05| a new world

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"un nuevo mundo"

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"un nuevo mundo"

Blessie y Lucy leían un libro sentadas debajo de un árbol, mientras que Peter, Susan y Edmund jugaban al cricket. Lucy decidió no jugar con ninguno de sus hermanos y se empeñó a ignorarlos y Blessie no le dirigía la palabra a Edmund, se sentía muy decepcionada del niño. En tanto, los otros dos hermanos, habían pedido un millón de veces disculpas a la pequeña, pero Lucy los ignoraba olímpicamente.

—¡Auch! 

El quejido de Edmund despertó la preocupación en Blessie, quién dejó de leer. Podía estar lo mas enojada y decepcionada con el pelinegro, pero aun así, seguía preocupándose por él.

—¡Ups! ¡Despierta bella durmiente! —exclamó Peter, con diversión. Claro que dicha expresión se esfumo al ver la severa de Blessie.

—¿Por qué no jugamos a las escondidas? 

—Tú dijiste que era un juego de niños. —respondió Peter, tomando la pelota.

—Además, aquí hay aire fresco.

—Es igual que al aire de adentro. 

—¿Estás listo? 

—¿Y tú?

Blessie despegó su vista de la lectura para ver como Peter lanzaba la pelota en dirección al pelinegro; Edmund se preparó para batear, y en cuanto lo hizo, la pelota voló por el jardín hasta traspasar el vidrio de una de las ventanas. Automáticamente, Lucy se incorporo del regazo de la ojiazul y ambas se miraron espantadas.

—Oh por Dios. —jadeó la ojiazul cuando escuchó–aparte del vidrio–algo romperse— Estamos en problemas.

Todos se miraron aterrados y corrieron adentro de la casa, específicamente fueron a la habitación en donde se escucho el ruido. Los cinco vieron como una de las armaduras, -seguramente medieval-, se encontraba tirada en el suelo, hecha pedazos. La mirada de la castaña se dirigió a los vidrios esparcidos por todo el suelo, la pelota no solo había roto eso, hizo aún más desastre.

—Hoy dormiremos en los establos. —afirmó Blessie, tragando saliva.

—¿Qué hiciste Ed? —cuestionó Peter con enojo.

—Así me la lanzaste. 

—Basta los dos o Mcready nos va a oír. —reprendió la castaña—Arreglemos esto, no dormiré en el establo. Debe hacer frío en ese lugar y podemos enfermar, además...

Pero ¿qué fue ese horrible ruido?

Todos se quedaron estáticos cuando escucharon el repiqueteo de los tacones de la mujer. Los cinco comenzaron a hiperventilar.

—Es Mcready.

—El demonio querrás decir. —musitó Blessie y Susan tragó saliva.

Los cinco se miraron aterrados, y antes de que Peter pudiera ordenaron que corrieran por sus vidas, Lucy y Blessie ya estaban corriendo hacia la puerta con rapidez. Los pasos de Mcready se escuchaban por todas partes, confundiéndolos al no saber a donde ir y esconderse, por lo que ahora la persona que estaba al frente tratando de abrir todas las puertas como fuera posible era Edmund. Ninguna parecía ceder, hasta que gracias a Dios una lo hizo y Peter, Susan y Blessie vieron que la habitación a la que pudieron entrar contenía ese bendito ropero el cual los había hecho pelear más de una vez.

Gold Witch | Las cronicas de Narnia¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora