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No hay nada de malo en querer algo de poder algunas veces ¿no es cierto?. Tampoco hay nada de malo en querer tener mucho dinero para complacer tus caprichos y sentirte completamente feliz. Sobre todo cuando te lo ofrecen de una manera tan fácil en bandeja de plata.

Siempre pensé que trabajar de sirvienta en casa de alguna persona millonaria seria como una de esas tontas novelas mexicanas, Conseguiría a un pobre tonto capaz de darme su apellido y su dinero y el lucharía por mi contra toda su familia. Pero en este caso me lleve una enorme sorpresa al saber que la dueña de la mansión era un pobre anciana sin familia.

Una actriz de los años 50 y según una reconocida mujer del cine (Claro del cine de mis padres pues yo nunca había sabido absolutamente nada de ella). En el momento en el que vi el anuncio en el periódico de "Se busca empleada de servicio completo". Me imagine una enorme mansión con niños ricos y malcriados, personal de servicio por todas partes y quizás unos que otros hombres guapos y ricos.

Pero cuando llegue a mi destino. Me di cuenta de que era la única "Empleada de servicio" del lugar (Claro si es que la mujer me contrataba) Y quizás la única persona joven, y aunque al principio se me hiso extraño que una mujer no tuviese ni un empleado en aquella enorme mansión, me leyó el pensamiento y me dijo con una gran sonrisa en el rostro.

-No creas que estoy totalmente sola aquí. Tengo a mi chofer Alf quien hoy esta de día libre, También tengo a mis mascotas conmigo y a mi querido Arturo-

-No.. No se preocupe.- dije intentando fingir una sonrisa mientras pensaba "Vieja adivina". -No estoy pensando en absolutamente nada de eso.

Ella solo sonrió y me tomo la mano suavemente.

-Pasa cariño. Pasa.-

La mujer era anciana. Estaba arrugada y tenía algunos problemas para caminar, pero se mantenía totalmente de pie sin ningún bastón y se vestía aun totalmente a la moda supongo de su época.

Cuando entre en la enorme mansión quede totalmente impresionada por todas sus posesiones. Cuadros, Estatuas, Esas enormes escaleras gigantes de cuento de hadas. Todo era totalmente hermoso. Caminamos un poco más hasta una sala de estar en donde quise ayudarla a sentar pero ella me hiso seña de estar bien y dijo poder sentarse totalmente sola. (Parecía que se iba a desarmar en cualquier momento).

Al observarla por unos segundos, me di cuenta de que quizás cuando era más joven fue una de las mujeres más hermosas del cine, Sus ojos azules y su cabello casi blanco me dieron a notar que esta mujer tuvo muchos admiradores en aquella época de su juventud.

-Eres muy bonita.- Dijo sonriente mientras me observaba. -Me imagino que debes estar casada y tener un buen esposo. ¿Cierto?.-

-Oh no señora..

-Leticia..- me interrumpió rápidamente.

-No señora Leticia. -También la observe. -No tengo pensado casarme por el momento ni tampoco tengo pareja, Estoy trabajando para poder ir a parís pues quiero estudiar diseño de modas en una academia muy prestigiosa.-

-A mí también me encanta mucho la moda. -Comenzó a reír. -Cuando era joven como tú fui modelo por algún tiempo.-

-¿Ah sí?-

Tuvimos una larga conversación interesante. La verdad la mujer me caía muy bien y tenía buena pinta de no ser tan exigente con sus empleados. Pero llego el momento en que la conversación se tornó aburrida y yo solo quería saber información sobre el trabajo que ella estaba ofreciendo.

-Bueno Juliet. Hablemos un poco sobre el trabajo que estoy ofreciendo.- Me observo un poco seria mientras se acomodaba en el sillón.

"Aleluya" Pensé rápidamente mientras fingía la misma seriedad.

-Como sabrás soy una anciana..

"No me diga. No me había dado cuenta"

-Y ya al llegar completamente a una edad en donde no puedo hacer todas las cosas que antes no costaban nada. Estoy buscando a alguien que pueda ayudarme con ellas. Pues veras.. Me gustaría tener a alguien joven aquí en mi humilde mansión para que me ayudara con algunas cositas pequeñas y ya que veo que eres una joven dispuesta y me caes bien. He decidido mañana ponerte una pequeña prueba. Claro si tú estás de acuerdo. -

Al principio me imagine cuidando de la pobre mujer, La verdad podía limpiar su hogar y ayudar con cosas del hogar. Pero al verme cuidando a esa pobre mujer anciana me daba un poco de tristeza con ella, pues yo ni cuidar niños sabia. Pero decidí arriesgarme y enfrentar ese día de prueba, además ¿Qué podría perder?. La cantidad que me indico de pago (La cual no revelare porque alguien de ustedes podría quitarme el empleo) me daban ganar hasta de limpiar su techo si ella misma lo pedía.



LA ANCIANA MILLONARIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora