13

9 1 0
                                    

Habíamos perdido el hombre.. bueno.. ya saben a lo que me refiero.

-¡Mira lo que has hecho!- Siguió gritándome el idiota mientras intentaba sacudirse las cenizas de la ropa.

-!Tu fuiste el que se metió a mi habitación para realizar tus jueguitos inmaduros- Respondí mientras me acercaba nuevamente hacia la escena - ¿Ahora que haremos?

La mejor idea para mi era simplemente tomar las cenizas ( lo poco que quedo de ellas ) colocarlas adentro del cofre y dejarlo nuevamente en su lugar, vamos .. ¿Cómo podría mi anciana jefa darse cuenta de lo que había sucedido? 

-Ella se dará cuenta..-  interrumpió mis pensamientos .¿ahora además de chofer también leía la mente?

Lo observe mientras levantaba la ceja, me parecía algo totalmente imposible por favor..

- La jefa sabe, te lo digo, si esa mujer se le ocurre la grandiosa idea de venir a abrazar el cofre en donde esta su amado esposo y siente que le falta aunque sea un gramo de su "cuerpo" te matara querida..- 

-¿A mi? ¿Por qué me mataría a mi? cuando tu eres el culpable de todo lo que esta pasando en este momento- me cruce de brazos.

-A ¿Quién le prestaron la habitación? ¿Quién es la encargada de cuidar de Artur?-

El hombre tenia razón, si la mujer se enteraba de que habíamos dejado caer el cofre con las cenizas me echaría la culpa a mi por no haber .. amm digamos .. defendido a su esposo ni haberme tomado enserio su cuidado.

-Bueno esta bien y ¿Ahora que?- Decidí dar mi brazo a torcer para buscar la manera de trabajar en  equipo .

-¿Ahora que?.. pues ahora yo me voy a dormir, ya es algo tarde y mañana tengo que llevar a la señora a su clase de ballet para ancianos- Se volteo rápidamente y comenzó a caminar hacia la puerta

-¿Que?- Me quede allí parada y totalmente sorprendida por su respuesta tan desinteresada -¿No vas a ayudarme? -  Ni siquiera creo que me allá escuchado terminar la frase debido a que se fue y cerro la puerta antes de que terminara de hablar.

Me quede allí de pie por unos minutos mientras pensaba en que se supone que haría para poder volver a llenar aquella caja a la que antes le tenia un miedo terrible.

Primero tome una escoba y un recogedor para juntar todas las cenizas que habían quedado en el suelo. 

-Perdón, perdón..- Decía mientras iba moviéndolas con la escoba. . pobre hombre ..

Abrí la caja como pude y fui colocándolas poco a poco adentro para luego cerrarla un poco y cargarla con la idea de verificar su peso.. bueno, cuando era pequeña y mi abuelo murió yo cargue su caja de cenizas y definitivamente la de Artur no estaba ni la mitad de pesada como la de mi abuelo, creo que era tan poco lo que había allí que quizás tan solo se trataba de un pie. El cuerpo del pobre hombre ahora estaba esparcido por todas partes tanto llevadas por el viento como en la ropa del idiota de Alf. 

Tome la caja y decidí cerrarla para colocarla nuevamente en donde había estado durante todos esos años,  sabia que necesitaba volver a llenarla con lo que fuera para poder suplantar la falta de peso tan grave que tenia, pero ya era muy tarde para andar rondando por los pasillos de la mansión, así que decidí acostarme ( por supuesto esta vez deje la luz encendida ) y dormir un poco.  ya mañana entre mis horas de quehaceres buscaría la manera de resolver.

Amaneció y la verdad no había logrado dormir absolutamente nada, estuve pensando durante toda la noche en lo que había sucedido. Esto era grave, si Leticia descubría todo me echaría y  tendría que decirle adiós a todos mis sueños de ser ricas y poderosa tan fácilmente y no.. no podía renunciar a esa gran oportunidad que me había regalado la vida.

Me levante de la cama y comencé a vestirme para bajar a buscar con que llenar la caja antes de que me entregaran la lista con las cosas que haría durante el día. estaba terminando de colocarme los zapatos cuando repentinamente escuche que tocaron a mi puerta.

Me horrorice.. esperaba con todas mis fuerzas de que no se tratara de aquella mujer quien se había levantando hoy con muchas ganas de abrazar y hablar con su esposo-

-¿Quien?- Pregunte nerviosa mientras me levantaba poco a poco.

-Querida soy yo..- Escuche aquella voz chillona que me acelero el corazón

¿Por qué tenia tan mala suerte en mi vida?.. ¿Por qué Dios?.. Acaso es ¿Por qué quiero que esta mujer se muera rápido para poder heredar todo su dinero?... ah si puede ser por eso..

-Un momento..- Respondí mientras me acercaba lentamente hacia la puerta, no podia dejar que ella se le ocurriera la grandiosa idea de pasar a la habitación asi que abri rapidamente, sali y cerre la puerta sin dejarla que nisiquiera diera un paso hacia adentro -Buenos Días- Fingí una sonrisa para que no se notaran mis terribles nervios.

-Hola Juliette- se veia bastante alegre esta mañana, estaba bastante arreglada ( maquillaje bastante exagerado) y un abrigo hecho totalmente de plumas rosadas. - Hoy voy a salir temprano, necesito ir a unas clases de baile muy importantes que me han recomendado unas amigas, ya sabes para mantener estas caderas en movimiento para los chicos- Comenzó a reír y yo le seguí el juego mientras viva trauma por lo que acababa de decir.

-Hoy será  un día muy complicado para mi querida y lo mas probable es que llegare hambrienta, además de eso he decidido invitar a mis amigas Lucy y Dina para que vengas a pasar el rato aquí conmigo- Poco a poco y con su brazo tembloroso me enseño la lista con mis quehaceres del día..-Me encantaría que pasáramos un hermoso día aquí en casa y es por eso que lo que haras hoy es encargarte de que tengamos la mejor tarde que se pueda, alli esta la lista de las cosas que tienes que comprar-

¿Solo ir al super y comprar algunas cosas para comer y para beber? !Listo!. hoy seria un día bastante fácil para mi.

-Oh perfecto..- Dije mientras intentaba ocultar mi sonrisa, yo era experta armando fiestas, que cosa tan fácil para mi. tome la lista y me la guarde en el bolsillo mientras la veía darme la espalda para comenzar a bajar las escalera .

-Oh Juliette- se detuvo antes de bajar el primer escalón - Mi auto esta guardado en el otro garaje, puede ir a comprar las cosas con el, te dejare las llaves encima de la mesa , espero que sepas conducir.

OMGGG UN AUTOOOO

-¡Por supuesto!- Respondí intentando verme seria y responsable cuando en realidad por adentro estaba aun paso de explotar de la emoción.. osea.. ¿Holaa? la mujere era millonariaaa su auto tenia que ser algo asi tipo convertible, que espectaculo.

Me quede en la habitación de Leticia fingiendo  tender su cama mientras en realidad estaba atenta a que se subiera a la limosina y se fuera, para así bajar corriendo las escaleras y tomar las llaves para dirigirme hacia el segundo garaje de la casa. 

Cuando llegue note que habian 2 autos tapados cada uno por una enorme malta de color blanco, pero de uno de ellos sobresalía una parte que se veia de color rojo, esperaba que fuera un maravilloso convertible estilo barbie. cuando quite la manta de aquel auto comence a gritar como una psicopata, mi sueño del convertible se habia hecho realidad. tendria a suerte de ir a a comprar conduciedolo y por supuesto no perderia la oportunida por pasar muuy lentamente por la calle libertad para hacer que todas mis amistades me vieran sobre esa hermosura, !Mi momento habia llegado! 

O eso pensé hasta que intente abrirlo con las llaves y me di cuenta de que ni siquiera entraba.

-Entonces..- Dije para mi misma mientras me volteaba hacia el otro auto, me sentía bastante decepcionada.. pero vamos que no podía ser tan malo..

JAMAS EN MI VIDA.. había visto un auto rosado ni mucho menos peludo, ni siquiera se trataba de un modelo nuevo, hubiese preferido mil veces irme aquel día en un taxi pero no tenia nada de dinero y la mujer solo me había dejado una tarjeta para pagar las cosas así que me subi al auto rogando que por favor no encendiera, pero para mi sorpresa !Oh! encendió al primer intento.

Sali del garaje ideando una manera de ni siquiera pasar cerca de la calle libertad, no queria ser el hazme reir de nadie. solo queria llegar al lugar, hacer las compras y regresar a la casa lo mas rapido posible, pero lo peor del caso es que nisiquiera habia leido la lista que Leticia me habia dejado.



LA ANCIANA MILLONARIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora