Nuestro día comienza con nuestro joven protagonista encerrado en una jaula, todo su cuerpo dolía de una manera impresionante, en sus piernas habían muchos moretones y raspones, algunos ya estaban algo secos. Desde muy temprano que el se encuentra ahí entre los barrotes, soportando la temperatura tan alta de la isla, ya que posee un clima muy cálido a comparación a Londres, que tiene un clima algo húmedo.
El azabache se movía incomodo dentro de la jaula con su cabeza apoyada en uno de los barrotes para poder relajarse un poco del calor. A lo lejos se empezaron a oír unos pasos calmados y seguros, nuestro protagonista siempre tuvo un sentido auditivo más desarrollado que el resto de las personas, Lucifer creía y cree que aquello era uno de los tantos superpoderes que tenia su hermano mayor.
Lucifer... Me pregunto como estará...
- Bien bella durmiente, abrí tus ojos, tenes que comer algo- hablo una voz.
Sin ganas, pero muerto de hambre, abrió sus ojos y miro a por donde venia aquella voz algo grave. Era Félix.
- No gracias, no tengo apetito y no me apetece comer algo en estos instantes -mentiroso, internamente se maldecía, haría cualquier cosa por comer algo.
- Dale Draegan... No hace falta los modales acá en Neverland, pero si estas frente a Pan si, porque es el rey -dijo el chico sentándose en el suelo del otro lado.
- Pelotudos -maldijo por lo bajo el azabache.
- ¿Eh? -preguntó confundido Félix.
- ¡Pelotudos! ¡Eso fue lo que dije! -gritó furioso- acá solo hay pura gente imbécil, no saben como tratar a las personas, ala gente no se le meten en una jaula como a un animal.
Airado por su situación, en sus ojos avellana se crearon nubes que volvieron borrosa su vista del joven que se encontraba al otro lado. Sus mejillas junto con la punta de su nariz se tornaron de un color rojizo. Con todas sus fuerzas retenía el llanto, no quería lucir débil frente a la mano derecha de su secuestrador.
Pero fue imposible, pestañeo para remojar sus enrojecidos ojos y con ello las lágrimas empezaron a bajar, sorprendiendo al contrario, quien al verlo en aquel estado dijo:
- Hey... Tranquilo... -habló el chico pasando una de sus manos para apoyarla en el hombro del contrario para demostrar algo de apoyo.
- ¡Como podes decir eso! -exclamó explotando aun más en lágrimas- Ustedes me separaron de mi hermanito, me alejaron de el ¡Y ni siquiera se como esta! ¡Como habrá reaccionado al no poder verme junto a el!.. Me... Me separaron de mi responsabilidad...
- El no es tu responsabilidad, puede cuidarse por si mismo... Tu eres tu propia responsabilidad... -contestó más tranquilo al ver como sus lágrimas paraban un poco.
- No entiendes... No puedo dejarlo solo... -sollozó- La abuela morirá en cualquier momento por su condición y... Tengo miedo que el quede solo o que vaya con el resto de los estúpidos que llevan mi apellida y el de mi madre...
- Draegan... Mírame...
- Qué...
- El va a estar bien, sea donde quiera que esté o a donde vaya con tu familia, el seguirá siendo un niño bueno... Y probablemente haya gente del bien en tu familia... -sonrió quitando la última lágrima de su mejilla- ¿Querés una manzana?
- Dale, pásame una roja...son más ricas.
Felix no respondió ante el comentario del prisionero de su jefe, con su mano derecha , en donde estaba la manzana roja, la pasó por los barrotes y le dio su fruta al encarcelado. Con una enorme sonrisa decorando el rostro del azabache, este le dio una buena mordida, disfrutando el sabor del fruto que yacía en sus manos.
- ¡Dios moría de hambre! -comentó con emoción y con la boca algo llena de manzana- No puedo creer que una manzana se me haga algo exquisito... Y eso que probé otros tipos de comidas...
- ¿Qué tipos de comidas? Si se puede saber, claro... -preguntó Félix dándole una mordida a su manzana.
- Siempre viajaba con mi tío cuando era más pequeño... Una vez fuimos a Argentina donde vivían unos amigos de mi madre y su hermano James... ¡La comida de allá es riquísima!
Un objeto caliente apareció en la mano del chico de cabellera negra, provocando que este por el calor repentino en su mano libre, soltase el objeto.
El cuál resultó ser una empanada.- ¿Qué es? -preguntó curioso el muchacho que se encontraba al otro lado.
- Es... Es una empanada, creo que encima es de carne... -informó el chico sin mirarlo, puesto que estaba incrédulo por el objeto que yacía en su pierna, que, anteriormente se encontraba en su mano libre, la cual estaba un poco rojiza por la leve quemadura- Pero la pregunta es... ¿¡Cómo llegó a mi mano?!
- ¿Qué no te sabés el cuento? -extrañado preguntó Félix- Según Pan, vos te sabés muchos cuentos a la perfección, hasta el del mismísimo Peter Pan.
- Tiene razón, me se varios cuentos... Pero nunca supe esta clase de "Peter Pan" existiera, tampoco sabía que en Neverland con tan solo imaginar algo aparece en tus manos... En fin, agarrala y probala...
Y así, el encarcelado pasó la tarde divirtiéndose con la mano derecha del rey, quién extrañamente no había aparecido en todo el día. Félix en algunos momentos se iba para poder ayudar a los niños perdidos que necesitaban de sus consejos y enseñanzas. Y cuando volvía con él oji-avellana, este lo esperaba con alguna comida en mano para que la probase y dijera su opinión acerca del alimento.
- ¿Qué es lo que hacen? -preguntó con seriedad una voz de la nada, provocando que se asustacen un poco.
- ¡Hey Pan! -saludó Félix, levantándose del suelo y yendo con su jefe para estrechar manos.
Cosa que aceptó, pero aún su rostro reflejaba algo de molestia.
-¡Les hice una pregunta! -contestó algo irritado- ¿¡Qué es lo que hacen?!
- Solo estamos pasando el tiempo, ni que fuésemos a morir, Pan. -respondió el encarcelado terminado de un bocado la torta frita que yacía en su mano.
Pan solo bufón irritado y se marchó de la escena, dejando que el rubio quedara a solas con el azabache.
- Bien, debo irme a trabajar ¡Nos vemos después Draegan! -y sin más, el también se fue.
Draegan, por otro lado, tenía sus mejillas levemente sonrojadas, aún tenía en su mente la imagen de Peter enojado. El, allí parado con los brazos cruzados, su ceño funcido y sus ojos esmeralda clavados en su persona. Aquello le resultó extremadamente atractivo de ver...
No puede ser...
¡El hijo de puta me pareció atractivo!Pensó Draegan tapándose la cara retandose internamente por sentir aquello hacía el.
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¡Hola!
Si, volví a escribir el capítulo dos de esta linda historia (para mi, no sé si para ti también querida persona). Hice esto ya que de la forma que estaba escrita anteriormente... No le podía encontrar algo de bueno.Supongo que en aquel entonces cuando lo escribí pensaba en hacer un cambio y narrar en primera persona (cosa en la que soy un asco). Pero en fin.
¡Espero que les haya gustado!
Comenten si ven algún tipo de error ortográfico, y voten si les gustó.

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𝐦𝐢 𝐧𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐞𝐬 𝐏𝐞𝐭𝐞𝐫 ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ ʳᵒᵇᵇⁱᵉᵏᵃʸ
FanfikceDraegan, hijo de Killam Jones, alias el capitán garfio, se enamora del enemigo de su "padre", un demonio sin poder comprender aquellos sentimientos que aparecían gracias a la precensia del azabache, ¿Será que por fin Peter Pan se estará enamorando? ...