Capitulo 31

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-Sí, te recuerdo, la chica de la Universidad de Seúl ¿Pasa algo?-. Preguntó para apurar la conversación ya que lo único que quería era irse a su casa-. 

-En realidad, quería hablar contigo porque no me has confirmado tú asistencia a la convención y yo hoy me voy de Busan-. Le explicó la chica con sus brillantes ojos fijos en Lisa-. 

-Lo siento, lo olvidé por completo, pero creo que tengo tú mail, podría avisarte por ese medio, porque debo consultar con papá-. 

-Seguro que sí, aunque no creo que el doctor Manoban te niegue ir, creo que depende totalmente de ti-. Lisa le dio una media sonrisa. 

-Puede ser-. Aceptó-. 

-Igual no quiero presionarte, así que mejor te dejo pensarlo-. Le dijo-. ¿Tú sabes dónde puedo tomar un taxi para que me lleve al hotel?-.Le preguntó casi inocentemente-. La chica de ojos marrones se sintió culpable de que Tzuyu haya ido hasta allá sólo para hablar con ella, de algo que había olvidado por completo.

-Si quieres puedo llevarte, pero ando en motocicleta-. Se ofreció amable-. 

-¿Lo dices en serio?-. Preguntó sutilmente coqueta-. 

-Claro, si no le tienes miedo o algo, no tengo problema en llevarte-. Le confirmó-. 

-No hay nada más sensual que una motocicleta, no podría tenerles miedo, menos si la maneja una chica cómo tú-. Contestó guiñándole el ojo y acercándose a la moto-.

Lisa prefirió pasar por alto el gesto y se acercó a buscar el otro casco que guardaba, para pasárselo, ella subió primero para luego indicarle a la chica que subiera detrás y se afirmara bien. A Tzuyu no tuvo que repetírselo, pasó sus brazos por el abdomen de Lisa. 

A los lejos una coreana lanzaba fuego por los ojos al ver tal escena, ella al contrario de Lisa reconoció a la chica de inmediato. Por lo que su instinto territorial pudo más que su razón y corrió a su auto para seguirla. No sabía en que momento había tomado la costumbre de acechar a Lisa, pero esto ya claramente se le había escapado de las manos. No se reconocía, nunca había sentido tanto temor de que alguien la engañara. ¿Engañar? ¿Y para hacer eso no se debía estar en pareja antes? 

-¡Mierda!-. Exclamaba al ponerse un semáforo en rojo-. Su celular sonó con la melodía que les tenía a los mensajes de texto. 

-¿Dónde estás? R  -¡Demonios!-. Ese mensaje de Rosé, le recordaba que había quedado de llevarla a su casa, pero con todo el asunto de Lisa, se olvido. 

-Emergencia familiar, lo siento voy camino a casa. J 

Claramente su facilidad para mentir iba en decadencia pero el semáforo ya estaba en verde y lo único en su cabeza era poder tener otra vez de vista la motocicleta de Lisa. Siguió y cuando ya había perdido la esperanza la vio parada afuera del Hotel de la ciudad conversando con la estúpida chica. Alcanzó a estacionar en un lugar dónde su descapotable pasaba casi desapercibido. 

-Muchas gracias por traerme-.Expresó Tzuyu, quien no quería despedirse aún-. 

-No hay problema, después de todo si fuiste a la escuela, era por mi-. Contestó alzando los hombros para quitarle importancia-. 

-Te puedo invitar a un café o lo que quieras para agradecerte-. Le ofreció-. 

-No es necesario-. 

-Por favor, insisto-. Lisa equilibro sus opciones, si se iba probablemente iba a llegar a la casa a escuchar música melancólica y llenarse la cabeza de Jennie Kim por otro lado si aceptaba podía por lo menos distraerse por un rato. 

Inalcanzable Jenlisa Gip Donde viven las historias. Descúbrelo ahora