esperando a que bajemos la guardia? — El de barba colocó su mano en su frente, negando con la cabeza por lo dicho por el Ruso — Volkov, no podemos arriesgarnos a eso. Debemos encontrarlos cuanto antes.

— ¿Y si solo es uno? Joder, tiene toda la pinta. Sé que es prácticamente imposible el hecho de que todo esto lo haga un solo tío o una sola mujer, pero da todas las de pensar que es así. — Interrumpió el de cresta — Y para ser solo uno, tiene que ser un puto pirado mental en toda norma, joder. Se ha estado cargando a dos civiles por semana, ¿cree enserio, Viktor, que podemos permitirnos bajar la guardia? — regañó, viendo la furia que le provocaba al de cabello gris ver la realmente complicada situación.

— Pero, al menos, no debemos explotar tanto a los agentes. Algunos hacen horacio nocturno, de tarde y hasta mañana. Cuánto descansan, ¿dos horas? ¿una? Joder, así va a ser peor. Esos agentes caerán enfermos y estaremos en bajas fuerzas. Quizá ahí puedan atacarnos a nosotros con más facilidad. ¿Cuánto creen que tardará en secuestrar, torturar y matar a un agente? — Volvió a contradecir el hombre de casi dos metros.

— Pues por lo menos necesitamos que resistan un poco más. De momento no hemos tenido ninguna baja, y esperemos que siga así por lo menos un par de días. — Respondió Greco en defensiva.

Volkov analizó con la mirada a cada uno de los tres agentes presentes, deteniendo su mirada en el rubio.

— Gus-- Fred, ¿se encuentra bien? — Preguntó llamando la atención de los otros dos agentes quienes giraron inmediatamente su mirada al nombrado.

Gustabo aún llevaba su pasamontañas puesto, pero por los huecos de los ojos se podían apreciar las grandes ojeras debajo de sus ojos color zafiro y su vista cansada. Su cuerpo no se veía muy firme. En ese momento todos los agentes presentes cayeron en que el inspector fue el que más turnos hizo en toda la comisaría por casi dos semanas completas, apenas teniendo unas pocas horas de descanso para volver al trabajo para controlar toda la investigación.

— Hostia, Fred, me cago en dios. — Dijo preocupado el de cresta retirando el blanco pasamontañas de su hermano — me cago en todo, ¿estás bien, Gus?

El rubio quedó algo en shock cuando retiraron su máscara y pudo apreciar mejor todas las miradas clavadas en él.

— Sí, estoy bien. Todavía no he tomado mi descanso, eso es todo. Cuando termine la reunión me quedaré con los agentes de jornada nocturna y cuando venga Dan iré a tomar un descanso. — Trató de tranquilizar a los demás compañeros, pero solo los preocupó aún más.

— Fred, sustituiré sus turnos por el día de hoy y mañana. — seguido de eso vio fijamente al Ruso — Quizá tenga razón, Volkov. Si metemos tanta presión pueden encontrarse así y tener que estar unos días en baja. Reduciremos los turnos, luego informaré a Conway de esto. — Todos asintieron menos el rubio, que negó.

— Greco, por hoy puedo terminar mi turno perfectamente. — El de barba negó. Iba a hablar cuando el rubio siguió — Si quiere, mañana puede cubrir mi turno, pero por hoy debo terminar mi turno. — Realmente esperaba poder convencer al de barba, de verdad necesitaba seguir con su jornada natural.

— Por dios, Fred, no me jodas. — Se interpuso el oficial de cresta agarrándole de sus hombros para luego subir bruscamente sus manos hasta las mejillas para agarrarlas fuerte, quizá causándole molestia al rubio — Tío, parece que estas muerto en vida, tienes que descansar — Se acercó más al notar como su hermano trataba de alejarse del agarre — y no me vengas con tus tonterías de tus jornadas de mierda. Si es necesario te cubro yo toda la semana, no me había dado cuenta de lo mierda que vas.

— Horacio, porfavor... — El inspector finalmente se alejó de las manos de su compañero — Solo hoy. Los tres sabéis que aunque le propongamos a Conway que deje mi turno a mitad el negaría, independiente de mi estado físico.

Ambos comisarios se miraron junto al inspector con rabia. Sabían que era cierto.

— Дать согласие. Но не задерживайтесь дольше, чем должен, инспектор. Я дам знать Конвею, где он сейчас, чтобы он дал ему несколько выходных, Густабо. (De acuerdo. Pero no se quede más horas a las que debe, inspector. Le informaré a Conway el estado en el que se encuentra para que le dé unos días de descanso, Gustabo.) — Habló el ruso. Recibiendo toda la atención, puesto que nadie entendía su idioma natal. Greco sabía un poco, pero no mucho. Al ser consciente del idioma usado rectificó inmediatamente — Cuídese, inspector. Informaré a Conway para que le dé unos días o semanas de descanso.

— Con uno o dos días me servirá de sobra, Volkov. — Miró a los tres agentes preocupados. Tuvo una sensación de escalofrío, el cuál trató de deshacerse inmediatamente. — ¿Algo más para añadir respecto al caso? — Los agentes negaron

— Negativo. — Contestó el de barba

— 10-4, descansen entonces. Su turno por hoy ha terminado ya. — Se despidió saliendo del despacho. Siendo seguido por Greco, por lo que arqueó una ceja en modo que hable

— Mire que cosas, Fred. Justo para hoy solicité turno doble — Agarró al menor por el hombro atrayéndolo a sí mismo — por lo que solo no va a estar, inspector.

— Es usted un capullo. — Quejó haciendo reír al comisario, a lo que él simplemente sonrió pese que su pasamontañas cubría su boca

— No me sea como Conway, hombre. — lo apegó más a si mismo, haciendo que el menor extendiese su sonrisa — Vamos a dar por culo a los alumnos, que están muy tranquilos teniendo en cuenta la situación.

𝑷𝒓𝒐𝒑𝒊𝒂 𝑪𝒂𝒛𝒂. / 𝑮𝒖𝒔𝒕𝒂𝒃𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora