☀️ VI ☀️

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Manadas separadas

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Minutos después....

Nos encontrábamos caminando cansados y hambrientos por un lugar remoto. Con nuestras mascotas al lado nuestro.

El joven que caminaba al lado mío se animó a sostenerme de la mano. Para seguir avanzando juntos. El tan solo hecho de estar cerca de el, me renovaba las energías.

Mientras que detrás nuestro venían Eep y Lío charlando muy animadamente. El joven aún caminando con sus palos. Al parecer se estaban volviendo más cercanos..... estaba feliz por ellos.

Al mirara nuevamente a mi chico listo, mi semblante cambio levemente.

- Amor -Guy llamó mi atención, me encantaba cuando me decía de esa forma- ¿Te pasa algo?

Apenas había cambiado un poco mi expresión y ya sabía que algo me tenía preocupada.

- Tengo una duda -confesé.

- Dime -estaba dispuesto a escucharme.

Lamí mis labios antes de continuar, pues no estaba segura en preguntarlo- Tu y yo...Nosotros....-inhale-...¿Qué somos ahora?

Por fin había largado esa confusión en mi cabeza. Ya que hace algunas semanas, Thunk al jugar con su mascota al atrapar la caracola, había interrumpido la explicación que el pelinegro le estaba dando a mi mamá.
(En la Parte XIX: "Doña enojada" del primer libro).

- Emm.. -pensó por un momento-. Recuerdo que mi mamá y papá me contaron que cuando eran jóvenes, eran...nev...nio..-al parecer no le salía la palabra.

Por eso Brazo le dió dos golpes leves en su frente. Ayudándolo.

- ¡Novios! -comentó alegre de recordar.

- ¿Novios? -repetí aquella palabra. Nueva y linda a mi parecer-. Me gusta -sonreí, aún tomados de la mano.

- A mi me gustas tú -mencionó de un momento a otro. Haciendo que mis mejillas se calienten un poco-. Mi tigresa -susurro cerca de mi oído, frenando nuestra caminata.

- Y a mi también me gustas -dije en el mismo tono. Sintiendo un pequeño tirón de parte de el, acercándo poco a poco nuestros rostros. Esperando lo que venía a continuación.

- ¡_______ y Guy! -escuche retumbar en mi oído. Luego unas fuertes manos separandonos.

Abrí mis ojos encontrándome con papá muy cerca nuestro.

- ¡Ustedes encarguensen del fuego! -nos ordenó. Colocándose entre nosotros.

- Claro papá, no te hagas problema -respondí algo nerviosa de que nos haya visto de esa manera. Alejándome rapidamente de aquel lugar.

- Si papá -dijo Guy, imitando mi acción. Comenzando a correr junto a mi a buscar pedazos de madera seca.

- ¡No me digas papá! -contradijo el hombre malhumorado en la lejanía.

Al jóven lo sentía detrás mío, pensando en que no me haría nada. Pero derrepente me cargo en su hombro, como si una bolsa de papas se tratara.

Reí por su acción— ¿Estoy pesada? —pregunte en lo alto.

— No —contestó francamente—. Pesas igual que el tronco en el que iba antes.

Carcajeamos al recordar aquellos tiempos.

Nuestro Mañana // Guy y tu // [2°do Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora