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Voltee lentamente hacia un pequeño armario de madera que se encontraba en todo el frente de la cama y "Allí" a su lado, Prácticamente mirando hacia la misma cama, Hacia un cofre enorme todo lleno de polvo, El cofre era exageradamente grande y de color negro.

-¿Se refiere a eso?- Dije muerta de miedo mientras señalaba a la cosa más fea que habían captado mis ojos en la habitación.

-Oh si cariño. Allí está mi dulce, dulce Arturo.- Respondió aun sonriente mientras se acercaba hacia el cofre. –Hola cariño, Siento no haber venido a visitarte los últimos 11 años..

¿11 Años?....-

-Aquí te he traído a una acompañante, Mira... -Se volteo para señalarme. –Ella es juliet. Es mi nueva niñera y me ayudara en todo lo que necesite, Es por eso que le he dado tu habitación.-

La mujer se quedó en total silencio unos segundos mientras observaba el exagerado cofre con atención.

-No tienes por qué enojarte querido..- Dijo riendo mientras poco a poco acercaba sus manos hacia el objeto para acariciarlo.

-¿Está enojado?.- Pregunte prácticamente perturbada y sin ganas de saber la respuesta para no morir de un infarto.

-No te preocupes Juliet. Ya lo estoy arreglando con él. –Dijo la anciana mientras tomaba el cofre para seguir acariciándolo.

-Bueno. Creo.. Creo que necesitan privacidad..- Dije mientras daba pasos gigantes hacia la puerta de la habitación.

Tantas habitaciones en la mansión y esta mujer me había dado precisamente la habitación en la que su abandonado y pobre marido había muerto a causa de quien sabe qué cosa.

Me gustaría decir que soy de esas chicas valientes, Pero realmente soy la peor miedosa de todos los tiempos, Ni siquiera sabía cómo regresar a aquella habitación y ver a Leticia seguir acariciando a su esposo. Era algo extraño y perturbador.

Para cuando Leticia decidió dejar de acariciar a su marido, yo ya estaba en la habitación de los suministros de limpieza en busca de absolutamente todo lo que me ayudase a desinfectar ese lugar.

La mujer se fue a cenar a eso de las 7: oo Pm y yo casi muero durante todo el tiempo que estuve sola en aquella mansión, Me di cuenta de que cuando tuviese mucho dinero no iba a ser necesario comprar una casa tan grande como esta, Pues realmente jamás me había sentido tan sola en un lugar ni mucho menos había sentido tanto miedo de que el fantasma de un anciano me apareciera.

Para cuando termine de limpiar la suciedad de aquella habitación, en la cual tuve que cambiar definitivamente las sabanas por tener manchas de vómito y sustancias oscuronas desconocidas y luchar contra arañas y todo tipo de bichos ya eran las 12:45 De la noche.

Leticia estaba en su habitación ya dormida pues podía escuchar perfectamente sus ronquidos, Yo por mi parte preferí bajar y darme una ducha en uno de los 4 baños de la parte baja ya que no se me ocurrió siquiera abrir la puerta del baño que estaba dentro de la habitación, No quería saber qué tipo de sorpresas me podía encontrar luego de 11 años o más sin jalar de la cadena.

Termine con todo lo que tenía por hacer en mi mudanza y decidí arriesgarme a apagar la luz para poder dormir..

Realmente no sé qué fue peor:

-Si aquel horrible cofre observándome en la oscuridad (Ya sé que los cofres no tienen ojos, Pero les juro que me sentía observada.)

-Si los ronquidos horribles de Leticia cada 7 segundos.

- Si mi mente pensando en que dentro del baño que no había limpiado podría estar el esposo de Leticia esperando para atacarme.

- O si aquel horrible sueño que tuve de Leticia acariciando el cofre y luego este votando un polvo blanco por todas partes.

Fue horrible.. y perturbador..


LA ANCIANA MILLONARIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora