capitulo VIII: Bienvenido a casa... Lucifer.

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Ahí estaba el, mirando al segundo hijo de la mujer que alguna vez había amado con toda su alma, el pequeño de cabellos negros miraba con curiosidad al hombre de ropas raras, no era normal ver a un adulto vistiendo ropa de pirata y con un garfio en su mano, aunque en las ferias durante halloween se solían ver hombres y mujeres vestidos como piratas. Lucifer abrazó con más fuerza a ese extraño peluche de felpa que le había regalado su hermano mayor.

- Abuela.. -susurró el niño estirando las ropas de la anciana- ¿El sabe donde está mi hermano?

- Si pequeño, el sabe donde está Draegan -respondió mirándolo- Tu te iras con el, de ahora en adelante tu y tu hermano vivirán en su casa.

- ¡No quiero dejarte! -se quejo con lágrimas en los ojos, estaba claro que se pondría a llorar.

- Vamos Lucifer.. Obedece a tu abuela -habló ahora la ama de llaves.

- Prometo que no te pasará nada hijo mío.. -dijo con tranquilidad Uniek, acariciando la cabellera negra del niño.

El segundo hijo de Anne suspiro, abrazó aún más fuerte al peluche que tenía entre sus brazos y con pasos torpes y lentos se fue acercando al hombre vestido de pirata. Ya estando frente al adulto, este se despidió con la mano de su abuela y nana,  dirigiendo su verdosa mirada al hombre de ojos celestes que ahora se haría cargo de el. El pirata se despidió también de ambas mujeres que cuidaron a los hijos de Anabelle, Tomó con su mano y su Garfio las dos únicas valijas del niño, ambos caminaron hacia un auto de color negro, el pirata dejó las valijas en el maletero mientras que el niño abría con dificultad la puerta para poder subirse al auto. 

El hombre de cabellos castaños ayudo al niño, ya que este al estar abrazado a ese extraño muñeco de color azul, no podía ponerse bien el cinturón de seguridad, luego de ponérselo como debe de estar, el señor vestido de pirata se subió al auto, se puso el cinturón, encendió el auto y el viaje hacia el nuevo hogar del niño empezaba. 

- ¿Usted cree que ellos estarán bien allá? -pregunto la ama de llaves al entrar en la casa junto a su patrona- Digo.. ya que usted había mencionado que Draegan no era alguien.. Normal.

- Se lo que dije Hannah, no es necesario que repitas mis palabras -respondió Uniek yéndose a la biblioteca del lugar- Ahora por favor prepara un té con una tarta de manzana.

- Si señora

. . .

Ya era de noche, el sol había caído hace unas dos o tres horas, el castaño manejaba atreves de  una carretera en el medio de la nada, mientras que el niño que iba sentado atrás estaba dormido, aún abrazado a su extraño muñeco. A lo lejos se podía ver el inicio de un pequeño pueblo, el cual, en su entrada tenia un cartel con el nombre de "storybrook". 

A los pocos minutos de su llegada al pueblo, el hombre de vestimenta extraña estacionó el auto frente a una bella casa, de cual dos mujeres salieron en busca de niño. Una de las mujeres, para ser más específicos la de cabellera rubia, abrió la puerta de atrás, donde en los asientos un pequeño cuerpo pálido se encontraba descansando del tan largo y aburrido viaje. 

- Es como ella.. -murmuró la rubia- ¿Como está Uniek?

- Ella esta bien... Preocupada por Draegan, pensamos que el lo tiene atrapado -respondió el pirata cargando entre sus brazos al niño.

- ¿Y el? -preguntó ahora la otra mujer refiriéndose al niño.

- Según Uniek, no a parado de llorar y llamarle, nadie sabia como decirle que el personaje favorito de su hermano lo había secuestrado... Eso no es fácil de explicar Regina. -dijo el.

- Que es lo que haremos Killam -preguntó la rubia esperando algún plan del pirata.

- Eso lo hablaremos con los demás, no pienso repetir las cosas dos veces.. -en el tono de su voz se notaba un poco molesto- Lo único que quiero hacer ahora, es recuperar a mi hijo de ese maldito.

Killam cargó entre sus brazos al niño y entró a la casa, siendo seguido por las dos mujeres que lo habían recibido. Al entrar en la sala, ahí estaban todos, sentados en los sillones esperando la llegada del pirata junto al menor de los Strum.

Cada uno de los presentes en la habitación miraron con sorpresa al pirata, en realidad, observaban al niño que este traía entre sus brazos. El pequeño abrazaba con fuerza aquel extraño peluche azul y en su rostro, su pequeña nariz con un leve tono rojizo al igual que sus ojos, lo cuales se encontraban menos inchados.

- En una parte del camino.. Al parecer soñó con Draegan.. Estuvo llorando bastante por el -explicó Killam antes de que alguien preguntara.

- Pobre niño.. -murmuró una mujer de cabellos marrones y rostro amable- No me puedo ni imaginar todo lo que sintió al despertar sin su hermano..

- No te preocupes Belle, encontraremos al niño y lo salvaremos de ese monstruo. -habló ahora el hombre que estaba sentado junto a ella.

- Si, el Sr. Gold tiene razón. -habló Regina entrando a la habitación- Haremos todo lo posible para que Draegan vuelva a casa.

. . .

En otra parte

. . .


- ¿Que dibujas? -preguntó Felix acercándose al azabache.

- Algo -respondió aún con su mirada en el cuaderno- A veces no se necesita una razón para dibujar ¿Sabés?

- Lo sé -habló el rubio mientras se sentaba al lado de su nuevo amigo- ¿No tienes hambre?.. No comiste nada desde que Pan y tu volvieron..

- No tengo hambre, hace poco comí una manzana -dijo Draegan, por fin mirando a Felix.

Ambos amigos se sonrieron, Draegan siguió dibujando mientras que su amigo observaba el talento que poseía.

𝐦𝐢 𝐧𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐞𝐬 𝐏𝐞𝐭𝐞𝐫 ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ ʳᵒᵇᵇⁱᵉᵏᵃʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora