SEIS

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Los segundos pasaban y nadie decía nada, todo estaba en un abrumador silencio, ni siquiera entendía porque mi corazón se sentía tan descontrolado, no puedo respirar, me cuesta mantener el equilibrio, mis piernas flaquean. ¿Qué es ésta extraña sensación? Luché por mantener su mirada, es un poco difícil tomando en cuenta lo frío y distante que puede llegar a ser. Es extraño. Sonreí, emocionada porque me gusta lo que estoy sintiendo.

Rain pestañeó varias veces consecutivas, aún se mantenía inmóvil. ¿Acaso es un fantasma o algo así? Apreté su mano ligeramente llamando su atención. Él frunció el ceño confundido y pareció reaccionar, se apartó bruscamente dando dos pasos de distancia. Miré mi mano la cual antes sujetaba la suya, extrañamente sentí frío. La apreté con curiosidad y volví a mirarlo, tratando de entender qué le pasa pero no puedo comprender nada.

Él se echó a reír de pronto, con burla:-¿Estás loca? Casi creo que tienes cerebro.

-¡Hey! Obvio que lo tengo, tonto.-sonreí, llevando una mano a mi pecho con indignación.

Él se quedó en silencio y simplemente se concentró en el cielo. ¡oh, cierto! Lo había olvidado. Miré a través del telescopio y me emocioné al ver el hermoso cielo más de cerca, es perfecto. Y de pronto, sucedió, ví como el cometa comenzaba a trazar su camino. Chillé como una desquiciada haciendo que Rain soltará un quejido. Dejé de observar el cielo y me alejé del telescopio para que él lo usará.

-Te toca. Vamos, es muy bello.

Rain negó con la cabeza, y se mantuvo estático. Me reí mientras señalaba el telescopio insistentemente animándole a qué observará. Él terminó rodando los ojos y haciendo lo que yo le pedía. Bien, buen chico. Se inclinó un poco para observar, cosa que no hago porque soy de baja estatura. Me acerqué hasta quedar a su lado, aprovechando que estaba absorto en su mundo y simplemente lo ví. Una sonrisa se extendió por sus labios, mínima, casi imperceptible pero allí estaba.

Me animé, me alegra haber podido hacer algo por él que lo hiciera feliz. Al cabo de unos segundos, escuché un auto estacionarse fuera de la casa. Me asomé por encima de las barandas y suspiré con alivio. Llegaron mis padres. Le hice señas desde donde estaba, hasta que mi padre volteó y a lo lejos levantó su mano en modo de saludo. Le hice señas del cielo y él entendió la referencia. Por lo que se apresuró a llegar aquí.

Rain ante mis movimientos, siguió todo con su mirada y terminó alejándose de mí nuevamente. Se quedó parado en el otro extremo del balcón, mirando el cielo, parecía incómodo. En cuestión de segundos, papá llegó a mi lado dándome un fuerte abrazo. Le devolví el gesto, agradeciendo el calor que me brindaba. Se alejó de mí y miró a su alrededor deteniéndose en Rain. Sonrió y se acercó a él, dándole un fuerte abrazo. Él abrió los ojos sorprendido y se quedó inmóvil como una estatua, Dios santo, es un iceberg.

-¡Rain, que gusto verte!-exclamó papá con alegría.

-¡Eh! Me estoy poniendo celosa por aquí.-me crucé de brazos haciendo un falso berrinche.

Mi padre soltó a Rain con una fuerte carcajada y el recién nombrado exhaló, cómo si hubiera estado conteniendo el aire. Se limitó a sonreír con esa expresión que tanto detesto. Fruncí el ceño disgustada y él evitó mirarme por alguna razón. Comenzó a caminar sin despedirse y se fue, lo último que pude ver fue su espalda a lo lejos. Otra vez, lo perdí de vista.

**

-¿Me estás diciendo que no irás a la fiesta?-preguntó Kiara asombrada.

-¿Por qué te asombra? ¡No me gustan!-me quejé, arrugando mi nariz con disgusto.

Jhon intervino:-Irás con nosotros.

Hice un puchero y no dije más nada. No me gusta ir porque siempre termina en una pelea y la gente parece como si tuviera problemas psicológicos con toda la droga que consumen. ¡Ni pensarlo! No iré. Y menos si empieza tan tarde, antes cuando estaba pequeña iba a las reuniones temprano y llegaba a mi casa más tardar a las diez, ahora ya no terminan sino que empiezan a esa hora. Que locura.

Summer y RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora