Realizar un viaje de intercambio a Tailandia parecía la idea perfecta, hasta que conoces a la "chica nueva". Ella te mostrara que tan enfermo está el ser humano y a medida que pasa el tiempo te darás cuenta que entre las dos hay algo más que una ami...
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Debo aceptarlo, no dormí en toda la noche, la emoción que recorre todo mi cuerpo, me quito el sueño.
Son las 7:45 am, entro al colegio a las 8:30 am, así que supongo que en cualquier momento va venir mi madre a "despertarme". Coloco mis pies sobre el suelo y camino hacia el baño, al verme al espejo no me llevo ninguna sorpresa.
Mis ojeras me hacen ver como un maldito mapache, además tengo algunas espinillas decorando mi rostro y mi cabello parece un arbusto. Tomo un peine y desenredo el arbusto con delicadeza, no pienso bañarme, es horrible la sensación del agua a estas horas, se siente como si te tiraran un cubo de hielos sobre todo el cuerpo.
Escucho la puerta del cuarto abrirse, así que me asomo un poco y veo a mi madre buscándome en la cama, me acerca a ella a paso lento y le toco el hombro.
-¡Oh!, ya despertaste- su mirada me recorre de pies a cabeza y con una ceja arqueada me pregunta-¿quieres que te preste algo de maquillaje?- no sé si ofenderme o aceptar su oferta.
-¿Puedo ir maquillada al colegio?
-Pues mientras se vea natural, creo que no pondrá ningún problema- contesta, pasándome una taza con café, el delicioso olor invade y encanta mis fosas nasales.
-Entonces si- contesto, tomando un sorbo del café.
Mi madre sale de la habitación y vuelve con una pequeña bolsa, me siento en una esquina de la cama y ella se acerca a mí junto con una brocha rosada, la pasea por mi rostro y me rio un poco ante el contacto, para después volver a mi expresión de seriedad.
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-¿Te gusta?- pregunta, mirándome fijamente a los ojos, asiento con la cabeza y le sonrió.
-¡Me encanta!- y la verdad que si me encanta como quedo el maquillaje.
Le pido que se retire para poder colocarme el uniforme, ella hace lo pedido y muy entusiasmada me coloco cada prenda, me miro al espejo y arreglo unas pequeñas arrugas de la camiseta, tomo mi bolso y salgo de mi habitación.
