---------------
Escuchar como el motor de la camioneta se apaga, me hace sentir una frisa helada recorrer todo mi ser y al mismo tiempo oír el rechinar de las puertas al abrirse, eriza hasta el último vello de mi cuerpo.
Varios pasos se acercan nosotros y de repente alguien le da un golpe a la camioneta.
-¡¿Dónde está?! – grita Daiki.
-N... no... no lo sé señor – tartamudea un hombre.
Escucho otro golpe y al instante el sonido de un cuerpo caer sobre el suelo.
-¡Idiotas!- suelta un grito- ¡son unos inútiles!, ¡no pueden hacer nada bien!, ¡ni saben amarrar un estúpido cadáver!- da el segundo golpe a la camioneta.
-Seño...
-¡No quiero escuchar sus estúpidas excusas!, ¡vayan busquen el maldito cadáver!, ¡antes de que alguien lo encuentre y lo reporté!- se puede sentir la desesperación y furia en su tono de voz.
-¿Cuántos de nosotros vamos?- pregunta el mismo hombre que antes estaba tartamudeando.
-¡Los tres!- le contesta de un grito.
-¿En la camioneta?- vuelve a preguntar.
-¡No!, ¡se van a ir caminando!, ¡para que aprendan hacer algo bien!- ordena.
-Pero el camino es largo señor.
-¿Acaso crees que me importa eso?- pregunta con un tono de voz más "calmado"-¡váyanse antes de que les dispare!- dice, se escucha como los tres hombres salen corriendo y Daiki suelta un suspiro junto con otro golpe en la camioneta.
-Parece que todos los que trabajan para ti son unos completos imbéciles- reconozco la voz de Irem.
-Sí, y tú no te salvas, eres igual de inútil que ellos- responde Daiki y escucho los pasos de otras personas acercarse a nosotros- llévenlos, atenlos a las sillas y tírenles agua fría para que despierten- ordena, siento como dos brazos me rodean y me alzan tan fácil, como si yo fuera una delicada y ligera pluma.
Nos llevan tranquilamente entre sus brazos a algun lugar.
-Este chico no pesa nada- comenta uno de los hombres que nos carga.
-¿Y?- dice el que me lleva.
-Solo digo, que amargado eres- comenta, molesto por la actitud de su compañero.
Siguen caminando, hasta dejarnos sentados en unas sillas, nos atan a ellas con una gran fuerza, retiran el trapo de nuestras bocas y como les ordeno Daiki toman unos cubos con agua helada y nos la tiran directamente a la cara.
Abro los ojos, sintiendo la horrible sensación de ahogo que me causa el agua. Tomó una gran bocanada de aire y levanto la mirada para así ver a un alto y moreno hombre, con cicatrices en su rostro, tatuajes en los brazos y con una oscura mirada que me hiela la sangre.
ESTÁS LEYENDO
𝐂𝐀𝐋𝐋 𝐌𝐄 𝐂𝐑𝐀𝐙𝐘! // 𝐍𝐚𝐧𝐧𝐨 𝐲 𝐭𝐮
FanfictionRealizar un viaje de intercambio a Tailandia parecía la idea perfecta, hasta que conoces a la "chica nueva". Ella te mostrara que tan enfermo está el ser humano y a medida que pasa el tiempo te darás cuenta que entre las dos hay algo más que una ami...