~ Capítulo 12 ~

2K 167 12
                                    


Mi corazón casi estaba fuera de mi pecho de lo nerviosa y asustada que estaba.

En mi mente todo se reproducía en cámara lenta, tal vez por los antibióticos...
El hombre cayó inconsciente y su sangre se desparramo por toda la habitación contaminando las sábanas blancas que cubrían mi cuerpo.

Me asusté aún más cuando levanté mi mirada para encontrarme con Álvaro y David, ambos con una pistola en la mano y mirándome de una manera muy satánica.

-Qu... que suce... sucede? -Contuve mis lágrimas por unos segundos pero no pude hacerlo mucho más.

-No llores nena -Álvaro se acercó a mi y y con su pulgar limpio mis mejillas.

-Álvaro debemos irnos... ahora.

-El... -Baje mi mirada hasta el doctor- Esta... muerto?

Álvaro levantó mi menton desviando mi vista- No lo mires.

-Álvaro por que hiciste eso?...

Sin decir nada beso mis labios y luego comenzó a quitarme los sedantes y todas las drogas.

-No lo hagas... el dijo que puedo desmayarme... -Intente quitar sus manos de mis brazos pero fue inútil.

-Esa es la idea -Susurro David. No es una persona muy discreta, todo lo que tenga que decir te lo dirá de frente.

Álvaro lo fulminó con la mirada.

-A que se refiere?

-Nada.

-Que van a hacerme? -Pregunte asustada.

-Jamas te haría daño.

Termino de quitar todos mis medicamentos y me cargó en sus brazos.

-Bajame... no me quiero ir... porfavor -Suplique pero me ignoro totalmente.

-Rosi -Sujeto mi mandíbula- Quiero que cierres los ojos de acuerdo?

-Por que?

-Obedece.

-Pero Álva..

-Ahora Rosario!

Su voz está vez sonó intimidante y preferí callarme y obedecer.

Senti como nos muviamos fuera del cuarto.
Y fue ahí donde comenze a sentirme mareada.

-No me siento bien...

-Es porque acabo de quitarte todas las drogas, dentro de unos 15 segundos te desmayaras en mis brazos.

Escuche como David soltó una risita por lo bajo.

Mi cabeza nuevamente comenzó a doler... mucho... punzada tras punzada... hasta que decidí abrir mis ojos... creo que no debí hacer eso...

Vacío...

Todo estaba vacío...

Excepto por el piso...
Estaba llendo de personas heridas y sangrando, enfermeras, doctores, policías y pacientes.

Álvaro se dio cuenta de que estaba mirando...

-Rosario...

-Lo siento -Volvi a cerrar mis ojos.

-Yo lo siento más -Lo oí suspirar.

Apoyo un pañuelo sobre mi boca y nariz haciendo mucha presión para dejarme sin aliento.

-Le harás mal...

-No te metas, yo sé lo que hago.

Y allí me quedé, inconsciente en sus brazos con los pelos de punta y el corazón en la boca.

Es mi culpa... por estar casada con un psicópata...

Solo TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora