Nox

12

En el comedor elegante donde las paredes oscuras en color humo que eran iluminadas por un pequeños candelabros que se dispersaban por el lugar y una colocada en el techo, la larga mesa estaba perfectamente arreglada como para 20 personas, los manteles de los más finos hilos del siglo XIX, los platos de porcelana y cubiertos costosos y bien pulidos estaban frente a cada invitado sentado en la mesa.

Diferentes platillos estaban sobre la mesa como ensaladas, guarniciones y diferentes menús para el deleite de la familia Gelegher, a pesar de no ser parte de la nobleza dicha familia podía dar crédito a que podía llega a su nivel sin problemas, los años de riqueza adquiridos con el tiempo y el estatus como renombre que poseían les permitía darse dichos lujos en la ciudad.

Pero el ambiente que dicho lugar debía de poseer no era la correcta.

Las personas pueden saber cuándo el ambiente puede ser tenso sin necesidad de participar en ella, las miradas entre todos y el silencio rotundo interrumpido por el sonido de los cubiertos chocar era lo único que daba vida a la comedor.

La familia permaneció en silencio degustando la cena de bienvenida sin poder animar una conversación entre ellos, mirando de forma discreta a la integrante que había llegado solo hace unos momentos a la casa, el recibimiento fue incómodo para la mayoría, solo los adultos pudieron dar un saludo como una abrazo y palabras animadas que fue respondido con un asentimiento respetuoso junto a una sonrisa fría, mientras que los mas jóvenes solo dieron su respectivo "Hola" la recién llegada que fue respondido con el mismo saludo.

Sabía que lo sucedido con la partida de Agatha hacia el servicio militar no fue de la mejor manera, para muchos fue más como una obligación con mezcla de amenaza de parte del abuelo y una presión por parte de los demás miembros a que fuera a dicho lugar.

La mayoría recordaba ese día como uno amargo ya que presenciaron como ella partía de la casa con una maleta grande detrás suyo con la mirada apagada y el rostro rojo con rastros de lágrimas, y aunque a los más jóvenes de la familia no le pareció importar en ese entonces ya que sentía que la presión sobre cumplir la tradición había acabado para ellos.

Las presiones y exigencias para un aporte importante para la familia habían aumentado pero de manera discreta entre los más jóvenes haciendo que muchos lleguen a hartarse de eso, desarrollando algo de envidia hacia Agatha al no tener dicha presión sobre su espalda.

Pero aun así no desearan estar en su puesto.

Agatha parecía analizar su cena durante toda la noche, el pollo al curry junto a un poco de arroz poseía un aroma exquisito pero la mirada analítica y el constante revolver con el tenedor, a pesar que desde salió del aeropuerto no había comido ningún bocado, su estómago parecía estar más revuelto y el hambre parecía haber desaparecido.

Además que su mente empezó a rondar la desconfianza hacia la comida, muchos podrían poner algo en su plato para hacerle daño como otras veces, ese pensamiento hizo que su frente se arrugue y sus ojos se pongan a analizar de manera detallada la comida.

-Agatha... sucede algo?- escucho una voz en la mesa llamándola, levanto la cista del plato para mirar a su tía Margaret – la comida no es de tu agrado?- pregunto con curiosidad haciendo que los demás la mire.

- No es eso- dijo en voz baja – no tengo apetito tía – respondió a la pregunta mientras le daba una mirada tranquila, Margaret pareció inquieta ante la nueva mirada de su sobrina menor, su mirada era más rígida y sumándole el nuevo color de pupilas en su ojo izquierdo la ponía algo incomoda.

Lo demás parecían sorprendido ante eso, Agatha no era una persona con alimentación delicada o estricta, a ella le gustaba todo tipo de comidas y solo pocos eran de su desagrado como el pescado crudo o los cangrejos vivos.