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En una casa de aspecto antigua pero elegante se encontraba 3 personas reunidas en un despacho elegante pero sombrío de colores oscuros pero lujosos, lo único que iluminaba el lugar era una lámpara de luz blanca que estaba colocado sobre el escritorio de color caoba de aspecto rustico.

Estaba con algunos papeles o otras carpetas que guardan información de la empresa Gelegher, sentados estaban Aníbal Gelegher, hijo mayor del dueño de unos 45 años de edad, aspecto reservado y ojos fríos y críticos, al ser el mayor tuvo que aprender que ante todo debemos de tener los ojos puestos en todo los aspectos, su piel pálida y cabello oscuro marcaban sus rasgos maduros y masculinos, se le podía notar algunas arrugas de la edad pero solo le daban un aspecto más sabio y dominante de carácter fuerte que se podían ver plasmados en sus ojos azules, el traje negro le caí en gracia completando su aspecto de empresario feroz.

Del otro lado estaba Alonso Gelegher, el hijo menor de unos 42 años de edad, también está ligado a las actividades de la empresa pero no tan intensa como su hermano mayor, sus piel pálida y cabello oscuro como su hermano son rasgos de los Gelegher que cada integrante desarrolla ya sea lo uno o lo otro o ambas cosas, su facciones masculinas pero relajadas le dan un aire perezoso o desinteresado, sus ojos azules oscuros están llenos de calma pero si te fijas bien puedes ver lo calculoso que puede estar calculando muchas cosas de ti.

Los hermanos Gelegher son conocidos como los As en los negocioso, uno con su inteligencia y astucia junto a la fuerza y determinación de otro han logrado elevar el imperio Gelegher en 15 años, dejándolos entre los mejores del país.

Frente a ellos se encuentra Alejandro Gelegher, padre de ellos y presidente de la Corporación Gelegher, a sus 70 años de edad el tiempo le ha pasado factura pero para bien, su cabellera anteriormente oscura como la noche se encuentra un partes nevadas por las canas, su rostro con algunas arrugas en el entrecejo, ojos y mejillas solo lo hacen ver más imponente y poderoso, sus ojos marrones están llenos de sabiduría y fuerza a hierro fundido que a muchos logra estremecer.

-Debemos de confirmar la compra de acciones de los Watson antes que los Grey quieran hacerlo antes- dijo el señor Gelegher con un tono autoritario pero calmado a sus dos hijos y socios principales.

-Conseguimos un acuerdo con el presidente de la compañía de los Watson padre- dijo Aníbal con un tono serio pero respetuoso a su padre- solo falta llenar los papeles y lo tenemos en nuestras manos- añadió

-Los papeles están listos y todo de forma equitativa pero logrando protegernos si pasa algo malo- dijo Alonso de forma calmada mientras entregaban una carpeta azul claro con las siglas CG en una esquina en color gris oscuro.

El señor lo tomo para empezar a leerlo, en ella dice que la empresa WyW entrega el 35% de sus acciones a la Corporacion Gelegher en un valor de 10 mil millones de dólares americanos, además se aplica que se entregaran el mismo día de la firma y que si algo llega a suceder como intento de estafa o falsificación de firmas, automáticamente la empresa se queda con las acciones sin tener que pagar nada a cambio, de igual forma que si se llega a firmar y no se deposita el dinero la empresa se queda con el dinero y entrega solo en 10% de ellas, el seños Gelegher sonrió ante eso ya que con solo unos porcientos de esa empresa puede duplicar el valor de ese porcentaje en unos años, quizás logrando llegar al dinero gastado.

-Muy bien, Alonso te encargaras de que este contrato sea firmado mañana mismo- dijo entregando nuevamente la carpeta al mencionado.

-Está bien padre- dijo asintiendo al pedido de su padre para tomar el contrato y colocarlo sobre el escritorio frente suyo, estaba confundido por la actitud de su padre ya que parecía un poco emocionado, ya que sobre su mesa se encontraba una copa de Whiskey caro y sus ojos parecían un poco más brillosos, además que estaba calmado y menor serio que los demás días.

Miro de costado a su hermano mayor, quien tenía una mirada inquisidora y curiosa, Aníbal al sentir la mirada de Alonso le devuelve la mirada por unos segundos demostrando que también se percató de esos sutiles pero obvio cambios.

El señor Gelegher aqueo ligeramente la ceja canosa al ver las miradas compartidas entre sus dos únicos hijos, se sintió conforme y contento de que sus hijos hayan logrado aprender el arte de mirar más allá de sus ojos y el de tener en cuenta cada aspecto en las cosas, estas acciones o cambios ligeros podrían haber pasado desapercibido para los demás, pero para ellos era cambios significativos y que se hayan dado cuenta de ello era una satisfacción grata, les había enseñado bien.

Así que con tomando su copa de Whiskey con una mano para moverla un poco y decir

-Se abran dado cuenta que estoy de un buen humor este día- dijo para darle un trago de su whiskey, la sensación fuerte y amarga recorrida su boca y garganta pero el sabor era increíble para sus paladares- pues ese motivo es sencillo- añadió para bajar su copa sobre su escritorio para juntar sus manos sobre su escritorio y con una sonrisa ligera pero amigable decir

-Agatha regresa a la cuidad- dice con un tono emocionado.

Los hermanos mostraron diferentes ante la información, Alonso parecía contento con la llegada de la pequeña sobrina que no veían desde hace 5 años, debe de haber cambiado bastante se dijo mentalmente, Alonso sabía que Agatha era una joven alegre y risueña que podía sacarte una sonrisa con sus palabras dulces y juegos ruidosos, esperaba que venga con madurez pero sin perder su sonrisa cálida y preciosa que siempre alegraba a su madre.

Por otro lado, Aníbal estaba sorprendido por la noticia, su pequeña hija estaría en casa en poco tiempo, cuando Agatha se marchó al ejército no fue de la manera más suave o amigable, fue todo un momento tenso por las palabras y acciones abusivas como dolorosas que destrozaron la confianza de su hija solo para cumplir una tradición familiar.

-Pero como lo sabes padre?- dijo Aníbal sin poder creerlo.

-Unos amigos de la base me advirtieron que el equipo de ella vendría de vuelta de Rusia mañana por la mañana- dijo para darle otro sorbo a su copa bajo la mirada de su hijo mayor, él sabía lo que paso con la partida de Agatha, sabe que fue difícil pero era por el bien de la familia, debía de seguir con la tradición y ninguno de sus nietos quiera hacerlo, asique tomo cartas en el asunto, lo malo fue que su pequeña nieta salió la elegida y partió a seguir la tradición.

-Eso es bueno padre, al fin la familia estará completa- dijo Alonso contento a pesar de la cara negra de su hermano ya que estaba consiente de todo lo que paso con ella.

Solo espera que la pequeña Agatha sea más fuerte para soportar la oscuridad que se viene.

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