Realizar un viaje de intercambio a Tailandia parecía la idea perfecta, hasta que conoces a la "chica nueva". Ella te mostrara que tan enfermo está el ser humano y a medida que pasa el tiempo te darás cuenta que entre las dos hay algo más que una ami...
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Las primeras clases ya habían pasado y lamentablemente ahora estaba en el recreo junto con Michael, que no paraba de hablar sobre la familia con la cual le toco.
-Y por eso voy a pedir cambio de familia- termina de hablar y le da un bocado a su hamburguesa.
-¿Y no es mejor tolerarlos por todo el año?, es muy difícil pedir cambio de familia.
-¿Qué dices?, estás loca, ¿te imaginas tener que aguantarte por un año entero a gente que no te agrada para nada?- dice, mostrando su boca toda llena de comida.
"Eso es lo que estoy haciendo ahora mismo contigo", le contesto mentalmente.
-¡No!, es inimaginable- contesto sarcásticamente.
-Exacto, además seria hipócrita, creo, hacerle pensar a una persona que te cae bien y en realidad no la soportas, eso podría lastimar los sentimientos de esa persona- toma una servilleta y se limpia los labios.
-¿Ya han hecho eso contigo? - pregunto, el de ojos verdes agacha la cabeza y suelta una risita.
-Sí y muchas veces- claramente estaba sintiendo pena por el chico, pero eso no quitaba el hecho de que si llegaba a ser algo insoportable, pero tal vez, solo tal vez debía tomarme el tiempo de conocerlo, porque a pesar de todo, parece que somos los únicos que vienen de intercambio a este colegio.
-¿Y porque crees que la gente hace eso contigo?
-No lo sé- toma un sorbo de agua, lo miro por unos segundos y unas sombras quitan mi atención de él, la chica de flequillo pasa junto con sus nuevas amigas, ella voltea a verme y me sonríe, le devuelvo la sonrisa y siento las manos de Michael sobre mis hombros.
-Deberíamos ir a hablarle- dice, sacudiéndome un poco.
-¿A la nueva?
-Obvio, Nanno se ve agradable, ¡vamos!- dice para así tomarme de la mano y arrastrarme hasta el grupo de amigas, este chico es demasiado extrovertido, ¡demasiado!, había conocido gente así, pero el, los supera.
-Me duele la mano- me quejo, pero lo único que hace es ignorarme.
-¡Hola chicas!- saluda, todas le devuelven el saludo.
-¿Tu eres el de Estados Unidos?- pregunta la del cabello rizado.
-Sí, un gusto soy Michael.
-Soy yiyi- dice y todas empiezan a presentarse, algunas sonaban coquetas y toqueteaban un poco a Michael, este solo se reía algo nervioso y claramente sonrojado.
-¿Tu eres ___?- Me pregunta Nanno, asiento con la cabeza y ella se acerca a mí, toma un mechón de mi cabello, para jugar con el- Es difícil soportarlo, ¿cierto? – susurra cerca de mi oreja, mi corazón empezó a latir como loco al sentir su aliento cerca de esa sensible zona.
