Las personas se rompen,
Somos envases de cristal fino,
Que merece ser cuidado, lavado, y llevado a una alacena donde se nos cuide bien. Se nos pula y se nos de mantenimiento, recibir elogios de lo Buenos que somos, no fuimos hechos para comprobar nuestra resistencia,
Todos merecemos que se nos haga sentir especiales, como a unas copas de vino,
Merecemos que no se nos mienta, que no se nos cambie por las copas de otras vasijas.
Que no se nos utilice solo cuando se nos requiera,
Hay quien da la vida para que beban de ellos y los tiran al suelo, los destruyen, y en el suelo, uno como copa observa su tallo desprendido de todo su cuerpo hecho pedazos,
Uno intenta pegar cada parte de ese vidrio, pero se corta, y tal cual como cualquier herida duele.
Duele porque no esperabas recibir ese daño, uno está confiando en las manos de quién lo sostiene, uno está confiando en que beberán de él con gentileza, no en que te arrojarán al piso con fuerza, no en que te apretaran del tallo para romper la única esperanza que tenías, no en que te dejarían olvidado o te tiraran a la basura como vaso desechable.
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De Poesía e historias sobre ti.
PoesíaNo leas lo que he escrito sobre ti. Te conozco más de lo que piensas.