"Perfect two" || Larry Stylinson

Capítulo noveno:

Las reglas estaban claras y para cambiar a Louis de clase tenía que acabar aquel semestre por lo que su última clase juntos sería en la semana final antes de las vacaciones por festividades. El omega no estaba muy feliz con la idea de tener que esperar tanto tiempo para poder salir realmente con Harry pero sabía que aquella era la única manera de hacerlo sin que ninguno tuviera problemas y lo mas importante era que su alfa no tuviera ningún tipo de problema legal.

Las cosas iban tranquilas entre ellos, Harry se encargaba de llevarlo todos los días a la universidad y desayunaban juntos en el carro u otras veces salían un poco antes para poder desayunar mirando a algún paisaje que ambos disfrutaran, como estaban en ese momento disfrutando del paisaje de un parque golpeado por la primera nevada que caía en aquel frío invierno que se avecinaba cada vez con mas fuerza.

— ¿Tu quieres tener cachorros, alfa?

Preguntó el omega después de un rato de silencio, viendo pasar a una omega con su cachorro de la mano mientras iban a la escuela o por lo menos eso parecía para el ojo del castaño, cuando Harry oyó aquello la pregunta lo tomo algo desprevenido por lo que bebió un poco mas de su café antes de darle una respuesta a Louis, que aún miraba hacia el paisaje como si aquello que había preguntado era algo casual y sin importancia, estaba tan distraído apreciando el lugar que quizás para él si lo era realmente.

— Si, creo que siempre he querido formar una familia pero aún tenemos tiempo para eso...

Dejó escapar un pequeño suspiro y tiro con suavidad del omega para atraerlo a su regazo en donde este se acomodó con tranquilidad, dedicándole una sonrisa tierna antes de dejar un suave beso en su nariz, aun no se besaban y eso comenzaba a inquietar a Louis, por lo que siempre que podía se acercaba lo suficiente como para demostrarle que lo quería, que se sentía realmente cómodo estando cerca de él y siempre quería estar cerca de él, mientras mas tiempo pasaban juntos su omega mas rogaba por tener al alfa cerca y por ser mimado. 

— Es bueno saber que los quieres, yo también sueño con tener una familia y estoy seguro de que tendríamos muy hermosos cachorros 

— Oh eso no lo dudo, serían muy lindos 

Una pequeña risa escapa de los labios del alfa y cuando Louis lleva una mano a su cabello para enredar sus dedos en sus rizos no puede evitar cerrar sus ojos relajándose mientras un ronroneo de gusto escapa de sus labios, encontrándose con la fija mirada del omega al abrir sus ojos; momento en el cual el celeste y el verde chocan en una explosión de sentimientos y dejándose llevar por lo que ambos pedían Harry por fin une sus labios a los del pequeño y ambos encajan como si estuvieran hechos para estar juntos, dejándose llevar por aquel beso cargado de amor y de ternura que ambos estaban compartiendo. Se separan después de un par de segundos que para ellos habían sido horas y las sonrisas de ambos ocupan su rostro mientras continúan mirándose a los ojos, rozando levemente sus narices en un pequeño beso esquimal y hubieran seguido en aquella posición durante mucho tiempo más pero la alarma que tenían programada para no llegar tarde a la universidad suena y los quita de aquella maravillosa ensoñación.

— Debemos irnos, alfa... es la ultima semana de exámenes y no podemos llegar tarde.

Se separa a duras penas del cuerpo del mayor para volver a acomodarse en su asiento y se sorprende cuando el alfa le roba un rápido beso antes de encender el auto para emprender viaje hacia la universidad.

Aquello se había vuelto una pequeña rutina las ultimas semanas, Harry pasaba por él para después dejarlo en la esquina anterior al aparcamiento el cual Louis caminaba con gusto y después se encontraban en clase como si nada estuviera sucediendo entre ellos, lo mismo que hacían a la salida cuando el rizado lo esperaba en el mismo lugar para poder llevarlo a casa y asegurarse de que entrara antes de ir a su apartamento o al gimnasio. 

— Quiero conocer tu apartamento, alfa. No quiero separarme de ti tan temprano y podemos ver películas o leer juntos

Al subirse al auto Louis le había dicho aquello con velocidad pero sin perder la exigencia en su tono de voz, se lo notaba seguro y sin ningún tipo de duda por lo que el alfa no se pudo negar a su pedido y a pesar de no estar muy seguro de si era lo correcto que fueran a su apartamento antes de que el pudiera presentarse con sus padres y comenzar con el cortejo oficialmente, decidió cumplir con la petición del menor para calmar sus ansias por conocer por fin el lugar donde vivía. 

Al llegar al piso del mayor lo primero que llamó su atención fue que el único apartamento que tenía alfombrilla era el del alfa y no pudo evitar sonreír cuando por fin entró al lugar que tanto había insistido en conocer, tomando una respiración profunda al notar que todo el lugar olía al alfa y no pudo evitar sentirse completamente embriagado por aquel especial aroma que tenia alrededor, dejando que el alfa tomara su abrigo para poder colgarlo y después lo rodeara con sus brazos por la cintura, descansando su mentón en el hombro del menor.

— ¿Y qué piensas? Te dije que solo era un lugar aburrido y pequeño. 

— Eso no importa, yo quería venir aquí para que podamos relajarnos y estar sin miedo a que alguien nos vea. 

Se separa del alfa para poder acomodarse en el sofá y se quita los zapatos para poder subir sus pies al mismo, tomándose el atrevimiento de tomar la manta que se encontraba en el sofá para cubrirse y al ver que el alfa no hacía mas que observar tira de su mano para hacer que se siente junto a él y se acurruca en su pecho gustoso de poder compartir un momento relajado e intimo con su alfa. 

— Abrázame y veamos una película, seamos novios reales por lo menos dentro de estas cuatro paredes y luego volvemos a escondernos hasta la próxima semana ¿Bien? 

Por fin el alfa había comprendido de que se trataba todo aquello por lo que solo asintió y obedeció al pedido del omega, rodeándolo con sus brazos para poder acurrucarse juntos en su sofá y encendió la televisión para poner una de las películas románticas que tanto le gustaban a su omega, disfrutando así de una tarde maravillosa en la que pudieron ser ellos mismos sin necesidad de preocuparse por estar escondidos.