~ Capítulo 21 ~

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●ROSI●

-DAVID!

-Que!?

-Estas loco, no podemos solo... irnos. Te matará.

-Soy consciente de eso Ro...

-ROSARIO COMO CRUCES ESA PUERTA TE JURO QUE LA PAGARAS CARO!

Álvaro seguía en el suelo retorciéndose de dolor, la sangre no se detenía.
En este momento tantas cosas cruzaban mi cabeza que no me importó en lo más mínimo que estuviera sufriendo. Lo sé, soy muy masoquista.

-Sigueme -David sujeto mi mano y me jalo hasta llegar a las escaleras.

-Por que haces eso?

-Es escapar o que nos maten. Yo prefiero arriesgarme.

Sin pensarlo mucho asenti con la cabeza y deje que me guiara hasta la puerta principal.

-Marco está afuera... lo distraere y quiero que tu salgas por atrás esta bien?

-No voy a dejarte solo.

-Ro necesi-..

-Esta todo en orden?

Tenia mucho miedo para voltearme, aunque sabia que estaba detrás de mi. Y claramente vio la sangre que había salpicado mi ropa.

En este momento no tengo, no tenemos, muchas opciones. Siempre fui una cobarde, pero me harte de eso, debo cambiar, nada de esconderme en el papel de damisela en peligro. Voy a demostrarle a Álvaro, su padre y todo este maldito mundo que no se juega con una mujer.

-Esta... estábamos... me perdí -Idiota, estoy segura que aún esta bajo el efecto de la droga, y yo como estupida me dejo llevar por sus ideas repentinas.

-Y su hermano? -Alzo su mirada hasta las escaleras.

Oh no.

Como si todo no pudiera empeorar.

El cuerpo de Álvaro apareció cubierto de su propia sangre sosteniéndose con una mano sobre la pared.

Mis ojos lograron encontrar su mirada. No era el mismo. Tenia un toque de maldad. Y cuando nos vio una sonrisa se formó en ese asqueroso rostro.

-No los dejes ir! -Formulo como pudo.

-De eso nada -Me volteé encarando el gran y musculoso cuerpo de Marco.

Me sentí muy valiente hasta que me di cuenta que al lado de él era como un pequeño insecto.

Pero eso no iba a ser un obstáculo.
Piensa Rosario. Piensa.

Lo tengo.

No es sorpresa para nadie el saber que los hombres por tan grandes que sean tienen su punto débil.
Bueno, eso es de gran ayuda en este momento.

Di un paso hacia el y lo hice.

Le di una buena patada en sus partes.

-Auch -Solto un quejido David a mi espalda llevándose la mano a sus ojos.

-Maldita zorra!! -Por el impacto y por lo repentino que fue mi acto Marco formo una mueca y tuvo que apoyaste contra la pared.

Creo que hasta a mi me dolió.

-ROSARIO!

No quería voltear. No. No. Y no.

No quería enfrentar su mirada.

Senti unas manos sobre mis hombros y bajaron hasta mis manos y en menos de segundos estábamos fuera de la casa con las llaves de uno de los autos de Álvaro.

Bueno, David tenía las llaves. Yo nunca pude sacar el permiso de conducir.
Digamos que al jefe de la mafia no le conviene que su secuestrada sepa conducir.

El sol recién se estaba asomando y unas cuantas nubes lo acompañaban.

Solo falta salir de este barrio privado de mierda y... con suerte sea... libre? Ojalá esas cosas no solo pasen en las películas.

-Sube, rápido! -David me sacó de mis estupidos pensamientos.

Ambos entramos al auto, yo como copiloto.

-Lista?

-No tenemos muchas más opciones.

-Buen punto.

Y arrancó...

🤍🤍

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