☀XIII☀

3.4K 354 45
                                    

Todos íbamos caminando por los Exteriores de la casa del árbol, hasta habían puentes que nos conducían a diferentes lugares. Luces hermosas que Embellecian el lugar y artesanias bastantes peculiares.

- Bien, ya se esta haciendo tarde asi que es hora de dormir -comentó la señora Siemprebien-. Mañana tendremos todo el dia para revivir los bellos momentos.

Me parecía una buena idea.

- Bien -Thunk ya se habia recostado en el suelo, justo en medio de el camino.

- Croods a dormir -ordenó papá. Y asi los integrantes obedecieron, incluida junto con Lío. Pero Guy se negó a hacerlo.... Extraño.

- Mira amor... Duermen apilados —mencionó la mujer de cabello largo.

— Yo quiero —la rubia ya se habia recostado encima nuestro junto con su hermano. Quien se subió encima de Eep.

Lío en un buen empujón, logro que este quedara abajo de el todo.

— Mis huesos —pedía ayuda Fred, ya que era algo delgado.

— Chicos —llamo la atención esperanza para que dejaran de estar con nosotros.

— Si.. Este —félix tomo la palabra—. Nosotros estamos acostumbrados a dormir en cuartos separados.

¿Separados?

— ¡Ah! —un pequeño grito de Guy me sobresalto— ¡Nos dan cuartos separados!

Estaba confundida, pero ansiosa por lo nuevo.

Todos nos reincorporamos y nos dirigimos a las pequeñas cuevas hechas de madera, una para cada integrante.

Al entrar quede boquiabierta, pues era bastante acogedor y precioso. Me encantaba. Una hamaca para descansar, ventanas por las cuales apreciabas la vista y espacio.. Demasiado espacio.

— ¿Nada mal, no? —escuche mi voz preferida a mi izquierda.

Me asome por una de las ventanas para conversar en la distancia.

— Es.. Increíble —sonreí, observando la hermosa noche estrellada.

Una vista así, no se ve en cualquier lado.

Voltee mi vista hacia Guy, quien ya no se encontraba allí frente mío.

— ¿Guy? —no recibí respuesta— ¿Amor? —insistí— ¿Chico listo? —volví a llamarlo segundos después, pero no seguí en vano—. Agh.

— Debe estar en el quinto sueño —escuche a mis espaldas.

Me sobresalte, girando sobre mi eje para encontrarme con aquel moreno de ojos muy atrayentes.

— ¿Que haces aquí? —le pregunté algo confusa, pues aún no estaba dentro de el cuarto pero si en la puerta— No dormiras aquí tambien ¿Verdad?

El negó nerviosamente, hasta podría jurar que sus mejillas se enrojecieron—. No, no, no —repetía, mostrando un pedazo de cuero acolchonado—. Solo recorde que en esta habitación me falto colocar una almohada.

Observé el objeto— ¿Almohada? —cuestione, sin contener una sonrisa al recordar como mi madre solía hacer de estas, aparte de algunas mantas para abrigarnos.

— Si, la conoces ¿No? —me sacó de mis pensamientos.

— Emm si —respondí, regalándole una sonrisa—. Gracias —tomé el objeto para colocarlo sobre la hamaca. Sintiendo una mirada constante por parte de el ¿Acaso tenía algo extraño?

— Disculpa si hago preguntas estupidas —me sorprendieron sus palabras—. Me cuesta adaptarme a los cavernícolas —añadió desconcertandome—. Aun que sinceramente tu.. —hizo una pausa.

Alce las cejas en señal de que prosiguiera.

— Tu.. No pareces una cavernícola, es más... Hasta podrías ser como nosotros —se rasco la nuca muy nervioso—. En el buen sentido —aclaró alzando ambas manos.

Coloque mis manos en mi cintura— Hm —ahogue una pequeña risa—. Relajate, yo soy la que tendria que estar incomoda y nerviosa, no tu —me recoste en la hamaca. Estaba algo agotada.

Era una comodidad impresionante. Y sumada la almohada, un lujo.

— De acuerdo —mencionó más tranquilo—. Descansa ________ —mencionó antes de marcharse, cerrando la puerta.

— Igual tú Chuck —contesté conciliando el sueño, logrando que me escuche por la ventana.

Aquel joven tenía un extraño comportamiento, pero era gentil y amable. Me caía bien.

.
.
.

Narrador omnisciente:

El de ojos claros suspiro ya a unos metros de la muchacha, antes de adentrarse a su habitación con una amplia sonrisa en sus labios.

— ¿Qué me sucede? —se quejó consigo mismo en un susurro. Pues, no se comportaba de esa manera nunca.

Decidió dormir y despegar su mente, mañana tenia trabajo que hacer.

Pero ambos no se percataron de que una pareja muy chismosa, rondaba por el lugar. Al acecho, al igual que unas fieras despiadadas.

.
.
.
.
.
.
.
.
.......



Nuestro Mañana // Guy y tu // [2°do Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora