Capítulo octavo:

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La cita había concluido con ambos pensando en aquello que tanto les molestaba para poder tener una relación entre ambos, pero luego de pagar y que salieran de aquel lugar, Harry decidió llevar a Louis a casa para que no tuviera que volver en un autobús atestado de gente, prometiendo que iría a recogerlo al día siguiente para llevarlo a la universidad ya que ambos entraban al mismo horario. 

— Lamento mucho haber arruinado el momento, pero realmente quiero hacer las cosas bien contigo. Quiero estar contigo, Louis.

Cuando están en la puerta del edificio del menor, Harry lo toma de las manos con delicadeza y besa sus nudillos con suavidad, observando al menor con adoración mientras el sonrojo subía lentamente a sus mejillas debido a que aún no lograba acostumbrarse al rizado y a sus palabras tan dulces, a lo que le hacía sentir diciendo que quería que fuera su omega y que quería cortejarlo. 

— Buscaremos la manera, alfa... estoy seguro de que lo haremos.

Le dedica una tierna sonrisa para después dejar un beso rápido en su mejilla antes de despedirse, comenzaba a hacerse tarde y lo mejor era que entrara para no llevarse un regaño o algo parecido por parte de sus padres.

— Lo pasé increíble contigo, ya quiero que tengamos una cita oficial. Adiós, Louis.

Se despide soltando las manos del castaño y una vez que este entra rápidamente a su edificio se aleja para dirigirse al auto en donde suelta un suspiro bastante relajado, comprendiendo que por fin había logrado encontrar a su omega y orgulloso de saber que le correspondía de la misma manera, por lo cual solo le quedaba buscar una solución para poder comenzar con el cortejo.

Por otro lado había un Louis que no podía quitar la sonrisa de sus labios, había soñado toda su vida con conocer a un alfa que lo amara y respetara como el merecía y no podía evitar soñar con aquel príncipe azul que viniera a salvarlo de cualquier adversidad porque aunque quisiera parecer todo lo contrario, Louis era un romántico empedernido y había crecido amando las historias de profundo amor, de esas que acababan en felices por siempre. 

Ambos sabían que era demasiado complicado que ellos tuvieran una relación en la situación que se encontraban y los dos estuvieron dándole vueltas al asunto una y otra vez buscando algún tipo de solución para poder tener una relación sin tener ningún problema con la universidad o que alguien pudiera interponerse a su amor. Harry había planeado cambiar al menor a la clase de alguno de sus colegas para que ya no fuera directamente su alumno, sabía que aún la gente tendría cosas que decir al respecto pero estaba seguro de que si tomaba aquella decisión no podrían presentar cargos legales ni mucho menos, por otro lado Louis había tenido demasiadas ideas, descabelladas ideas, incluían cosas soñadoras como dejar todo junto a su alfa para huir y ser felices en algún lugar alejado, y otras un poco mas reales, tales como transferirse de universidad para no arriesgar el puesto de trabajo del mayor. 

A la mañana siguiente el alfa tomo una ducha al despertar, habiendo despertado un rato antes del horario en que lo hacía normalmente debido a que tenía que pasar por el menor y como un pequeño detalle había decidido llevar el desayuno para ambos así lo tomaban en el camino a la universidad. 

"En 5 minutos estoy por allí, Lou. 

xx, Harry."

Envió aquel mensaje luego de pasar por un café y bocadillos para ambos y después de acomodar todo para no tener un accidente con la comida dentro del auto emprendió camino hacía el edificio en donde vivía el menor, aparcando justo frente a la puerta principal con la idea de enviarle un mensaje para avisar que se encontraba allí, pero realmente no se sorprendió cuando el omega con una sonrisa golpeo el vidrio del acompañante antes de abrir la puerta para acomodarse en el asiento del copiloto y ponerse el cinturón de seguridad.

— Hola, Harry... no quería hacerte esperar así que bajé en cuanto enviaste el mensaje 

Se acerca para dejar un rápido beso en la mejilla del rizado mientras este le sonríe y después acomoda su mochila en el suelo del asiento para ir mas cómodo, en el mismo instante que el alfa le ofrece su desayuno. 

— No debiste, hace frío para que estés fuera esperando. Espero que algo de café logre calentar tu cuerpo, omega. Prometo aprender cuales son tus desayunos favoritos, pero esta vez escogí yo... espero que te guste. 

Lo ultimo lo dice con una sonrisa mientras enciende el auto y emprende camino hacia la universidad, iban con tiempo de sobra para poder llegar a las clases de ambos pero no quería arriesgarse al que el menor se llevara una reprimenda por su culpa ni mucho menos. 

— No hace falta que me compres el desayuno, Harry... eres tan dulce, alfa.

No podía evitar tener una sonrisa en sus labios y un pequeño sonrojo en sus mejillas, era un poco por el frío que comenzaba a hacer quizás, pero también se trataba de todo lo lindo que el alfa le hacía sentir con aquellos detalles que tenía para cuidarlo como ir por el para que no tuviera que viajar horas en autobús y llevarle algo caliente para que el frío no hiciera estragos en su cuerpo. Harry al notar el sonrojo y la brillante sonrisa de su omega no podía estar más orgulloso de haberlo hecho sentir bien con aquellos detalles que no planeaba parar, estaba decidido a consentir a su omega para hacerlo el mas feliz de todos. 

Cuando ya estaban cerca de la universidad Harry aparcó el auto en un lugar que vio vacío junto a la calle y se giró hacia Louis para poder verlo, estaba terminando su café y realmente podía notar que su cuerpo se había calentado un poco con la bebida caliente, aunque también quizás se trataba de los guantes, bufanda y tierno gorro, todos de color celeste, que llevaba su pequeño. 

— Es mejor que camines de aquí pero tengo otro abrigo en el asiento de atrás, deberías usarlo porque parece que hace aún más frío ahora.

Se estira para tomar el abrigo y se lo entrega a Louis, quien lo toma después de soltar una pequeña risita, estaba quizás lo suficientemente abrigado para ir al polo norte de vacaciones pero no iba a negarse a tener uno de los abrigos de su alfa y mucho menos le iba a dar la contra con lo enternecido que se encontraba con su preocupación porque no pasara frío y la cara de pena que había puesto al tener que decirle que debía bajarse antes, pero él entendía y no iba a hacer un problema, no cuando debían estar mas unidos que nunca. 

— Te veo en clase y espero verte luego de clase también.

En un gesto coqueto le guiña un ojo y antes de que el ojiverde pudiera procesar aquello y darle una respuesta, el menor baja del auto colocándose el abrigo y colgando la mochila en su hombro para después caminar, con una sonrisa satisfecha en sus labios al saber que causaba algo en el mayor, mientras se dirigía a la universidad.


No puedo decir mucho porque estoy segura de que ya no les caigo bien, solo espero que les guste el cap y que sigan comentando.

XX, Puki 

"Perfect two" || Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora