Advertencia: Este os se sitúa en el tiempo del hechizo.
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Tratabas de calmar a tu amiga o como la solías llamar: la hermana Astrid, quién se encontraba muy nerviosa y preocupada.
— Tranquila, hermana, todavía nos quedan unas semanas para completar el pago. —intentaste tranquilizarla dándole unas palmadas en su espalda.
— Es mucho dinero, no sé si podamos conseguirlo. —respondió con nerviosismo. — Y no creo que la madre superiora consiga algo hablando con el Señor Gold, ya sabes que no le agradamos ni un poco.
Suspiraste ante eso, pues sabías que tenía razón.
Todas notaban la mirada de desprecio que el mayor les daba cuando se encontraban en la misma habitación, y como hacía lo posible para no toparse o hablar con ninguna de ellas más que con la madre superior.
Nunca entendiste la razón de su desagrado hacia ustedes; tus hermanas eran las personas más amables que hayas podido conocer y no creías posible que alguien pudiese odiarlas.
Aún así te negabas a pensar que él era tan malo como todos decían, si algo aprendiste estando con tus hermanas era que todo el mundo tenía un lado bueno.
Astrid y tú se levantaron de sus asientos, junto a las demás, cuando la madre superiora entró a la habitación y por su cara se notaba que había malas noticias.
— Lo siento mis queridas hermanas, no logre convencer al señor Gold de darnos más tiempo para pagar. Tenemos dos semanas para hacerlo o nos echara. —informó con pesar.
Los murmullos llenos de insertindunble no se hicieron esperar por parte de tus hermanas, mucho menos de Astrid que se acercó a la madre superiora junto a otras más.
Tú te alejaste de allí, sentiste como te comenzaba a doler la cabeza; eso te sucedía cuando algo te estresada y preocupaba. O al menos eso pensabas, pues te ha estado doliendo la cabeza mucho últimamente y pensaste que era por esas razones.
Tenías miedo, era imposible que conseguieran el dinero, ya era muy difícil conseguirlo, ahora lo era más en tan poco tiempo.
Saliste por la puerta principal para tratar de calmarte, tus hermanas ya tenían muchos problemas como para sumarte a ellos.
A lo lejos viste como el señor Gold se alejaba de su recinto caminando con nada más que su bastón. Una idea paso por tu cabeza, y se trataba de tratar de dialogar con él para que les diese más tiempo.
Sabías que si no funcionó con la madre superior, mucho menos contigo pero debías intentarlo por lo menos y lo harías.
— Señor Gold...—lo llamaste al estar a unos pasos suyos. Él detuvo su caminata y giro a verte, de inmediato frunció el ceño.
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Once Upon a Time ✧ One Shots/Escenarios.
Acak𝑶𝑼𝑨𝑻│one shots y escenarios de los personajes de once upon a time. © DianaAlviz.