Solo Tuya

~ Capítulo 37 ~

Semanas antes...

●DAVID●

Bajo del auto con mi pistola en la mano, escucho a Rosi gritandome desde dentro del auto.

Todo está mal, se que si me acerco a Álvaro, moriré. Pero también se que él puede salvarla.

-Hermanito... hermanito... -A medida que me voy acercando veo a Álvaro con dos hombres que nunca había visto detrás de él.

Levanto la pistola y le apunto a la cabeza.

-Oye tranquilo. Acaso olvidas quien te enseñó a usar las armas -Suelta una risita- Que buenos tiempos. Cuando tu no eras un maldito problema en mi vida!

-Que quieres?

-Primero que nada, baja la pistola o te harás daño.

Me mantengo firme en mi posición.

-Bueno... -Suspira- No tienes por qué preocuparte, solo quiero hablar.

-Si, se nota, sobretodo cuando comenzaste a disparar como un loco y heriste a Rosario.

-No fue mi intención darle a ella. La idea era darte a ti.

-Si, ya lo creo.

-Estuve pensando... y, no hay porqué pelear, ya se me pasaron las ganas de matarte. Bueno, aún quiero hacerlo, pero por respeto a Papá y Mamá, no lo haré. Estas de suerte hermano.

-Si no vas a matarme... que harás?

Álvaro sonríe y se acerca lentamente a mi.

-Quiero ofrecerte un trato que nos beneficiará a todos.

-Habla rápido -Me impaciente.

-Salvare a Rosi, pero con una condición -Guardo silencio por unos segundos, se aclaro la garganta y volvió a hablar- Pero tú te irás.

-A que te refieres?

-Te largaras para siempre, no quiero volver a verte en mi puta vida David. Y tampoco interferirás en mi relación.

-Lo que tienes con Rosi no es una relacion!

Me ignoro totalmente- Mañana sale un vuelo a México, unos amigos dentro del negocio te esperan allá.

Solte un suspiro y baje el arma.

-Y que hay de Rosi?

-El tiempo corre... si aceptas la salvo, si no lo haces pues... puedes imaginarte que pasara.

-No voy a dejarla. No puedo, Álvaro la quiero mucho.

-No tanto como yo!

-Tu no la amas... yo... yo si Álvaro.

-Es mía! -Suspira- Es.Mía.

-No quiero dejarla...

-Te estoy salvando la vida!. Esa es mi oferta.

No tengo muchas opciones, la quiero, demasiado. Nunca creí que sentiría esto por nadie. Y mucho menos por la esposa de mi hermano.

Yo no elegí esto, solo... paso.

Quiero que viva... aunque sea sin mi.

-Yo... -Me paso una mano por el cabello nervioso.

-El tiempo corre -Dice Álvaro señalando el auto.

No creo que Rosi tenga mucho tiempo como para que yo  me ponga pensar.

-Acepto. Salvala...

Una gran sonrisa iluminó el rostro de mi hermano. Verlo así me hierve la sangre. Quiero borrarle esa felicidad a golp...

-Señor... -Uno de los guardaespaldas de Álvaro señaló hacia la dirección donde estaba Rosi supuestamente de dentro del auto.

Claramente no estaba dentro del auto como le ordené.

-Mierda -Susurre para mi mismo.

Posiblemente haya oído todo, o tal vez no.

-Mi niña... que escurridiza que eres -Se acercó a ella.

Las ganas de abrazarla eran más fuertes que yo. Quiero abrazarla y decirle que todo estará bien, aunque no sea así.

Ambos somos muy jóvenes como para sufrir así.

Observe como la levantaba en brazos y también como esa bonita chica que alguna vez llame cuñada se desvanecía en los brazos de la persona que más daño le ha causado.

-Ya sabes que tienes que hacer -Me dijo Álvaro antes de subirla a su auto.

-Que le dirás?

-Disculpa?

-No le dirás la verdad cierto?

Con lo hijo de perra que es Álvaro estoy seguro que nunca le dirá la verdad.

-Para ella y para mí... estarás muerto.

-No puedes decirle eso. Deja de hacerla sufrir!

-Yo, como su esposo, se que es lo mejor para ella. Ojalá que no volvamos a vernos jamás hermano.

-Te odio...

-Lo sé.

Observe por última vez a Rosi, cubierta de sangre, inconsciente y en los brazos de una grandísima mierda.

Pero a pesar de todo eso, ella sigue siendo hermosa. En todos los sentidos posibles.

Y solo espero, que alguna vez en todo lo que le queda de vida, logre ser feliz. Tanto como yo lo fui con ella...

FIN

🖤🖤

Se que no es el final que esperaban. Pero nada en la vida es perfecto.

Recuerden siempre ser amables como Rosi, leales como Marco, inteligentes como David, y eviten parecerse a Álvaro.

Gracias por acompañarme y apoyarme en esta historia.

Saludos...