"Profecía"
Cada cosa de Narnia maravillaba a Blessie, quién parecía una niña pequeña admirando todo. Peter, que iba a su lado y tomando su mano, sonreía con ternura. Unos pasitos mas atrás se encontraban Lucy y Susan, ambas sostenían una pequeña sonrisa en su rostro. Días atrás, Lucy le había confesado a su hermana que le gustaría mucho que Peter y Blessie pudieran ser algo más que amigos, y se prometió a sí misma que haría que ambos estuvieran juntos. Claro que Susan no estaba muy de acuerdo con ello.
Todos apresuraban el paso tras el señor Castor, que los conducía a un ritmo sorprendentemente rápido, y siempre por las zonas más espesas del bosque, durante más de una hora. Todos comenzaban a sentirse muy cansados y hambrientos cuando de improviso los árboles empezaron a ser más escasos frente a ellos y el terreno descendió en una pronunciada pendiente. Al cabo de un minuto salieron a cielo abierto, con el sol brillando aún, y ante sus ojos apareció un magnífico panorama. Estaban de pie en el borde de un valle escarpado y estrecho, por cuyo fondo discurría —al menos habría fluido de no haber estado congelado— un río bastante grande. Justo debajo de donde estaban se había construido un dique a través del río, y cuando lo vieron, todos recordaron de improviso que los castores se pasaban la vida construyendo diques y tuvieron casi la completa seguridad de que el señor Castor había construido aquél.
—Oh, perfecto. Mi esposa está preparando té, nos vendría bien algo caliente. —parloteaba el Castor.
—Que hermosa casa. —halagó con sinceridad Lucy, viendo que de la choza del señor Castor un agujero de su techo escapaba una columna de humo, de modo que cuando uno la veía —en especial si uno se sentía hambriento— pensaba al instante en guisos y se sentía más hambriento aún. Como le pasaba a Blessie.
—No es mucho en realidad, me falta detalles. No la he terminado, será un buen negocio cuando esté lista.
Blessie rio bajito y siguieron al animalito que les contaba todo lo que tuvieron que trabajar él y su esposa para construir su casa.
—¡Castor! ¿eres tú? —se escuchó un grito desde adentro del hogar. La señora Castora iba saliendo mientras refunfuñaba—. Estaba muy preocupada, si descubro que estuviste con tu amigo el tejón voy... oh. —musitó al ver a los niños—No es lo que pensé. Jamás creí que viviría para ver este día. —exclamó con emoción, mirando a cada uno de ellos, deteniéndose en Blessie—. Por Aslan, ¿es...?
—Si, cariño. —asintió el señor Castor, sonriendo.
—¡Que parecidas que son! —exclamo con emoción, logrando un ceño fruncido en la ojiazul—Ahg, mira mi pelo. No me diste ni diez minutos para arreglarme.
—Nunca hubieras estado lista, aunque tuvieras un mes.
Todos soltaron risas por el comentario del animalito.
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Gold Witch | Las cronicas de Narnia¹
Fanfiction𝐋𝐚 𝐛𝐫𝐮𝐣𝐚 𝐝𝐨𝐫𝐚𝐝𝐚, 𝐡𝐢𝐣𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐠𝐫𝐚𝐧 𝐋𝐞𝐨𝐧 𝐀𝐬𝐥𝐚𝐧, 𝐬𝐞𝐩𝐚𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐬𝐮 𝐩𝐚𝐝𝐫𝐞 𝐲 𝐞𝐧𝐯𝐢𝐚𝐝𝐚 𝐚 𝐯𝐢𝐯𝐢𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐡𝐮𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬. 𝐐𝐮𝐢𝐧𝐜𝐞 𝐚𝐧̃𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞𝐬, 𝐩𝐚𝐝𝐫𝐞 𝐞 𝐡𝐢𝐣𝐚 𝐬𝐞 𝐯𝐮𝐞𝐥𝐯𝐞�...