Capítulo onceavo:

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La mañana del viernes había sido tediosa para ambos que estaban apresurados por llegar a la universidad para quitarse de encima aquella prohibición para su historia de amor, pero por otro lado ambos estaban muy nerviosos por la cena que tendrían con los padres del omega en donde Harry pediría permiso para poder cortejar a su pequeño oficialmente. Louis había avisado que oficialmente conocerían al alfa que lo traía suspirando y los padres del mismo estaban ansiosos por terminar con la incógnita que los traía preocupados al no saber con quien se relacionaba su pequeño niño.

Los padres del omega eran una feliz pareja, padres bondadosos y amorosos con su familia, pero también eran algo conservadores y esperaban que su niño fuera feliz pero sobre todo que fuera cortejado correctamente y respetado sobre todas las cosas, ya que sabían bien que muchos pensaban mal de los omegas hombres y eso los había vuelto sobreprotectores con Louis por lo que el omega se encontraba más que nervioso por aquella presentación aunque estaba seguro de que a fin de cuentas terminarían amando al rizado tanto como él lo hacía.

Cuando llegó la hora del almuerzo Harry aprovechó para salir junto con Niall a comprar el presente que planeaba entregarle al omega al comienzo del cortejo, era una tradición que los omegas que estaban siendo cortejados tuvieran una corona de flores para que todos los alfas a su alrededor supieran que estaba camino a enlazarse.

— Vas en serio con él, esto es un gran paso amigo.

— Lo sé, pero Louis es realmente el indicado... estoy enamorado de él.

Estaban caminando juntos por el centro comercial mientras bebían café, en la búsqueda de la corona perfecta para el omega y Harry estaba emocionado por ver el rostro que tendría el ojiazul cuando por fin tuviera la corona de flores en su cabeza simbolizando el comienzo de su cortejo, aquel que tanto estaban esperando. Niall por su parte no podía estar mas que alegre por su amigo, seguro de que si tomaba aquella decisión tan importante se debía a que Louis era realmente su omega.

— Estoy nervioso por como vayan a reaccionar sus padres, soy su profesor y soy mayor... quizás piensan que quiero aprovecharme y eso no me tiene muy tranquilo.

La preocupación era notoria en el semblante del rizado, por lo que ambos se detuvieron cuando Niall lo tomo del hombro en un gesto amistoso para que lo vea y le regaló una sonrisa cargada de confianza y todo el cariño que tenía hacia él antes de hablar.

— Eres una de las mejores personas que conozco, es cuestión de tiempo para que ellos lo noten. Estoy seguro de que si conocen a Louis así como tu lo describes ellos entenderán porqué te elije como su alfa, porqué está enamorado de ti.

Aquellas palabras de su mejor amigo le subieron el animo en demasía y después de abrazar al rubio palmeando su espalda entraron por fin a la tienda en donde pasarían un largo rato analizando las coronas de flores hasta que Harry por fin se decidiera por la perfecta para su omega.

Cuando la vio lo supo, era su color y cada detalle que había en ella lo que la hacía única y especial, las flores azules eran del color de los preciosos ojos de su omega y la manera tan precisa en que estaba trenzada la hacía la corona perfecta para Louis, lo que tenía a un Harry emocionado por que llegase la noche para poder por fin entregársela a su lindo omega de ojos azules y poder ver su preciosa sonrisa iluminarse al tenerla sobre su cabeza haciendo todo real y oficial para ambos, por lo que cuando llegó a la universidad a dar su ultima clase se encontraba bastante distraído pero pudo acabar el día sin ningún inconveniente.

Para Louis su día había sido eterno, en su hora del almuerzo fue junto a Zayn a hacer las compras para la cena con el alfa que había decidido cocinar para sorprender a todos y se encargó de escoger cosas que sabía que tenían en común los cuatro para preparar el mejor platillo que todos disfrutaran. Después de las compras tuvo que ir a su casa a dejar todo y como era algo tarde para regresar decidió saltar la ultima clase para ponerse en acción con la cena.

Cuando todo estaba en marcha y faltaba poco tiempo para que el alfa llegase, se encontraba la mesa correctamente decorada, la comida a punto de estar lista y sus padres arreglados y relajados en la sala por lo que solo faltaba él, así que corrió a su habitación para darse la ducha mas rápida que jamás se había dado en su vida para después vestirse con unos jeans negros, un suéter rosa pastel que le quedaba bastante grande y sus inseparables vans negras, corriendo escaleras abajo cuando el timbre de la casa llega indicando que Harry estaba allí y que era el comienzo de aquel camino tan especial que buscaban hacer juntos.

Al abrir la puerta se encuentra allí con el alfa vestido con un skinny jean negro, una camisa del mismo color desabotonada levemente en el pecho, viéndose increíble con dos ramos de flores en sus manos, el primero se lo entrega con una sonrisa y se acerca a dejar un pequeño beso en los labios del menor.

— Estamos listos para esto, mi omega.

Susurra regalándole calma con aquel gesto y toma su mano entrelazando sus dedos con seguridad para poder caminar juntos hacia el interior de la casa, sintiéndose nerviosos pero decididos con seguir adelante con aquella historia de amor.

"Perfect two" || Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora