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Me volteo a ver a Daniel que tiene la cara más inexpresiva del mundo mientras ve su teléfono.

-Profesor Wagner...

Se voltea a verme incrédulo mientras se ahoga en su propia saliva... es eso o se está muriendo...

-¿A qué debo el placer de que me trates con respeto?

-A Justin, se que si no lo hago me haría acupuntura con su bisturí.

-No mientas, sabes que jamas te lastimaria.

-Si, bueno -me volteo a donde Daniel y pongo mi mejor cara de borrego degollado- Por favor no le diga a absolutamente nadie, ni siquiera a la directora de mi situación ni de lo que presenció hoy. No tengo ningún problema si me quiere poner una queja disciplinaria como excusa por haberle causado tantas molestias. Si mi tía se entera de esto no me va a dejar volver a trabajar, creo que ni siquiera me va a dejar vivir sola.

-¿Tu tía?

-Bueno, creo que esto es un poco más privado. Me voy a dar unas rondas chicos, volveré más tarde. -sigo con la mirada a Justin mientras me despido alzando la pata del oso en forma de despedida-

-Algo así, le digo tía a la directora Clara. Solía ser la mejor amiga de mi madre, pero lo digo en serio, ella es capaz de dejarme en casa sola por días.

-Entiendo, no prometo nada pero solo te puedo asegurar de que mientras no me pregunten, no revelaré nada.

-Muchas gracias, lamento mi actitud grosera de temprano. Es que, cuando se fueron ayer, me volví a desmayar... Bueno, me desmayé por primera vez y a pesar de que me levanté al mediodía de hoy, sentí que no descansé absolutamente nada. Bueno, eso y otras cosas más.

¿Por que carajo le conte eso? De seguro no le interesa absolutamente una mierda lo que me pase en la vida y yo aquí contando mi vida con lujos y detalles como si fuese mi amigo de toda la vida. Dios mio Samanatha, te dan el dedo ¿y ya tú te agarras hasta el hombro?

Antes de que alguien más pudiese decir cualquier cosa, llega Andres con los cafés y yo solo me muero de envidia porque lo que más me apetece ahora es un café con leche tan frío que haga que se me congele el cerebro.

-Tranquila Sam, no te deje a la deriva. Te traje una leche de fresa con unas galletas de avena y pasas, tus favoritas. No crees que tu amigo se moleste por que te estoy dejando comer esto, ¿o si?

-No lo creo, creo que estaría agradecido de que me estás dando de comer... Resulta que tengo anemia, desnutrición, falta de sueño y deshidratación.

-Dios mio Sammy...

-Nunca me habías dicho así

-Perdón

-No, tranquilo, no me molesta. ¿Te puedo pedir una cosa? 

-Lo que gustes

-Me podrías prestar tu teléfono para llamar a Ian y darle la combinación de mi casillero para que me traiga mis cosas?

-Por supuesto, aquí está. Yo voy a hablar algo con el chico de aquí y te dejaremos tomar tu llamada sin distracciones. Si necesitas llamar a alguien más, avísame. No tardes mucho, ya son las 7 de la noche y sería bueno ver si podemos salir de aquí temprano para dejarte en tu casa y poder prepararte todo para que puedas estar bien y ya los siguientes días turnarme con Ian para visitarte en tu casa y prepararte comidas y así. Bueno, ya volvemos.

Pov Andres

-Ya dime tu nombre, esto de "chico esto" "chico aquello" me está dando dolor de cabeza.

-Oh si, disculpa, mi nombre es Daniel Wagner.

Finding my wayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora