Capítulo 11

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Hola ¿que tal? Les traigo un nuevo capítulo de esta historia, espero sea de su agrado. Ya casi le toca a Mikasa aparecer se los prometo.

💞💞💞

El día de la operación había llegado, Levi estaba ansioso porque sabía que luego de eso era cuestión de poco tiempo para que saliera del hospital.

—Levi,  buenos días, se que es temprano pero irás a la sala de operaciones ahora mismo, dejame prepararte.—dijo una enfermera entrando a la habitación.

—Está bien.

El catéter que tenia en su mano derecha fue puesto ahora en su mano izquierda. Casi no le quedaban venas que se podían usar. 

Una vez aseado y preparado lo llevaron a la sala de operaciones donde se repitió el proceso de la última vez.

Le pusieron la inyección epidural y una vez dormida la parte de la cintura hacia abajo la operación comenzó luego de que su pierna fuera esterilizada con yodo.

Esta vez, en lugar de atravesar una varilla de titanio dentro del hueso, tenían un reto más difícil. Su tibia estaba hecha pedazos y no podían poner cada pequeño pedazo en su lugar, era muy complicado así que luego de estudiar el caso, el doctor decidió deslizar una platina a lo largo del hueso y así él callo del hueso se iba a formar uniendo los pedazos.

Así que eso hizo el doctor. Puso clavos a los extremos para asegurar la platina y luego suturó. 
Trasladaron a Levi a la habitación de recuperación hasta que despertó de la anestesia. Luego lo devolvieron a su habitación.

Era casi medio día, hora de la visita. Tocaron la puerta. Era extraño, Hange y Kuchel no tocaban, solo entraban ¿Quién podía ser?

—Levi. ¿Cómo estás? 

—Petra, me alegro que vinieras. Acabo de salir de cirugía pero estoy bien. Esta pesadilla está por terminar.

—Si, eso espero… Levi extraño nuestra relación. Quiero que me perdones por dejarte solo.—dijo tomando su mano.

—Te perdono, también extraño nuestra relación.

Hange y Kuchel entraron a la habitación.

—Hijo ¿cómo te sientes? Petra qie bueno que hayas venido.

—Bien Mamá ya casi me voy de este lugar.

—Me alegro hijo.

Hange mientras tanto no despegaba un ojo de Petra. Tal y como le había prometido a Kuchel, ella cuidaría de Levi en su lugar.

Una vez la visita terminó las tres mujeres se fueron. Levi una vez más se quedó solo hasta que sus amigos llegaron a hacerle compañía.

—Levi, ¿cómo salió todo en la operación? —preguntó Sasha.

—Todo bien hasta donde yo se.

—Qué bueno, hermano. Nos alegra mucho.—dijo Connie.

—Si, pero…

—¿Que pasa Sasha?—dijo Levi.

—Ya no te veremos.—respondió triste.

Todos estaban silencio hasta que Levi comenzó a hablar.

—¿Porque no van a trabajar a mi casa? Yo les pagaré y así seguiremos viéndonos.

—¿En serio? Levi —volteó a ver a Connie —¿ambos?

—Si, ambos. Si quieren.

—¡Vamos Connie di que sí!—dijo Sasha brincando.

—Está bien.

—Ok entonces les aviso el día de mi salida de aquí para que se vayan conmigo.

—Ay Levi, eres lo máximo —dijo Sasha besándolo en la mejilla.

Luego ambos salieron de la habitación. Levi no podía quitar la sonrisa de su rostro. Aquellos dos se habían ganado su aprecio y no quería perder su amistad.

[...]

Petra había estado pensando en su relación con Levi y decidió dejar de verse con su jefe.

—Erwin, no puedo verte más. Si quieres despedirme lo comprenderé.

—No te despediré eres una buena empleada y si estás confundida y necesitas tiempo, lo comprendo.

—No, no es lo…

Erwin no dejó que ella terminara de hablar y se retiró. 

—Eso fue lo mejor. Quiero estar con Levi.

[...]

Levi estaba a unos días de regresar a su casa. El doctor había examinado las placas y al parecer todo estaba bien, al salir del hospital tendría que agendar terapias físicas.

—Levi en tres días te daremos de alta.

—Muchas gracias por todo doctor.

—No ha sido nada.

Levi estaba feliz, pronto estaría en su casa, con su madre, sus amigos y su prometida. Todo marchaba bien. 

—Mamá saldré del hospital en tres días.—dijo por teléfono.

—Me da gusto hijo. Hange irá por ti.

—Está bien. Nos vemos. Te amo Mamá —dijo y cortó la llamada.

Kuchel al otro lado del teléfono sintió alivio pero a la vez una gran tristeza. Ella estaba aguantando, no se habia dejado morir, estaba luchando, pero ya no podía más. Los licuados de Hange habían dejado de funcionar en ella.

De pronto tosió sobre su pañuelo blanco el cual al mirarlo tenia manchas rojas, era sangre. Su hora había llegado.

 Su hora había llegado

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💞💞💞

Continuará...

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Nos leemos pronto❤

°•Más allá del amor•° [+18] RivaMika (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora