~ Capítulo 3 ~

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Sabia perfectamente a que se refería cuando dijo "hacer algo divertido"... y no tenía pensado caer en su juego tan fácil.

No he tenido muchas relaciones ni esas cosas, a ver, me casé con 18 años, aún no voy ni la mitad de mi vida. Pero yo antes de meterme en esto tenía una vida, una familia... y ahora... solo lo tengo a él. Y aunque me reusaba a quererlo, tarde o temprano terminaba cayendo en sus encantos.

Álvaro no era una persona mala... bueno, corrijo lo dicho, no era una persona mala conmigo... trabajando para la mafia y ser buscado en muchos países no creo que lo transforme en un ser de bien, tenía muchos delitos como tráfico de drogas, secuestro de personas, entre otras cosas.
Pero siempre tiene ventaja sobre la policía, las cuales el llama "contactos", y con una llamada ya está fuera y limpio de cualquier delito.
El señor Coleman es igual y hasta peor me atrevería a decir. Mi padre trabajó muchos años para su familia, pero siempre que había "imprevistos" el perjudicado era mi padre.

Esa es la razón por la que termine atada a esta relación. Mi padre quiso salirse pero a cambio yo debía casarme con su hijo... a lo que mi padre aceptó. Maldito cobarde. No le tengo rencor ni nada parecido, pero para mí, el y mi madre están muertos.

Intenté rehusarme, obviamente, pero digamos que al ser una chica de 18 años, indefensa, no tenía muchas opciones.

Álvaro siempre fue amable conmigo, eso creo, no tengo porque quejarme, solo que... el tiene algunas maneras de expresarse o de actuar bastantes particulares.

Perdida en mis pensamientos caminé hasta uno de los cuartos principales donde era nuestra habitación. Esta es muy grande, ventanales enormes, con una cama demasiado cómoda y un baño junto al clóset con jacuzzi. Era un verdadero sueño.

Me recoste sobre las suaves y sedosas sábanas blancas mirando hacia el techo.
De un momento para otros mis ojos comenzaron a cerrarse lentamente haciendo que caiga en un sueño profundo.

~~~

ÁLVARO

Termine de completar papeles y algunas compras que habia hecho recientemente. Salí de mi oficina cerrando con llave detrás de mi.

Odio que revisen mis cosas, y claramente detesto que entren a mi oficina cuando yo no estoy.

Subi hasta el cuarto donde una de las mucamas me dijo que se encontraba Rosi y abrí la puerta para comprobarlo.

Y ahí la vi...

Durmiendo como una niña pequeña, acurrucada en el medio de la gran cama, literalmente amo a esta chica...

Todo en ella me atrae es... simplemente perfecta, aveces soy un poco rudo con ella, pero es la única manera que tengo de demostrarle que la quiero.

En el primer momento que la vi le dije a mi padre que quería que fuera mía... y así fue, un par de trámites y listo, ya era mi esposa. Suena mal lo se, pero es la verdad, y no me arrepiento de nada.

Me acerqué a la cama y la carge en mis brazos para apoyarla más arriba y poder taparla, sus ojos estaban cerrados y sus pestañas resaltaban con un hermoso brillo.
La tape y pase mi pulgar por su mejilla, haciendo pequeñas caricias.
No tenía tanto trabajo atrasado asique me recoste junto a ella y prendí la gran TV que se encontraba en la pared frente a la cama.

Me senté contra el respaldo y acerqué a mi niña un poco más hacia mí, y la apoyé sobre mi pecho para que estuviera más cómoda.

-Mmm... -Solto un quejido mientras la acomodaba.

-Sh sh, sigue durmiendo hermosa -Dije casi en un susurro mientras acariciaba su cabello.


Gracias por todo el apoyo, espero que les esté gustando la serie 🖤

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