Trueno

Sesenta

Tati

Despues de apagar la luz del baño me recosté a su lado aunque como de costumbre lo tuve que cagar a pedo porque la cama estaba toda desarmada y yo odiaba dormir así

— dale boludo correte... no puede ser... siempre lo mismo... — suspiré empujandolo

— no dale... no jodas acostate... — se quejó él

— no podemos dormir así mira... ¿que significa esto? — pregunté al ver un pedazo de sabana que no sabía ni de donde venía tirado en un costado

— densa que sos eh... — bufó parandose y ayudandome a que la cama quedara armada medianamente decente

Cuando ya estaba todo listo nos recostamos, como de costumbre yo en el pecho de él cargoseandolo como siempre.

— nose para que armamos la cama si en un toque vamos a volver a desarmarla... — soltó Mateo acariciando mi cintura con dedicación

— ¿pero perdón... ? — pregunté yo

— no podemos cerrar esta noche durmiendo... no hay ningún tipo de chance.. — sonrío él relamiendose los labios

— ¿no tenes sueño? no entiendo como no tenes sueño... — negué

— ¿tas para esa o no tas? — cuestionó bajando ligeramente la cabeza para que quedara a pocos centimetros de mi cara

— yo siempre estoy para esa si ya sabes que si — sonreí mordiendome ligeramente el labio mientras los suyos se aproximaban a mi en un intenso beso

— no podes calentarme en dos segundos hija de puta te odio... — negó Mateo con la respiración ya algo acelerada mientras yo dejaba unos cuantos besos mojados en su cuello

— yo te amo... pero bueno... — sonreí subiendome encima de él

— yo te amo mas hermosa... — terminó por responder él mientras acompañaba mis movimientos agarrandome del culo

— no puede ser que me dure medio minuto la ropa puesta con vos Mateo... — negué levantando los brazos mientras él quitaba la remera suya que llevaba puesta

— callate si te encanta... — soltó él atrayendome hacia su cuerpo de nuevo para continuar con esa ronda de besos infinitas, para despues de un movimiento ágil darnos vuelta y quedar arriba

Recorrió cada parte de mi cuerpo con delicadeza bajando lentamente dejando besos y pequeños mordidas desde mi cuello hasta el borde de mi tanga

— me volves loco Tatiana sos la mina mas hermosa del mundo — sonrió contento tirando una de las tiras de mi ropa interior para que me picara en la piel

— aia gil... — reí entrecruzando nuestros dedos

No había nadie en el mundo con quien me sintiera tan comoda como con este pibe, era tanta la confianza y el amor que le tenía que sentía que en cualquier momento iba a explotar de amor.

Me dio una buena dosis de placer como solo él sabía, despues de estar tanto tiempo juntos nos conociamos a la perfeccion en todos los ambitos, y en este aún más.

— mi turno — solté con una sonrisa mientras besaba sus labios con delicadeza mordisqueandolos ligeramente

— no te cebes tanto que quiero que dure... — me advirtió mirandome con los ojos achinados mientras yo lo empujaba del pecho para quedar arriba

— mmm... lo voy a pensar... — reí bajando despacio, haciendo todo mas lento para hacerlo desear

— dale no seas forra — suspiró mordiendose el labio inferior provocando que yo sonriera porque había logrado mi cometido