Capítulo 3

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Un mes después

* Joe *

Después de todo, me niego a creer que Victoria fue esa mujer con la que dormí aquella noche. Al igual que me niego a creer que ese sirviente lo planeó todo para tomar fotos y manchar mi nombre solo porque despedimos a su padre, quién robó dinero a mi empresa.

En la empresa hubo muchos ladrones, pero aquel hombre nunca dijo quien era su padre y jamás me lo dirá porque después de su sentencia se suicidó.
Y ahora busco a madre e hija ambiciosas pero creo que desaparecieron sobre la faz de la tierra.
Pero se que un hombre como yo nunca se rinde, así que esas dos no deberían de confiarse.

Toc toc

- hermano, deberías ir a dormir. Nunca te cuidas, acaso ¿no sabes cuánto la abuela, nana y yo nos preocupamos por ti?- pregunta Angie, mi hermana mayor.
- Está bien, no llores. Cuidaré más de mi en el futuro- la consuelo con un abrazo.
- ¿y dónde está tu esposo?- pregunto mientras sostengo sus manos.
- Uhmm... Francisco llegará pronto, pues hoy cierra un trato importante- responde muy contenta.
- bien...- digo mientras Angie me mira un poco molesta.
- ¿Bien?, Joe, no me digas que te olvidaste que mañana tu cuñado y yo cumplimos un año de aniversario- arruga la frente.
- no lo olvidé, hermana. Puedes estar tranquila porque si asistiré- afirmo para después escuchar a mi hermana despedirse y salir del despacho mientras continuo con el trabajo.

* Molly *

Desde el día en que ese hombre me pegó, no he vuelto a saber nada más de él. Es cierto que hay de todo en esta habitación pero todo eso no me hace olvidar a mis padres y hermana. Tampoco calma las náuseas y mareos que he presentado desde hace una semana.
Náuseas y mareos, tengo mis razones para sospechar que estoy embarazada, pues tengo un retraso, el cual confirma que llevo una criatura en mi vientre.

Tengo miedo que nos suceda algo malo, que diría el padre de mi bebé. Sé que no fue la mejor manera de conocerlo, pero sus suaves caricias y sus besos embriagantes hicieron que me enamore.

*Narradora*

Molly se sentía feliz e intranquila mientras miraba y acariciaba con cariño su vientre y mientras a cada segundo repetía: mami te ama y papi también, asi que no te preocupes saldremos de esta y seremos felices, mi bebé.

Al día siguiente

- ¡despierta, floja!- un grito me despertó asustada.
- usted...- me sorprendí al ver que no era el mismo hombre de hace un mes.
- bien, me gustan las mujeres calladas. Ahora escúchame, ¿has tenido mareos y náuseas?- pregunta y el miedo me invade. Que debería decirle, igual sabrá sobre la existencia de mi bebé.
- yo...solo no he tenido apetito- afirmo nerviosa y este me mira con enojo para después sacar de su bolsillo un test de embarazo, el cual me lo dio.

Minutos después

Estaba segura de tu existencia, mi bebé. Mami siempre te protegerá.

- vamos, dame esa prueba- me niego a darle pero una abofetada me hace soltarlo.
- bien, ya que mi señor... confirmó sus sospechas. Escucha lo que pasará después- dijo.
- ¿Señor?, ¿porqué tu señor estaría interesado en mi hijo?- ríe después de mi pregunta.
- solo mírate, el señor cree que una mujer desvengonzada como usted no debería llevar a su hijo- su respuesta me dice que la persona que envió a secuestrarme fue ese hombre. No puedo creer que esto me esté pasando.
- ¿y qué es lo que hará tu señor?- pregunto mientras mi corazón duele.
- si estás tan desesperada, te lo diré. El señor te dejará dar a luz al bastardo, con la condición de que después del primer año, se lo entregarás y te olvidarás de que alguna vez tuviste un bastardo. De no estar de acuerdo te haremos perderlo- pronuncia las palabras con frialdad.
- dile a tu señor que... Por el bien de mi bebé, lo aceptaré- perdóname mi bebé, solo puedo decir eso mientras lágrimas caen por mi rostro.
- Me agradan las personas de perfil bajo como tú. Eso quiere decir que no habrá problemas. Entonces nos veremos cada fin de mes para traer cosas para ti y tu bastardo- me mira por última vez y sale de aquella habitación para después ponerme a llorar y perdir perdón a mi bebé mientras acaricio mi vientre.

Ocho meses después

Estoy cenando mientras lloro al recordar a mi familia. A pesar de que ese hombre tiene la culpa de mi tristeza, no lo odio porque sé que tratará bien y amará a mi bebé. El simple hecho de enviar las cosas que necesitamos quiere decir que ama su hijo.

Un dolor, me hace salir de mis pensamientos. Mi bebé, ¿ya quieres salir? Estás muy grande, por supuesto quieres salir. Porfin te conoceré, mi bebé y tú a mí.

- señor... Mi bebé está por nacer- aviso al hombre que se encontraba fuera de la habitación para después escucharlo llamar a alguien.

Horas después

Ya no podía aguantar el dolor y tenía miedo de que algo le pasara a mi bebé pero gracias al cielo una mujer vino y me preparó para el parto.

Media hora después, en aquella habitación solo se escuchaban, el grito de vida de mi bebé y el suspiro de tranquilidad de una madre.

Eres muy hermoso, mi bebé- repito y lloro al tener que separarme de mi pequeño.

Lo amo y siempre lo haré.

- ¡muchas gracias, doctora!- sonreía a la persona que me ayudó.
- no hay de que, es mi trabajo. Tú pequeño es precioso, cuídalo- me miraba con tristeza porque pudo darse cuenta de lo que me pasaba, pero no podía hacer nada porque creo que la tenían amenazada por lo nerviosa que estaba cuando entro por aquella puerta.
- gracias, cuidaré muy bien de mi bebé- me despido para después verla asentir con una sonrisa mientras sale de la habitación.

Bien, mi bebé. Solo quedamos tu y yo- susurro mientras le doy de amantar y sostengo su pequeña manita para luego verlo dormir mientras le canto estrellita.

En algún lugar del país

- ¿madre, si quiera nos acompañarás esta vez a buscar a mi hermana?- pregunta Kiara.
- es mejor si esa mocosa no está con nosotros. Mira lo que hizo, por su culpa, no te pudiste casar- contesta Vanesa.
- no te enojes suegra, lo importante ahora es encontrar a Molly- dijo el hipócrita de Mateo.
- papá, vámonos- avisó Kiara mientras veía a su padre triste.
- vámonos, querida- dijo sin esperanza porque cada mes que va a la estación de policía siempre le dicen que aún no hay rastros de Molly.

Un año después

* Molly *

Estoy muy triste porque hoy me separan de mi bebé. No quiero darles a mi pequeño Liam, mi bebé lo es todo para mí.
Extrañaré todo de mi bebé. Nunca olvidaré lo maravilloso y feliz que la pasé en cada etapa de su pequeña vida.

Minutos después

Terminé de cambiar a mi bebé, pero no para dárselo a ese hombre insensible sino para huir de él.
Solo tengo que esperar a que el señor secuestrador regrese.

- maldita mujer, me las pagarás- amenaza aquel hombre después de que le pegué con la sartén en su cabeza.
Corro y corro para escondernos y encontrar ayuda pero me es imposible. Ahora no era un hombre que me seguía sino eran tres más.
- danos al bastardo- grita un hombre mientras me apunta con el arma.
-¡no!, es mi bebé, por favor no me lo quiten- suplico entre lágrimas mientras otro hombre arranca de mis brazos a mi bebé.
- eres una maldita perra estúpida- me golpea el hombre a quien golpeé.

No aguanto mas el dolor, solo sé, que antes de que mi cabeza chocara con una piedra, no paré de gritar el nombre de mi bebé.

Unidos Por El Destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora