02| a temporary home

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"Un hogar temporal"

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"Un hogar temporal"

Al llegar a la propiedad del Profesor Digory, Blessie suspiró enamorada al ver la casa. Tal como su madre se lo había descrito, era una mansión victoriana grande y espaciosa, con un vasto patio repleto de enormes árboles que parecían ideales para sus momentos de escritura y dibujo.

Aquella casa se convertiría en su hogar temporal mientras durase la guerra.

La señora Mcready les enumeró una serie de reglas estrictas que debían seguir al pie de la letra para evitar castigos. Blessie, poco acostumbrada a seguir normas rigurosas, escuchó con atención, conteniendo una risa ante el rostro asustado de Susan cuando se prohibió tocar cualquier cosa.

—Está un poco... exagerada —susurró Blessie a Susan, cubriéndose la boca para no reír abiertamente.

—Y sobre todo, está prohibido molestar al profesor —continuó la señora Mcready, guiándolos a sus respectivas habitaciones mientras seguía enumerando las reglas.

Blessie se encontró compartiendo habitación con las hermanas, lo cual no le molestaba en absoluto, ya que detestaba estar sola. Las habitaciones de los hermanos Peter y Edmund estaban justo al lado de las de ellas.

Cuando la señora Mcready finalmente se marchó, Susan comenzó a desempacar meticulosamente y Lucy se lanzó a la cama con un suspiro de alivio. Blessie se sentó en su cama para probar su comodidad; aunque no era tan acogedora como la suya propia, sabía que se acostumbraría.

—¿Te gusta mucho leer? —preguntó Lucy curiosa al ver a Blessie sacar tres libros y colocarlos en su mesita de noche.

—¡Lucy! —intervino Susan, pero Blessie sonrió tranquilamente.

—Está bien, Susan, no me molesta en absoluto. —se giró hacia Lucy con amabilidad— Sí, me encanta leer, escribir y dibujar. ¿Y a ti? ¿Te gusta alguna de esas cosas o prefieres hacer algo más?

—Me gusta mucho leer. Mamá y Susan me enseñaron. ¿Y a ti quién te enseñó?

—Mis padres.

—¿Cuántos años tienes?

Susan estuvo a punto de reprender a su hermana por ser tan preguntona, pero Blessie respondió primero.

—Tengo quince años, ¿y tú?

—¡Como Peter! —exclamó Lucy emocionada— Podríamos ser amigos. Yo tengo diez años, pero pronto cumpliré once. Susan tiene catorce, Edmund doce y, bueno, Peter tiene tu edad.

—¿Quién tiene la edad de quién? —interrumpió Peter, sorprendiéndolas.

—Le estaba diciendo a Bless que tú y ella tienen la misma edad.

Blessie asintió con una sonrisa leve.

—¡Entonces todos seremos amigos! —exclamó Lucy dando saltitos de emoción.

Gold Witch | Las cronicas de Narnia¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora