Narrador omnisciente:En el mundo hay personas egoístas, amables o hipócritas. Y esto ya viene habiendo desde los principios...
— Esperanza.. Tengo un plan —sonrió pícaro el de peinado extravagante.
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.Narra _______:
Estire mis brazos antes de abrir mis ojos. Realmente se sentia bien.
Al levantar mis párpados observe los rayos de sol que provenían de la ventana, para luego dirigir mi vista hacia allí. Encontré a la mayoría de mi familia disfrutando de las comodidades que los Siemprebien ofrecian.
— Buenos dias —se oyó una voz a mis espaldas.
Me sobresalte y voltie encontrandome con el rubio.
— ¿Hace cuanto estas ahí? —me referí a un sillón de cuero que estaba en la habitación.
— ¿Te incomodaria saber que toda la noche? —mencionó causandome un pequeño escalofrío—. Es broma —río solo el—. Llegué hace un rato, te tenía preparado una bebida que te levanta x las mañanas, de parte de mi Padre —me la entregó, sentándose a un lado mío.
La tomé con desconfianza-. Gracias -le di un sorbo mientras el joven penetraba su mirada en mi. Incómodo- ¿Tengo algo raro en la cara?
— No, para nada -respondió con una actitud relajada, como siempre— ¿Guy es tu macho?
Aquella pregunta hizo que casí me ahogara con el te, que por cierto estaba muy bueno.
— Ahhh —no sabía que responder—. No lo diría así, pero sí.
Seguí desayunando, ignorando su mueca de molestia.
— ¿Y que le vez de lindo para estar con el? —insistió con el tema— ¿Acaso tiene cabellera rubia u ojos claros como yo?
Ahora entendía a que punto quería llegar.
— No solo me fije en su color de cabello, ni en su color de ojos —sonreí al recordar al pelinegro—. En su astucia, en su inteligencia, en su sinceridad y hasta un poco en su torpeza —observé al joven sentado junto a mi, con una actitud insatisfecha.
— Okey —asintió levantándose—. No eres la única que se da cuenta que aquello —miro por la ventana a cierta pelinegra de largo trenzado.
— ¿Cómo? —quería más explicaciones, pero no las recibí.
— ¿Tu hermana y Lio tienen... Algo? —se atrevió a preguntar, cambiando de tema rotundamente.
— No algo... Oficial —contesté con sinceridad.
— Estoy a tiempo —sonrió egocéntrico. Luego se dirigió a la salida—. Que tengas lindo día preciosa —se marcho sin más.
Este joven me parecía extraño, no era a lo que estaba acostumbrada a ver. Pero por una y otra razón no me atraía.
Al acabar mi te, salí del cuarto separado. Llevando conmigo la taza para devolverla.
Pero al dar solo un paso fuera, me encontré con aquella mujer.
— Ay mi niña —se acercó a mi —. Buenos días.
— Buenos días señora Siemprebien —salude educadamente.
— Dame eso —me arrebato con delicadeza la taz que tenía en mis manos —. Yo me encargó —sonrió.
Le de volví el gesto—. Okey —estaba dispuesta a marcharme con mi familia.
— Espera linda —freno mi paso—. Ten, hice este vestido especialmente para ti —me entregó una prenda echa de hojas que ellas mismas usaban para vestirse.
El conjunto era muy lindo, pues se Intensificaban los colores azul marino y verde agua. Arriba se usaba un vestido, marcado a la cintura; que no pasaba más abajo de las rodillas. Y venía junto a un pantalón más corto, de los mismos colores.
— Muchas gracias Esperanza —era muy lindo, pero no era mi estilo—. Aun que no se si me quedará bien.
— ¡Ay tonterías! —exclamó con un ademán—. Pruebatelo y luego vemos —me empujo con la prenda dentro de el cuarto, para luego cerrar la puerta tres mío—. Avisame cuando estes lista —se escuchó de el otro lado.
No quería ser desagradecida, así que me empecé a desvestir.
Un minuto después ya estaba con el nuevo conjunto—. Lista —mencioné, haciendo que la puerta se abrace.
— Que hermosa —dijo con ambas manos en sus mejillas—. Mirate, mirate —me llevo a un lugar específico de la habitación, donde se reflejaba mi imágen.
Era extraño verme así, pero no me quedaba tan mal como pensé.
— Te queda divino, aparte resalta tus ojos —señalo con la misma emoción—. Te pareces tanto a tu mamá —sonrió melancólica y orgullosa a la vez.
Mi mamá... Si tan solo pudiera recordarla detalladamente.
— ¿Como era ella? —me atreví a preguntar, dando medía vuelta para poder salir de una vez por todos de el cuarto.
— Era la mujer más bella que mis ojos podían ver. Cabellera negra y ojos tan profundos como el mismo mar —describió—. Tu madre te amaba demasiado, y era alguien tan valerosa y de buen corazón.
Sonreí imaginandomela, una pequeña lágrima se atrevió a salir; pero la seque rápidamente.
— Suena maravillosa —respondí. Dispuesta a quitarme el conjunto.
— ______ espera —me frenó—. Dejatelo puesto, te queda magnífico. Aparte cambiar de estilo de vez en cuando no esta nada mal —insistió.
No me dejo accionar. Aparte no quería quedar como mal educada, por más que sea una cavernícola de la era prehistórica.
— De acuerdo —asentí, echándole un último vistazo al espejo—. Solo por hoy.
Esperanza sonrió, dando unos pequeños aplausos. Luego ambas salimos de la cabaña.
— Desayuna algo, luego disfruta tu primer día aquí ¿Si? —me incitó.
— Okey —me sentía rara con la ropa. Aparte de unas energías raras y negativas de el lugar.
Al llegar a la casa del árbol central, se encontraban Félix, la jóven rubia y el moreno de hermosos ojos.
— Buenos días —me saludo Zoe sonriente como siempre, mientras se arreglaba el cabello en el espejo.
— Buenas —dije. No solo para ella, sino para todos los presentes.
— ¿Como dormiste querida? —me preguntó el mayor de allí.
— Bastante bien —respondí sentándome en una silla junto a la mesa, recibiendo otro te igual que el de esta mañana. Mientras me tentaban algunas frutas que tenía enfrente.
— Me alegro —se retiró.
— Te queda bien —dijo el muchacho a mi izquierda, refiriéndose a mi nuevo conjunto. Parecido al que vestía el.
— Gracias —lo miré de reojo. Algo avergonzada— ¿Han visto a Guy? —pregunté, ya que extrañaba estar con el.
— Esta ayudando a Alba con sus quehaceres —me respondió la joven aún luchando con su cabello rebelde.
Una sensación horrible y disgustante recorrió mi estómago. No me agradaba que pasara tanto tiempo con esa chica, pero tampoco quiero ser la villana de su reencuentro.
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Nuestro Mañana // Guy y tu // [2°do Libro]
Hayran KurguTodo por fin se encontraba armonioso dentro de la familia Croods. Pero... como ya era costumbre, las cosas no duran para siempre. El jefe de la manada, al encontrar algo nuevo (Posible salvación para tener a su hija cerca), es causante de un compl...