𝐦𝐢 𝐧𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐞𝐬 𝐏𝐞𝐭𝐞𝐫 ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ ʳᵒᵇᵇⁱᵉᵏᵃʸ

Capítulo XIII: La vieja Bruja.

Hace bastante tiempo que no le echamos un vistazo al pueblo de StoryBrook, donde nuestro pequeño Lucifer recide junto a su padre y otros personajes de cuentos infantiles.

El infante corría por toda la casa, siendo perseguido por la dama rubia llamada Emma Swan, quien con una toalla en sus manos perseguía al niño. Claramente había bañado al niño y este, para molestar, escapó de la bañera al primer indicio de que la muchacha se había desconcentrado.
De la nada, la puerta principal se abre con una gran fuerza, espantando a los presentes, era Regina quién había abierto la puerta.

— ¡Regina! ¡Existen los timbres! ¿Sabés? -exclamó Emma atrapando por fin al niño.

— Si, si, lo que vos digas -respondió la morocha, teniendo un bufido por parte de la rubia, quien con la mirada la siguió.

— ¿Qué haces acá? -preguntó envolviendo al revoltoso, quien pataleaba para liberarse.

— Necesito que llames al resto del equipo, esto es importante y cree que a todos les gustaría saber... -al terminar su hablar, una vieja tapada de pies a cabeza entro a la recidencia. Traía un libro entre manos, sin olvidar el bolso a un costado suyo que parecía estar muy, pero MUY sucio.

— Bien, pero quédate con Lucifer... Cámbialo si podés -tan rápido como Regina entró, ella salió en busca del resto.

La morocha miró al pequeño, este solo miraba expectante a la anciana, según el, en su pequeña cabecita, esa vieja rara le parecía muy conocida. Pero no recordaba de dónde.

Regina se agachó en frente al mocoso, como ella solía llamarle, capturando su atención.

— Hay que vestirse mocoso, si no te enfermas y tú hermano se enoja -dijo cargando al nene entre sus brazos, sin contar que en su rostro había una mueca de desagrado total.

— ¡Querida! ¡Para que tanto Show si con un chiz chaz el nene ya está vestido! -expreso la anciana dejando sus cosas en el suelo, literalmente las tiro al piso.

Tal y como dijo la anciana, está chasqueó sus dedos y de un "chiz chaz" el nene estaba vestido como un príncipe total, aunque también era ropa cómoda para que pudiera jugar tranquilo y sin incomodidad.

— No sabía que se podía hacer eso -dijo la morocha dejando al lucifer en el suelo.

Antes de que las brujas pudieran hablar sobre echizos poco conocidos pero verdaderamente útiles, todo el grupo que una vez salvó a Henry de Pan, había aparecido en la puerta, con Henry incluído.

— Ya estamos acá -dijo Emma entrando primero a su casa.

— Dale, decime que necesitas, no tengo todo el día para gastarlo en una vieja salida de la zanja -habló algo irritado el Sr.Gold.

Bella le pegó en el brazo debido a su forma de hablarle a Regina, puesto que todos sabían que ella era la que más buscaba una forma de salvar al muchacho prisionero de Peter Pan.

— Les presento a Eunice, está mujer de acá es una bruja... Cómo yo -informó al ver que todos estaban adentro y la puerta se encontraba cerrada- Muy bien saben todos ustedes que YO soy quien más busca la solución para salvar al primogénito de Killan... Eunice es de nuestra ayuda, un pilar poderoso para que está operación acabe con éxito.

— ¿A qué te referís? -preguntó confundida Bella, puesto que ella no entendía porque era tan importante la anciana.

Tenía más pinta de loca que de bruja.

— ¡Ay querida! ¡Ya vas a entender! -chilló la vieja, de su bolso polvoriento sacó un cristal, este lo puso en el suelo y al reflegar la luz del sol, se pudieron ver una imágenes, la cuales con lentitud movían las extremidades de los personajes.