04| i believe you

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"Yo creo en ti

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"Yo creo en ti."





Habían pasado aproximadamente dos días con lluvia, y el día de hoy estaba soleado, por lo que los chicos decidieron salir al patio para poder jugar un poco y respirar un poco de aire fresco.

Jugaron un rato con el balón que la señora Mcready les dio con la condición de que no rompieran nada. El suelo estaba un poco mojado, por lo que los cinco tenían que tener cuidado, Blessie salvó a Lucy dos veces del suelo, la pequeña corría de aquí para allá y siempre resbalaba, pero Blessie lograba atraparla.

Los tres Pevensie veían la conexión que había entre ambas, a pesar de tener diferentes edades, Blessie y Lucy congeniaban tan bien, que a Edmund le daba un poco de celos. Jugaron unos minutos más hasta que Mcready tocó la campana para que los cinco fueran a almorzar.

Lavaron sus manos y se sentaron para poder degustar de la rica pasta con albóndigas. Comieron en silencio, aún las cosas estaban tensas, a pesar de haber tenido una charla con Edmund, él todavía no se disculpaba con Lucy, mucho menos Peter, con quién la ojiazul había hablado el día anterior.

Susan y Blessie se miraron por la incomodidad que se estaba creando en la cocina.

Edmund dejó su tenedor en la mesa y miró unos breves segundos a Blessie.

—Y-yo.—murmuró, aclarando su garganta—yo quisiera disculparme contigo, Lucy, por mi comportamiento el otro día.

Una pequeña sonrisa se asomó por las comisuras de los labios de Blessie y siguió comiendo.

—Está bien, Ed. Te perdono, eres mi hermano.—le sonrió Lucy.

La castaña miró a Peter y éste suspiró levemente.

—Yo también quisiera disculparme con ambos, no debí actuar de ese modo. Lamento que pienses que quiero actuar como papá, pero solo quiero que estemos a salvo.

Edmund asintió y también se disculpó por su comportamiento. Susan y Blessie estaban aliviadas y felices de que por fin, pudieran tener un almuerzo en paz y sin tensiones.

Terminaron de almorzar entre chistes y risas, y cuando llegó la hora de levantar la mesa, todos ayudaron sin excepciones. Mientras que Edmund y Lucy levantaban la mesa, Susan barría el piso, y Peter y Blessie lavaban los utensilios que usaron.

Ni bien terminaron, fueron a la sala de descanso para poder jugar un rato hasta que Lucy quiso volver a jugar al quemado afuera.

Pasaron el día jugando y riendo, divirtiéndose entre ellos.

🦁

Cuando cayó la tarde-noche y Blessie decidió dar una vuelta por la casa, era bastante enorme por lo que faltaba mucho por explorar. Entró a diversas habitaciones, pero solo una llamo su atención, logrando que se quedara allí. Era un estudio de arte, lo que le fascinó.

Gold Witch | Las cronicas de Narnia¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora