"Preguntas."
Durante años, Blessie había sentido un vacío en su interior, una pieza faltante en el rompecabezas de su vida. Sabía que sus padres la amaban profundamente, sus gestos de cariño, los regalos y las salidas familiares eran prueba de ello. Sin embargo, el vacío persistía, como una sombra que la seguía a todas partes.
Al llegar a la casa del profesor Digory, los hermanos Pevensie habían llenado una pequeña parte de ese vacío. Los veía como a sus propios hermanos, compartiendo risas, aventuras y confidencias. Y cuando descubrió Narnia, otro fragmento del rompecabezas encajó en su lugar. Pero fue al conocer a Aslan, al mirarlo a los ojos y sentir su calor, que el vacío finalmente se desvaneció.
Se sentía en casa.
—¿Cómo es posible? —preguntó Blessie, su voz temblando de emoción—. Eres... un león. ¿No debería serlo yo también?
Aslan soltó una risa profunda y cálida que contagió a la adolescente.
—Voy a explicarte eso algún día—dijo con una sonrisa—. Por ahora, solo tienes que saber que eres mi hija. Mi sucesora, hija de la reina solar.
Los ojos de Blessie se abrieron de par en par, llenos de asombro y confusión. Aslan volvió a reír, divertido por la reacción de su hija.
—La sangre de la realeza corre por tus venas, Blessie. El castor me contó lo que pasó camino aquí. Ese poder que liberaste antes, es heredado de tu madre. Puedes invocar el sol como ella lo hacía, pero también tienes mi magia en ti. Lo que te convierte en...
—La bruja dorada —completó Blessie, recordando cómo la llamaban el matrimonio castor.
—En realidad, eres la bruja solar —corrigió Aslan—, pero te bautizaron así por el color de tus poderes.
Blessie asintió, sin darle demasiada importancia al nombre. Tenía preguntas más urgentes, una en particular que ardía en su interior.
—¿Por qué me abandonaste? —preguntó, su voz apenas un susurro.
—Narnia no era segura para ti —respondió Aslan con tristeza—. No después de lo que le sucedió a tu madre. Mucho menos con Jadis reinando.
—¿Y ahora lo es? —insistió Blessie, buscando la mirada de su padre.
—Ahora yo estoy aquí contigo —dijo Aslan con firmeza—, y no dejaré que nada te suceda.
Blessie asintió, bajando la mirada hacia sus manos, que jugueteaban nerviosamente en su regazo.
—Es mucho que procesar —dijo después de un momento de silencio—. Pero solo quiero saber una cosa más. —Aslan asintió, dándole permiso para continuar—. ¿Quién mató a Sunna, mi...madre?
Un pesado silencio cayó sobre ellos. Aslan dudó por un instante, preguntándose si sería prudente revelar la verdad a su hija. Pero Blessie merecía saberlo.
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Gold Witch | Las cronicas de Narnia¹
Fanfiction𝐋𝐚 𝐛𝐫𝐮𝐣𝐚 𝐝𝐨𝐫𝐚𝐝𝐚, 𝐡𝐢𝐣𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐠𝐫𝐚𝐧 𝐋𝐞𝐨𝐧 𝐀𝐬𝐥𝐚𝐧, 𝐬𝐞𝐩𝐚𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐬𝐮 𝐩𝐚𝐝𝐫𝐞 𝐲 𝐞𝐧𝐯𝐢𝐚𝐝𝐚 𝐚 𝐯𝐢𝐯𝐢𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐡𝐮𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬. 𝐐𝐮𝐢𝐧𝐜𝐞 𝐚𝐧̃𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞𝐬, 𝐩𝐚𝐝𝐫𝐞 𝐞 𝐡𝐢𝐣𝐚 𝐬𝐞 𝐯𝐮𝐞𝐥𝐯𝐞�...