~ Capítulo 33 ~

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●DAVID●

Jamás creí que Melanie fuera capas de hacerlo. A ver, esto es muy extraño, primero nos delata y luego nos ayuda?

Aunque no tenía mucho tiempo como para preguntarle justo ahora.

Luego de que disparo, Marco cayo al suelo, estaba muerto. De eso no había duda. Sobre el piso se formo un gran charco de sangre que llegaba hasta nuestros pies.

Levante la mirada en dirección a Rosi, estaba asustada y en shock al mismo tiempo, en realidad, nadie se esperaba que Melanie hiciera eso.

-Puta loca de mierda! Que carajo te pasa?!! -Le rugió Álvaro desde el suelo.

Agghh estaba sobre ella, literalmente estaba a horcajadas sobre ella. Mis nervios y mis ganas de matarlo aumentaban rápidamente.

Hice un ademán de levantarme, pero los dos hombres que tenía a cada lado me lo pusieron difícil.

-Sueltenlo si no quieren terminar igual que él -Le apunto a uno de los hombres y señaló con la cabeza al cuerpo de Marco.

Comenze a escuchar la voz de Rosario suplicandole a Álvaro que la soltara, que la dejara libre y me hirvio la sangre de solo pensar que ese maldito animal la amenazaba o le dijera alguna estupidez sobre nosotros.

-Quedate quieta! -Le gritó.

-Álvaro! Tocale un pelo, solo un maldito pelo y te juro que te mataré, te lo juro!

-No estas en las mejores condiciones como para amenazarme -Volteo a ver a Melanie y se levanto de Rosario para luego sacar su arma y apuntarle- y tu maldita traidora -Suelta una risa amarga- Tengo un bala preparada con tu nombre. Y créeme cuando te digo, que no te saldrás con la tuya. De eso puedes estar segura.

A Melanie no pareció intimidarle la amenaza de Álvaro, pero sabía que cuando mi hermano tenía sed de venganza, no paraba hasta conseguir lo que quería.

Rosi quedó indefensa en el piso, algunos cristales estaban incrustados en su preciosa y suave piel.

Álvaro siguió avanzando, creí que le apuntaría a Melanie, pero no. Me apunto a mi.

-Saluda a nuestra madre de mi parte -Cerre mis ojos y escuché el sonido de la pistola cargándose.

-Tu le disparas a el y yo te disparo a ti -Esa no fue Melanie, era Rosi.

Abri un poco mis ojos y la encontré de pie detrás de Álvaro con el arma de Marco entre sus manos.

Melanie le apuntaba a uno de los hombres que me sujetaban, Álvaro me apuntaba a mi, y Rosi le apuntaba a Álvaro.

Literalmente, si uno dispara, todos moriríamos.

-Álvaro saldrás perdiendo. Baja tu arma y lárgate por las buenas -Hablo Melanie.

La ignoro completamente y fijo toda su atención en mi.

-Tenias que meterme con mi chica verdad? No podías solo... quedarte quieto, tenías que llenarle la cabeza de estupideces y la pusiste en mi contra. Eso no se hace querido hermanito.

Rosi avanzó unos cuantos pasos sin hacer ruido. La mire y me hizo una seña para que siguiera hablando.

-Ella no te ama, nunca lo hará. Yo le hize un favor, la salve de vivir una miserable vida junto a ti.

Y no necesite decir mucho ya que Rosi se me adelantó y le dio una de sus famosas patadas en las pelotas.

Mierda, eso sí que debió doler.

Lo que no estaba en nuestros planes fue lo que paso después.

Entre el dolor y la acción inesperada Álvaro levanto nuevamente la pistola y disparo.

Justo en mi dirección.

Pero relájate, fui más rápido y logré esconderme detrás de uno de los hombres a mis costados haciendo que la bala impacte contra su pecho.

Melanie actuó y le disparó al hombre sobrante a mi izquierda.

Todo lo que paso a continuación sucedió en cámara lenta ante mis ojos.

Álvaro enojado y con una pistola era la por combinación en el mundo.

Me levanté como pude y lo encare intentado quitarle su pistola.

Lo logré, no porque fuera más fuerte o rápido que el, sino porque el dolor punzante en su pene le jugó en contra.

Aproveche su desconcierto y le encaje mi rodilla en su pecho aumentando el dolor.

-AHHH!! HIJO DE PUTA -Comenzo a retorcerse en el suelo.

Corri hacia Rosi y la envolvi entre mis brazos. Soltó unos cuantos sollozos mientras escondía su cabeza en mi pecho.

-Tranquila... -Pero sabía que no lo estaba, después de todo lo que paso dudó que pueda darse el beneficio de estar tranquila.

-Llevense mi auto -Melanie me lanzó sus llaves.

-Gracias.

Sujete la mano de Rosi y salimos a toda velocidad del restaurante y corrimos hasta la cochera.

Quite el seguro y Rosi se apresuró a subir en el asiento de copiloto.

Antes de subir junto a ella voltee y me acerque un poco a Melanie.

-No vienes?

-No... aún tengo asuntos pendientes con tu hermano.

-Pero el... el te matará si te quedas.

Agacho su mirada y sonrió tristemente.

-Perdon por delatarte...

-Esta bien -Me acerque y la abraze.

-No -Se apartó- Debes irte, Álvaro saldrá en cualquier momento!

-No puedo dejar que te quedes. Ven con nosotros.

-No lo entiendes, yo... debo hacer esto.

-Pero te matará!

-No lo hará...

-Melanie porfavor, no me iré sin ti.

-Si lo harás. Lo harás por ella...

Suspire y me atreví a preguntar- Porque haces todo esto?

-Tal vez algún día logres entenderlo... pero ahora debes irte.

Vuelvo a abrazarla- Promete que volveremos a vernos.

-Yo...

-Te lo suplico... prometelo.

-Lo prometo. Yo... estaré bien.

-Te creo.

Me alejé de ella y caminé hacia el auto.

Antes de que pudiera llegar una ola de  balas hizo estallar el vidrio delantero del auto.

Voltee hacia el restaurante y allí estaba Álvaro con dos pistolas disparando sin siquiera mirar a donde, solo disparaba.

A toda velocidad entre al vehículo el cual estaba completamente lleno de cristales y arranque sin siquiera saber hacia dónde.

-David... -La oí susurrar.

-Si?

Yo seguía con las manos firmes en el volante y la mirada fija en la carretera.

-Me estoy desangrando...

Gire la cabeza y vi como la sangre inundaba su asiento.

🖤🖤

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