°•Más allá del amor•° [+18] RivaMika (Completa)

Capítulo 12

Holi, ¿que tal? Espero estén listos para este capítulo con su pañuelo. Espero sea de su agrado.
Este capítulo se lo dedico a una persona especial que me cuida desde el cielo💝

💞💞💞
El día del alta había llegado, aun había que hacer algunas vueltas relacionadas a la fisioterapia por la que aún tenía que pasar.

Connie y Sasha acababan de renunciar a sus trabajos para acompañar a Levi a su casa. Los tres estaban esperando a Hange, cuando finalmente llegó.

—Levi perdona la tardanza. Kuchel recayó, en este momento está dormida pero creo que será necesario que se interne en el hospital.

—Vamos a casa Hange quiero ver a mi madre.

—Hola, soy Sasha y él es Connie. Somos los nuevos empleados de Levi.

—Oh, ya veo. Vamos ayúdenme con él.

Los tres ayudaron a Levi a subir al auto. Doblaron la silla de ruedas que Hange había conseguido y la pusieron en el baúl del auto.

Levi iba sentado en el asiento del pasajero, sentía algo de ansiedad al recordar que por poco muere en ese accidente. Apretaba el asiento sin que nadie se diera cuenta y cerraba los ojos.

—Casi llegamos.—dijo Hange sonriendo.

Una vez en casa Sasha y Connie ayudaron a Levi a sentarse en la silla de ruedas otra vez y entraron a la casa.

Levi rápidamente se impulsó con sus manos a cada lado de las ruedas hacia la habitación de Kuchel.

—Mamá, ya estoy en casa. Se que estas dormida pero quiero que sepas que estoy aquí.—dijo y algunas lágrimas se estaban formando en sus ojos.

Levi sabía que a su madre le quedaba poco tiempo de vida y que había luchado para no morir sin antes estar en casa.

Él tomó su mano y la besó, luego la dejó dormir. Salió de la habitación y vio a los tres parados frente a él.

—Connie, te encargarás de ser mi chófer y Sasha te encargarás de la limpieza de la casa. Hange tu sigue cuidando a mamá.—dijo Levi sin levantar la mirada y se impulsó hacia el jardín donde se limpió las lágrimas y se quedó mirando al vacío.

—Levi, incluso cuando tu madre ya no esté yo cuidaré de ti, es una promesa que le hice a ella.

—Haz lo que quieras.

—Sé que estás molesto por la situación, pero piensa en el futuro, Kuchel no quisiera que te quedarás en esa silla de ruedas. Mañana iré a arreglar tus sesiones de fisioterapia.

—Hm.

Hange se retiró para hablar con los chicos.

—Bueno como ya saben, mi nombre es Hange, si necesitan algo me dicen a mí. Los llevaré a sus habitaciones.

—Gracias Hange.—dijeron ambos haciendo una reverencia.

Luego de dejar a los chicos en sus habitaciones, Hange fue a revisar a Kuchel. Ya llevaba un raro sin despertar.

—Kuchel, despierta, Levi ya esta aquí.

Kuchel no respondía.

—No me hagas esto amiga, responde—decía mientras la sacudía.—llamaré una ambulancia.

—¿Pasa algo Hange? —dijo Levi.

—Si, tu mamá tendrá que ir al hospital. No está respondiendo.

En ese momento Levi se sentía inútil, sin poder hacer nada por su madre.

—¡Maldita sea!

La ambulancia llegó y los paramédicos entraron a la casa, llevaron una camilla y colocaron ahí a Kuchel.